PATAGONIA SIN REPRESAS: UN E.I.A "DE TERROR"


Por: Peter Hartmann
Coordinador Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida

¡Terrorífico!

Éste es el término con que calificaría al estudio de impacto ambiental (EIA) del mega proyecto “Centrales Hidroeléctricas Aysén” que Endesa España y Colbún presentaron a mediados de agosto. Eso incluye, por supuesto, al proyecto en sí.
Debido a que tras leer tanto el extracto publicado en la prensa como el resumen ejecutivo del mencionado EIA (más la “participación temprana” en las Casas Abiertas de HidroAysén y demás marketing) no lograba entender mucho sobre la iniciativa, decidí ir a mirar el estudio mismo, en la versión papel. Para esto, acudí a las oficinas de la Comisión Nacional del Medio Ambiente en Coyhaique.
La verdad sea dicha, casi me fui de espaldas ante el espectáculo que significa un estante completo con 39 tomos de alto nivel técnico que suman 10.500 páginas, y que se supone los servicios revisores tendrán que analizar y observar en 30 días y los afectados en 60. Es decir, dos meses hábiles de permiso para una participación ciudadana harto sui generis. Pienso que si a mí me aterrorizó tamaño espectáculo me imagino cómo se habrán sentido en las juntas de vecinos de Los Ñadis y Puerto Bertrand, Caleta Tortel, Villa O’Higgins y Cochrane, donde recibieron este “pesado” estudio recién a los cinco o más días de estar corriendo el plazo.
Y a propósito de plazos, según la Conama este EIA contiene sobre 14 proyectos evaluables en sí, es decir, el sistema y revisión son iguales para un proyectito cualquiera que para un mega proyecto que suma más de una docena, sin considerar los efectos sinérgicos. Esta aberración ya es criticada desde hace años al igual que el hecho que los estudios sean contratados por el interesado (en bajarle el perfil). Sin embargo esto, la Ley sigue igual y no faltan los que dicen que es la mejor del mundo. Pareciera ser que la idea es joder a los chicos y darle una manito (otra mas) a los mega proyectos impulsados por los todopoderosos.
Siguiendo con lo del corto plazo y los 14 proyectos evaluables en uno, francamente nos sorprendió la declaración hecha hace algún tiempo en el seno de la Comisión Regional del Medio Ambiente de que no se contratará asesoría revisora externa, porque se las podían con sus propios medios y ya tenían experiencia suficiente. ¿Qué habrá pasado para que todo el futuro de Aisén en juego con este estudio no sea suficientemente importante como para hacer todos los esfuerzos posibles para tomar decisiones bien informadas?
Y cuando digo que no lograba entender este mega proyecto es porque sus impulsores, muy astutos y bien asesorados, han hecho lo imposible por no informar detalles de él, que puedan influir negativamente en los afectados. Por ejemplo, no mencionan la altura de las presas. Es harto diferente (des)informar diciendo que “el nivel de operación esta referido al datum WGS-84” a que la gente sepa que el paisaje del Baker sería “enriquecido” con dos muros de 102 y 40 metros de altura, conteniendo 553 hm3 (¿eso serán hectómetros cúbicos, o sea, 553 millones de m3?) de agua río arriba, entre otras localidades, de Caleta Tortel.
Por cierto también se ha estado ocultando, entre otras cosas, que la central del río El Salto elimina esas cascadas mellizas, que la línea de transmisión eléctrica de doble circuito de 500 kv entre el Pascua y el Baker en las cercanías de Cochrane, es de torres de 70 a 80 metros de alto sosteniendo seis cables y con una faja despejada de unos 65 metros de ancho. Que la línea eléctrica desde El Salto a las represas del Baker sería de 72 kilómetros de largo e iría en torres de 29 metros de alto con una faja despejada de 20 metros. Que en el Pascua y Puerto Yungay requerirían de termoeléctricas de gran tamaño con el consiguiente abastecimiento de grandes cantidades de combustible. Que planean un muelle de 100 metros de largo y un patio de acopio de materiales y combustibles (de 4.000 m3) de sobre una hectárea en Puerto Yungay, que los campamentos ocupan 346 hectáreas en total y los principales, cercanos a las obras, albergarían entre 470 a 720 trabajadores (El Salto), 1.000 a 2.000 (Baker 1 cerca de Cochrane), 570 a 1.200 (Baker 2) y 1.660 a 3.450 (Pascua). Estos trabajadores saldrían desde los campamentos vía Balmaceda cada cierto tiempo a sus hogares.

De verdad, mientras más uno llega a saber de este mega proyecto, más aterrorizado queda.

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