"Nuestros bienes naturales no están en venta"


Entrevista con el co-coordinador del Programa de Bosques y Biodiversidad de Amigos de la Tierra, Belmond Tchoumba
La deforestación indiscriminada, la implantación de los monocultivos de árboles, el desarrollo de los transgénicos, el impulso a los agrocombustibles, la privatización de los bienes naturales y la defensa de los derechos de las comunidades rurales, son los temas que más preocupan al grupo ambientalista Amigos de la Tierra. Movimientos sociales de diversas regiones. La protección de la diversidad biológica forestal y agrícola, y el rechazo a las medidas de combate al cambio climático centradas en la mercantilización de los bosques, son algunas grandes áreas de trabajo del grupo ambientalista. “Nos damos cuenta que no están implementando las decisiones que fueron tomadas en previas COP de Diversidad Biológica, y eso es dramático”, dijo a Radio Mundo Real Belmond Tchoumba, co-coordinador del Programa de Bosques y Biodiversidad. El activista, se lamentó por el proceso que ha seguido el Convenio de Diversidad Biológica de la ONU. “Al comienzo pensamos que era un buen instrumento para preservar la rica biodiversidad alrededor del mundo”, reconoció. “Pero con el paso del tiempo nos damos cuenta de que no está alcanzando sus objetivos, y en su lugar estamos observando una rápida y dramática destrucción de la biodiversidad, especialmente en los países tropicales, en los ecosistemas de bosques”, concluyó. Tchoumba se refirió especialmente a las talas de bosques devastadoras por ejemplo en algunas regiones de África, Asia y América Latina, y habló también de la depredación de los bosques para plantar cultivos destinados a la producción de agrocombustibles o para realizar plantaciones de monocultivos forestales. Varias organizaciones sociales, entre las cuales se destacan el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales y la propia Amigos de la Tierra, enfatizan que las plantaciones de árboles no son bosques. Explican que la riqueza de la biodiversidad de un bosque se pierde cuando se talan sus árboles y no puede nunca ser igualada con la implantación de monocultivos forestales. Las empresas “no sólo están poniendo en peligro la biodiversidad, sino que además se están adueñando de las tierras de las comunidades rurales sin consultarlas, sin compensarlas, y están produciendo para los consumidores en los países desarrollados”, manifestó Tchoumba. “Nosotros pensamos que las partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica deben frenar esto”, consideró.
Los transgénicos y la mercantilización de la naturaleza
Tchoumba dijo que el desarrollo de los transgénicos por parte de las grandes empresas, y los paquetes tecnológicos que vienen asociados a ellos, principalmente los agroquímicos, han amenazado gravemente y perjudicado en numerosos casos la producción campesina de alimentos. Destacó que la agricultura campesina se caracteriza por la utilización de una diversidad inmensa de semillas, que se comparten, se mejoran y reutilizan en posteriores siembras, lo cual se pone en peligro, por ejemplo, con la contaminación transgénica. “Nos estamos dando cuenta de que el medio ambiente como un todo y la biodiversidad se han vuelto un commodity, y para nosotros esto no es acceptable”, dijo el integrante de Amigos de la Tierra. “Nos oponemos a todos los mecanismos de mercado relacionados a la biodiversidad”, continuó. Relacionado a este punto, Tchoumba rechazó la intromisión del Banco Mundial en el combate al cambio climático, mediante el uso de los bosques. “El Banco Mundial está promoviendo a los bosques como un medio para combatir el cambio climático, mediante los créditos de carbono. No podemos aceptar eso porque una vez más es una forma de apoderarse de las tierras de los pueblos”, dijo, al tiempo que enfatizó que los bosques no son commodities.
Áreas protegidas sí, pero no con el actual modelo
“Todos estamos de acuerdo en que las áreas protegidas pueden ser una buena herramienta para preservar la biodiversidad, pero con el tiempo nos dimos cuenta de que han sido una herramienta para apoderarse de la tierra de las comunidades indígenas locales”, sentenció Tchoumba. Explicó que esas áreas están siendo creadas sin consultar a los pueblos indígenas, lo cual lamentó porque implica, entre otras cosas, no aprovechar el conocimiento tradicional de esas comunidades. “Nos damos cuenta con la experiencia, de que en varias partes del mundo las comunidades indígenas, las comunidades locales, las organizaciones de campesinos, son más eficientes protegiendo la biodiversidad que las llamadas áreas protegidas”, dijo. “Ha llegado el momento de que sea reconsiderado el actual manejo de esas áreas”, agregó. Tchoumba explicó que “las comunidades locales tienen el conocimiento, la experiencia, la habilidad para vivir de una manera sustentable, porque lo han hecho de generación en generación y se preocupan por su presente y por el futuro”. “Y lo más importante es que, a diferencia del mundo moderno, las comunidades locales no sólo le dan un valor material a la naturaleza, sino que también le dan un valor espiritual”, evaluó. Tchoumba consideró que el mundo moderno debería copiar a las comunidades rurales su manera sustentable de vivir y su forma de manejar los bosques. “Hay estudios que muestran que las áreas conservadas por las comunidades locales están en general mejor que las áreas protegidas, aunque esas comunidades tienen menos medios que los grandes proyectos de conservación que absorben grandes cantidades de dinero”, finalizó.
Foto: Radio Mundo Real
Cobertura fotográfica: http://www.flickr.com/photos/radiomundoreal/sets/72157605157592422/

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