"Cuando nos acordemos, de la cordillera no va a quedar nada”




Catamarca, Argentina – El Médico Neurocirujano Rubén Manzi, brindó a Ipodagua.com.ar detalles de la escandalosa situación que se vive en Andalgalá, donde la empresa Minera Alumbrera es indicada como responsable de un desastre ecológico. La Asamblea Vecinos por la Vida acusó a los funcionarios de la gobernación de “genocidas ambientales”, por aprobar el informe de impacto ambiental de la minera Agua Rica.
Fuente: Ipodagua

El Dr. Rubén Manzi es reconocido Médico Neurocirujano de la Provincia de Catamarca. Desde Ipodagua.com.ar decidimos realizarle una entrevista a fondo, sobre la empresa minera Alumbrera que tiene denuncias de contaminación graves. Además, esta semana, el gobernó provincial autorizo el funcionamiento de Agua Rica, otra empresa minera, y reavivo los ánimos sociales en la provincia.

Ipodagua: ¿Nos puede contar la situación actual en Catamarca con respecto a la minería? Sabemos que hay una empresa funcionando en estos momentos.

Dr. Rubén Manzi (R.M.): “Bueno, a partir de la modificación de las leyes que dan el marco regulatorio para la explotación minera -alrededor del año 95- se inició un emprendimiento de explotación de una mina a cielo abierto para la extracción de oro cobre plata y algunos otros metales raros”.

“La empresa es minera Alumbrera, el lugar es Bajo la Alumbrera, esa explotación está situada en la Cordillera de los Andes entre el departamento de Andalgalá y el departamento de Belén, una zona con muy baja densidad poblacional. Ambas localidades han tenido en el pasado algún tipo de desarrollo producto de la actividad de la minería. Esto marca una diferencia con respecto a la mirada que se podría dar con un lugar como Esquel, donde la principal actividad económica proviene del turismo”.

“La explotación minera ya está en su punto máximo y se calcula que quedan alrededor de 5 a 10 años más de productividad de esta mina, luego se va a agotar su ciclo. La misma tiene algunas particularidades: el mineral no se procesa, tiene un procesamiento muy rudimentario inicial, se transporta en un conducto que se denomina mina ducto -una especie de largo caño de más de 200km- que desemboca en Tucumán y que es conducido a través de una zona montañosa. Luego es cargado en tren desde un puerto cercano a rosario desde donde se lo exporta”.


“Hablamos de barro, rocas y demás, las cuales se eyectan a través del ducto y se las inyecta con agua, aquí ya tenemos un primer dato que a nosotros particularmente nos alarma mucho, porque Catamarca en su geografía es una provincia básicamente semiárida con algunas zonas francamente áridas y casi desérticas, se está extrayendo agua de la reserva subterránea que es un acuífero que se distribuye entre los departamentos de Belén, Andalgalá y Santa María. Ese agua forma parte del acuífero subterráneo y los pobladores de la zona de San José –departamento que pertenece a Santa María-, utilizan este agua porque allí se cultivan algunas plantas aromáticas y se cultiva también mucho pimiento”. “Los testimonios de los pequeños finqueros, nos dicen que si antes encontraban agua a 110 mts. ahora las perforaciones tiene que ir hasta los 130 mts., esto quiere decir que se está rompiendo el equilibrio, la naturaleza no logra reponer esa cantidad de agua que se saca”.

Ipodagua: ¿Es solamente extracción de agua o hay algún químico presente también en estas extracciones?

(R.M.:) “En el proceso de extracción, que es cuando se rompe la roca, se produce un proceso que se llama “dique de cola”, que es una especie de dique que se construyó en una quebrada natural que tiene la geografía allí, y donde se hace una primera separación grosera del material de los humedales y del material de desecho. Este dique de cola está construido sobre una fisura del terreno, y coincide con el nacimiento con la cuenca del río Bisbe y el Amanao”. “Hay un ingeniero que se llama Oscar Nieva que hizo su tesis y demostró que hay filtraciones de este dique de cola y se produce la contaminación de estos dos cursos de agua, convirtiéndola en agua tóxica”.

Ipodagua: ¿Quién es el encargado de controlar a esta empresa?

(R.M.:) “El gobierno provincial, la autoridad de aplicación es el gobierno provincial”.

Ipodagua: ¿Y que argumentan ellos? ¿Han tenido conversaciones al respecto?

(R.M.): “Nada, la empresa de hecho aceptó la existencia de estas filtraciones, porque colocó un sistema de retrobombeo para enviar de vuelta esa agua contaminada de las napas subterráneas al dique de cola. Este es un sistema que es muy caro y que puede funcionar sólo por un tiempo, usted imagínese que cuando esta empresa -que es una multinacional muy poderosa-, cese sus actividades aquí -lo que se conoce como “cierre de mina”- se retirará y quien deberá hacerse cargo de esta tarea será el gobierno provincial. Tal vez aun siendo generoso con la actividad minera el problema va a estar de acá a dos o tres décadas, porque estos ríos desembocan en un valle cercano, donde hay muchos cultivos de oliva y es además una zona de explotación ganadera. Estamos con una amenaza muy cierta de daño a la salud. Hay un ejemplo muy claro, el de una familia que vivía muy cerca del dique de cola, y que fue un caso judicial muy resonante, donde toda su plantación se secó y la justicia tuvo que reconocer este perjuicio y otorgarles una reparación económica, estas personas hoy ya no viven allí, tuvieron que abandonar su hogar”.
“Creo también que al ser una zona de muy baja densidad poblacional, los indicadores sobre daños en el ser humano que tenemos son escasos. La empresa aprovecha esta situación, porque si hubiese mayor densidad poblacional ya estarían más a la vista todos estos peligros”.
“Después tenemos otro elemento que no es menor y es que no existe en toda la Argentina una actividad que tenga tantas exenciones impositivas y jurídicas como la minería, en un país donde en su momento a los jubilados se les descontó el 10%, a los ahorristas se les confiscó su dinero, etc. Esta gente goza de una estabilidad económica que ninguna otra actividad tiene, ni la industria ni los servicios, tienen asegurada la provisión de energía eléctrica, basta señalar que en Catamarca el 60% de la electricidad que se consume pertenece a Minera Alumbrera. Hace poco más de un año cuando todo el país sufrió la crisis energética y en Catamarca las industrias debieron cesar sus actividades por falta de energía, a Minera Alumbrera se le siguió suministrando la energía que necesitaba para su funcionamiento”.

Ipodagua: ¿En qué condiciones trabajan las personas empleadas?

(R.M.:) “Buenas, con un régimen un poco duro tal vez desde lo psicológico, porque trabajan diez días y descansan una semana. Son trasladados y duermen en la mina, podría decirse que dada la realidad laboral de la Argentina no son malas, sí un poco duras también por la geografía propia del lugar y por el tipo de trabajo. Los salarios son buenos y están aseguradas ciertas condiciones básicas. De todas maneras creo que no hay una relación entre la inversión -mas de mil millones de dólares- y la cantidad de empleo directo que está produciendo, es mínima comparada con otras actividades que se realizan en nuestro país, como la industria, el turismo, y en mi caso particular como médico, puedo señalar que si sumamos todas las clínicas y los sanatorios de la provincia veremos que generan mucho más empleo, y un gran efecto multiplicador del mismo, con una inversión claramente menor a la de esta empresa que además de estar dejando muy poca plata en la provincia se está llevando un bien no renovable, que nuestros nietos ya no lo van a tener”.

Ipodagua: ¿El vecino común que dice, hay reclamos?

(R.M.:) “En un primer momento hubo movimientos interesantes en Andalgalá, -los cuales tuve la posibilidad de acompañar- también en Belén se masificó bastante el reclamo. Sobre todo estuvo vinculado con lo que en la década de los noventa se vendió como el mito, el boom que nos iba a sacar de la pobreza. El boom parece que fue solo para la empresa y después vino la desilusión y la bronca y preocupación por estas cuestiones ambientales. Pero el reclamo no se ha sostenido con la intensidad que parecería merecerlo. Se pueden señalar algunos grupos de autoconvocados y de asambleístas que a mí me da la impresión de que han tomado una postura que es leída por cierta parte de la comunidad como “fundamentalista”, creo que no ha habido una estrategia del todo acertada para sumar sectores, sino que por el contrario se han ido como reprimiendo sectores y ha ido perdiendo fuerza la propuesta. Este es un tema interesante para discutir, porque no es lo mismo en Esquel, donde existe otra conciencia de preservación de la naturaleza, porque la naturaleza en el fondo está muy vinculada con la noción de sobrevida económica que tiene el pueblo."
"En cambio en Catamarca hay un vago recuerdo de haber tenido en el pasado alguna bonanza económica en torno a la explotación minera, entonces la actitud de la gente es otra. Pero como dije antes, hay actitudes ultramontanas que no ayudan a esto. Por ejemplo en algún foro que se hizo en la Universidad yo propuse que había que también sumar a los grandes productores vinícolas, porque ellos también visualizan que dentro de 20 años van a tener un problema y seguramente también se van a movilizar, es un factor importante que pesa en la opinión pública y un factor económico de gran estación. Y bueno, alguno me contesto que a ellos no les importaba la plata de los dueños de las grandes empresas olivareras, pero bueno yo creo que es una estrategia equivocada, acá hay que sumar”.
“En Catamarca hay tres o cuatro sectores; los que están indiferentes al tema, que miran para otro lado; un sector que está a favor de la minería que depende que las circunstancias lo explicita o no -en este lugar ubico al Gobierno de la provincia-, un sector que es crítico sobre todo, ético porque visualiza el peligro ecológico, pero que es sólo critico, no rechaza, no dice que no a la minería, y por último un cuarto grupo que directamente le dice no absolutamente a la minera”. “Yo concuerdo con el sector que es crítico con la minería porque sino no vamos a lograr un impacto en la protesta ni podremos lograr un contrapeso político”.

Ipodagua: ¿Dr. Manzi, Cómo le explicaría al pueblo argentino lo que está sucediendo en Catamarca?

(R.M.:) “Yo le quisiera decir a los argentinos que no somos un país solo de soja y de vacas, que tenemos unas riquezas muy grandes mineras, que actualmente en la Cordillera parte del 100% de las explotaciones hay un 25% que ya se está explotando, y que si nosotros no ponemos atención en esto, cuando nos acordemos que la Cordillera existe, que ese país andino que desde Buenos Aires no se visualiza, nos va a quedar muy poco o nada”.
“Estos recursos deberían ser bien usados, con límites, con un Estado activo que legisle, que impida el despojo, podría ser usado en cierta dosificación a favor del desarrollo. Pero con un estado y leyes como las que tenemos ahora, vamos primero a perder lo que tenemos en forma irreversible y segundo vamos hacia problemas ecológicos en el mediano y largo plazo gravísimos. Hasta que esta conciencia no alcance a la ciudad de Buenos Aires, va a ser muy difícil que incida en las políticas públicas nacionales, porque convengamos que a los argentinos nos pasan muchas cosas que no se ven por los canales de televisión de Buenos Aires, y parece que hasta que no se ven por esos canales no existen en la realidad, digo, este es el gran desafío de la concientización, sobre todo de los sectores medios urbanos de la Argentina”.

Ipodagua: ¿Qué opinión tiene Ud. de la problemática de Botnia y de la lucha del pueblo de Gualeguaychú?

(R.M.:) “Yo veo que es un reclamo justo, que uno naturalmente se naturaliza con el reclamo, también veo la hipocresía de los funcionarios argentinos que por un lado se solidarizaron con la causa y puertas adentro las pasteras argentinas hacen cualquier desquicio y los mismos funcionarios que se preocuparon por la contaminación del río Uruguay no se preocupan por el ríos de Catamarca. Suena raro, porque estos ríos parece que valieran menos, pero hay que tener en cuenta que la Cordillera de los Andes es la gran colectora que da origen a la mayoría de las cuencas hídricas que terminan desaguando en el Atlántico, en la Argentina”.
“Si las cosas no se hacen bien hoy, a futuro la contaminación del agua va a ser un gran problema en la Argentina, ojo no digo que sea solamente la minería, las citrícolas tucumanas también contaminan muchísimo”. “Además Gualeguaychú está en la Mesopotamia, a dos horas en auto de Buenos Aires, y parece que es más fácil que esta cuestión irrumpa en la atención de los medios nacionales y en la conciencia de la gente, pero pasan cosas tanto o más graves y es más difícil que entre en la conciencia del argentino medio”.

Ipodagua: ¿Puede esto tener que ver con que la gente de Gualeguaychú se mantiene viva en el reclamo?

(R.M.:) “Sí, pero también tiene que ver con una cuestión de ubicación geográfica, mas central o mas periférica, en un país que gira en torno a una ciudad, si yo estoy a 200 km tengo más posibilidades que si estoy ubicado a 800 km de esa ciudad”.

Federico Burgos
Ipodagua.com.ar


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CHILE: El proyecto minero “Caserones” y sus impactos para la comuna

Atacama, Chile – El proyecto minero “Caserones” de la Japonesa Lumina Copper S.A., pretende extraer 1.350 millones de toneladas de cobre, mediante un rajo abierto, desde las nacientes de las aguas en la cordillera del valle de Copiapó, en la subcuenca del río Ramadillas, afluente del Copiapó, comuna de Tierra Amarilla. La empresa ha sostenido reuniones y negociaciones con distintos actores del territorio y las comunidades afectadas mediante la antigua práctica de entregar “regalitos” y otros sobornos para influir voluntades, prometiendo progreso y desarrollo económico, cosa que en la realidad y a raíz de la experiencia y del “prontuario” de la gran minería, sucede todo lo contrario.
Por Manuel Pizarro

Este mega-proyecto fue presentado a la CONAMA Región de Atacama, el 21 de octubre de 2008, iniciándose el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental, pero su maquinación y gestación data de mucho antes.

El yacimiento era llamado originalmente “Regalito”, y la empresa desde hace aproximadamente 5 años ha venido sondeando el terreno para la aprobación de su proyecto.

A esto se incluye el mejoramiento de la ruta C-453 (una de las vías de acceso al proyecto) por parte del MOP, para el tránsito de carga pesada, obra realizada con la plata de “todos los chilenos” para un proyecto privado aún en evaluación (situación que ya ha ocurrido en casos similares en otros lugares del país).

A esto se suma que al interior de la empresa trabajan influyentes personeros de la Concertación, tal es el caso del Sr. Jaime Andrade (PS), ex director nacional de la CONADI (quien además fue el gerente de asuntos externos de Minera Pelambres), hecho que viene a demostrar lo que comúnmente se conoce con el nombre de “Lobbystas”.

La empresa, sistemáticamente ha sostenido reuniones y negociaciones con distintos actores claves del territorio, como también con las comunidades afectadas mediante la antigua práctica de entregar “regalitos” y otros apoyos económicos para influir voluntades, además de prometer progreso y desarrollo económico, cosa que en la realidad y a raíz de la experiencia y del “prontuario” de la gran minería, sucede todo lo contrario.

Impactos ambientales y sociales del proyecto.

Durante todo el proceso de evaluación ambiental, el proyecto ha recibido serios cuestionamientos de parte de los distintos servicios públicos encargados de evaluar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), sobre todo por el hecho de que el titular no reconoce dos de sus impactos principales: El impacto social del proyecto (alteración significativa de los sistemas de vida de los grupos humanos) y segundo, el impacto sobre el recurso hídrico (calidad y cantidad), ambas, alteraciones que no proponen medidas de mitigación.

Las observaciones han sido explícitamente planteadas en el ICSARA (informe consolidado de solicitud de aclaraciones, rectificaciones y/o ampliaciones), con más de 50 páginas de observaciones negativas, algunas bastante graves, como la falta de información sustancial para la evaluación del impacto ambiental del proyecto, pocas garantías técnicas sobre la estabilidad y seguridad de algunas obras (tranque de relaves y vertedero) en virtud de las inclemencias climáticas, refutación y rechazo de las medidas “voluntarias” para mitigar el impacto hídrico (entre ellas un programa de estimulación artificial de precipitaciones), figuras que se mencionan en los índices pero que no aparecen posteriormente en el documento, conclusiones sin ningún sustento y mala caracterización de la línea de base en relación al tema de hidrogeología (aguas subterráneas) y medio humano (no reconocimiento de las estructuras comunitarias y culturales del área de influencia).

Además se le sugieren medidas concretas a considerar, como la incorporación de otra fuente de abastecimiento de agua para el proyecto (planta desalinizadora o traer agua desde otras cuencas) y la construcción de un by-pass en la pequeña localidad de “Los Loros”, para prevenir los riesgos asociados al tránsito de cargas peligrosas y descongestionar a la localidad del enorme tráfico vehicular asociado a la construcción y operación del proyecto (725 vehículos por día).

Impacto en el recurso hídrico. Sin duda, las mayores objeciones al diseño original es lo relacionado con el tema del uso de agua para el proyecto. La minera tiene derechos de agua por 1.095 Lt/seg. de los cuales declara utilizará sólo 580 Lt/seg. (entonces ¿Por qué adquirir el doble de derechos?), lo que es el equivalente al consumo de agua potable de toda la ciudad de Copiapó, aunque la diferencia radica en que este uso es permanente y continuo, las 24 horas del día, los 365 días del año, lo que significa un gran estrés hídrico para el sistema.

El titular en su línea de base no reconoce la actual situación de déficit hídrico de la cuenca del río Copiapó, ni incorpora esta situación para evaluar otras alternativas de suministro, por lo que no reconoce impacto alguno sobre la cantidad y calidad del recurso hídrico, utilizando una modelación sin el suficiente respaldo técnico que avale sus conclusiones.

Por tal motivo, sus medidas de mitigación tienen el carácter de “voluntarias”, lo cual ha sido concluyentemente rechazado.

El suministro de agua para el proyecto provendrá de una batería de pozos ubicados en el sector del valle, que luego será bombeada desde los 1000, hasta los 4000 Mts. sobre el nivel del mar, lo que significa un enorme consumo de energía.

Debido a los enormes costos asociados a esta alternativa, la empresa ya ha evaluado otra opción, pero que no es la declarada en el EIA, y que corresponde a la extracción superficial del agua desde el río “Ramadillas” para luego compensar esta extracción con los pozos que poseen aguas abajo en el valle.

Una parte del ahorro por concepto de energía, estarían dispuestos a entregarlo para la evaluación de una planta desalinizadora, pero según sus propias estimaciones, no existe la factibilidad económica para materializar esta inversión por sí solos, por lo que deberían entrar otros actores al juego (en clara alusión al gobierno).

Tal alternativa ha sido expresamente manifestada por la empresa en diferentes reuniones, pero cuidándose de siempre hacerlo de manera informal. Dicha situación es una modificación sustancial al proyecto original, por lo que debería ser nuevamente evaluado por los servicios competentes, con el consiguiente gasto de recursos y tiempo en evaluar un proyecto que no corresponde al que la empresa realmente quiere ejecutar, lo que constituye un engaño manifiesto a la institucionalidad ambiental del país.

El rol de la Municipalidad de Tierra Amarilla. Por primera vez en su historia y dada la envergadura del proyecto, la Municipalidad de Tierra Amarilla se ha hecho parte de un proceso de Evaluación de Impacto Ambiental. Apoyada por los profesionales del Programa Servicio País de la Fundación para la Superación de la Pobreza, redactó un documento donde se manifiestan las principales observaciones al proyecto, en función de la misión del municipio de velar por la calidad de vida de la población.

Las principales objeciones son las siguientes: Ampliación del área de influencia directa del proyecto a todas las comunidades presentes en la ruta de acceso a la mina, reconocimiento por parte de la empresa del impacto social que significará el proyecto, sobre todo en la localidad de “Los Loros” y proposición de medidas de mitigación al respecto.

A esto se agrega, el reconocimiento de las estructuras comunitarias y culturales de las comunidades al interior del valle, apoyo concreto en infraestructura, tanto a bomberos de Tierra Amarilla, como a la Posta Rural, para enfrentar distintos tipos de emergencias químicas derivadas del transporte de sustancias peligrosas, la construcción de un by-pass en “Los Loros”, resguardo de las rutas de tránsito ancestrales de los crianceros al interior del valle y, finalmente, la construcción de una “planta desalinizadora de agua” para el proyecto que asegure la sustentabilidad hídrica de la cuenca para todas las actividades productivas, humanas y la biodiversidad de la zona. Más participación ciudadana.

El proyecto “Caserones” tal como está originalmente diseñado, no ofrece las garantías suficientes para asegurar que el titular ha identificado y previsto todos los impactos ambientales que su actividad podría generar en el Valle de Copiapó.

Por lo tanto, si no se incorporan las rectificaciones y observaciones propuestas por la institucionalidad ambiental, el proyecto constituye un grave riesgo para la sustentabilidad ambiental del territorio, sobre todo a lo que concierne al impacto social y sobre el recurso hídrico que el proyecto podría generar.

Esta situación representa una enorme responsabilidad para las organizaciones sociales del territorio, ya que son ellas las que mediante la activa participación y seguimiento del proceso, deben velar por el resguardo de un valle y sus habitantes, que históricamente han sabido subsistir de otras actividades económicas de menor impacto.

Los beneficios de este proyecto son netamente privados, ya que los recursos inyectados al sistema público se administran a nivel central y poco quedan en las regiones. Más aún si se considera que sólo un 20% del personal permanente será de la Región de Atacama (citado en el propio EIA de la empresa), lo cual implica un porcentaje mucho menor de trabajadores de Tierra Amarilla, la comuna más afectada por el proyecto.

Cabe recordar que Tierra Amarilla es una comuna rica en recursos naturales, pero en la que sin embargo no se visualiza esta situación en la comuna, tanto a nivel de infraestructura, servicios e indicadores sociales de calidad en salud y educación.

La comuna será declarada como zona saturada de contaminación, tiene un índice de pobreza de un 11.9% (CASEN 2006) y el Índice de Desarrollo Humano la ubica en el puesto 161 del ranking de 345 comunas del país, afectada especialmente por la variable ingreso y su mala distribución.

En alrededor de 20 años de gran minería en la comuna, donde se esperaba progreso y desarrollo para todos, el aporte de las empresas privadas al bienestar de la comuna ha sido escaso, considerando que hoy la comuna sufre más los impactos negativos de la actividad minera, que el goce de sus beneficios, por lo que esta es una gran oportunidad de plantear un trato más justo para con estos posibles “nuevos vecinos”.

La invitación es a informarse, participar, tener una postura crítica y demandar un discurso claro de las autoridades comunales, para sacar así sus propias conclusiones de manera informada y responsable.

Manuel Pizarro M. Ingeniero Ambiental

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