Se desprende plataforma antártica




La temperatura en la Antártica está aumentando. En los últimos 50 años la temperattura aumentó en un promedio de 2,5 grados lo que significó el derretimiento de 25 mil Kms cuadrados de hielo

Fotos satelitales tomadas por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) indican que una amplia plataforma de hielo se desprendió la semana pasada de la Antártida.
Durante los últimos días uno de los puentes de hielo que unen la plataforma Wilkins a las islas circundantes se desplomó.
La plataforma se ha estado alejando desde los años 90, pero los científicos afirman que esta es la primera vez que pierde las conexiones que la anclan en su lugar.
La fotografía de ESA muestra como una franja de hielo de unos 40 kilómetros que ancla la plataforma se quebró en su punto más estrecho.
Calentamiento global
La Wilkins, ahora del tamaño de Jamaica, es una de 10 plataformas en la Península Antártica que se han encogido o desplomado en años recientes.
Dicen que el desplome del puente de hielo es causado por el calentamiento global y podría ser la primer señal del desprendimiento total de la plataforma de la Antártida.
Las temperaturas en la Península Antártica han subido unos tres grados centígrados durante los últimos 50 años, la tasa de calentamiento más alta en el hemisferio sur.
Algunas de las plataformas de hielo se habían mantenido en su lugar durante miles de años y los científicos estiman que tomarían siglos para formarse.
El desprendimiento de las plataformas de hielo promueve el derretimiento de los glaciares que, a su vez, incrementaría los niveles de los océanos.
Fuente: http://www.bbc.co.uk

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¿Mañana la Antártica?
Redacción BBC Mundo


Las condiciones climáticas son mucho más severas en la Antártica que en el Ártico.
Hoy, la discusión está centrada en los vastos recursos que se concentran a pocos kilómetros de las costas del Polo Norte: según científicos estadounidenses, en la región hay reservas de crudo suficientes para suplir la demanda mundial actual por un período de tres años.
Sin embargo, en un futuro no muy lejano, el foco de la polémica podría estar exactamente en el polo opuesto: la Península Antártica.


Además de poseer grandes depósitos de minerales valiosos, los científicos han encontrado allí yacimientos de carbón y se estima que en su plataforma continental hay importantes reservas de petróleo y gas.
A diferencia del Polo Norte, la Península está protegida por el Tratado Antártico -suscrito en 1959 y refrendado por el Protocolo de Madrid que rige hasta 2041- que prohíbe la explotación de sus recursos naturales a menos que sea con fines científicos.

Demasiados riesgos

Se estima que los recursos energéticos de la Antártica son mucho mayores que los del Ártico.
La idea de establecer un estatuto jurídico internacional para la Antártica surgió en 1957, cuando la Guerra Fría permitía la posibilidad de que alguna de las potencias explotara los recursos de la región, y al mismo tiempo mostraba que la colaboración científica podía ofrecer experiencias positivas.
Los objetivos del tratado fueron precisos desde el inicio: promover el libre intercambio de investigaciones científicas. El artículo 4º expresa claramente que no se reconocen reclamos territoriales ni se aceptan disputas al respecto.
Pero el hecho de que hasta el momento no se hayan llevado a cabo explotaciones con fines comerciales no es sólo mérito del tratado.
Según el Profesor Ivan Briscoe, de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE), "no hay exploración debido a la enormidad de riesgos, peligros y costos en que incurriría una exploración en el continente, dado que las condiciones ambientales son extremadamente difíciles".
"La cantidad de hielo que se mueve de un lado a otro, los vientos fenomenales, el frío, las dificultades en la comunicación" añadió Briscoe, "ponen en peligro la vida de los científicos y cualquier intento de extraer petróleo sería extremadamente peligroso".

La cantidad de hielo que se mueve de un lado a otro, los vientos fenomenales, el frío, las dificultades en la comunicación ponen en peligro la vida de los científicos y cualquier intento de extraer petróleo sería extremadamente peligroso


Ivan Briscoe, FRIDE
En este sentido, el Polo Norte, debido al descongelamiento producto del calentamiento global, se ha transformado en un ambiente menos hostil para la actividad humana.
Pese a que las ventajas del Ártico frente la Antártica parecen evidentes, la pugna por la Península permanece latente.
El año pasado, el diario británico The Guardian aseguró que el Reino Unido buscaría ampliar sus derechos de soberanía sobre el lecho marino que rodea una vasta porción de territorio Antártico que reclama como propios.
Esto le permitiría explotar un área de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados.
En mayo de 2009 vence el plazo para que los países que tienen soberanía en la región presenten ante la ONU sus propuestas -basadas en la investigación científica- para reevaluar sus límites submarinos.

Futuro no tan lejano
¿Pero qué sentido tiene hacer esta clase de reclamos cuando el tratado prohíbe la explotación de petróleo, gas y minerales para otros usos que no sean científicos, y deja fuera todo intento de soberanía?

Los países observan el protocolo porque en la práctica es imposible hacer exploraciones


Iván Briscoe, FRIDE
"El Protocolo de Madrid impone el límite hasta 2041. Además, los países observan el protocolo porque en la práctica es imposible hacer exploraciones. Si cambia la relación de las fuerzas en cuanto a la exploración, no creo que ese protocolo tuviese mucha fuerza real", señala Briscoe.
Y por otra parte, ir poniendo un pie en el futuro, no parece una mala idea.
"Hoy el tema no está sobre la mesa, pero si pensamos a largo plazo, en los próximos 100 o 200 años, si jugamos al ajedrez estratégico de los intereses internacionales, la situación cambia bastante, porque en ese punto, la lucha por los recursos naturales va a ser importante, en el contexto del cambio climático", aseguró Briscoe.
Así, 2041 ya no parece una fecha tan lejana.
"Es por eso", señala el analista, "que cada país poderoso busca tener un pie en los lugares que puedan proveer una ventaja comparativa".
Y agrega: "Si existe hoy en día la posibilidad de tener una cierta seguridad jurídica acerca de los reclamos, es una ventaja para el futuro. Por ejemplo China, recientemente, ha puesto su tercera base de investigación científica en la Antártica".
Puede que el Polo Norte sea el tema de hoy, pero la Antártica será el del futuro.


En el contexto del cambio climático, la lucha por los recursos naturales continúa ganando terreno.

Fuente BBCnews

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