ESPAÑA: Aparición de corrosión en los generadores de vapor de Almaraz II




Ecologistas en Acción y Greenpeace califican de muy grave el problema de corrosión que ha sido detectado en los nuevos generadores de vapor de la central nuclear de Almaraz II (Cáceres), tras las inspecciones de los tubos en U que se han realizado en las últimas semanas en estos componentes, y sobre el cual el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) guarda un silencio incomprensible e inaceptable. La central nuclear de Almaraz ya se vio obligada a cambiar en 1996 los generadores de vapor originales a causa del grave deterioro ocasionado por la corrosión.
Ecologistas en Acción y Greenpeace califican de muy grave el problema de corrosión que ha sido detectado en los nuevos generadores de vapor de la central nuclear de Almaraz II (Cáceres), tras las inspecciones de los tubos en U que se han realizado en las últimas semanas en estos componentes, y sobre el cual el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) guarda un silencio incomprensible e inaceptable.
El problema es especialmente grave dado que la misma situación se produjo hace ya doce años en los generadores suministrados originalmente por Westinghouse, lo que obligó a cambiar los 12 generadores de vapor de las centrales nucleares de Almaraz I y II (Cáceres) y de Ascó I y II (Tarragona) por estar afectados por graves fenómenos de corrosión.
Los generadores de vapor son unos cilindros de varios metros de alto y un par de metros de diámetro que contienen en su interior un gran número de tubos en U, por los que circula el agua caliente a presión del circuito primario, agua altamente radiactiva por estar en contacto con el núcleo de uranio del reactor.
En un reactor de agua a presión, como los de Almaraz y Ascó, estos generadores de vapor son las piezas que trasfieren el calor del agua radiactiva (muy caliente y a mucha presión) de la vasija del reactor (circuito primario) al agua del circuito secundario de refrigeración, que al perder presión hierve y produce vapor de agua que mueve la turbina.
Durante los años 90, estos tubos sufrieron serios fenómenos de corrosión y los responsables de las cuatro centrales se vieron obligados a ir taponándolos paulatinamente con el fin de evitar las fugas de agua radiactiva del primario al secundario. Finalmente, cuando el número de los tubos taponados fue lo bastante alto, se vieron obligados a sustituir los doce generadores de vapor, con un coste de unos 120.000 millones de pesetas de la época (unos 20 millones de euros). La empresa ENSA fue la encargada de la fabricación y del cambio de los generadores.
Greenpeace y Ecologistas en Acción denuncian que en las inspecciones realizadas en los tubos en U de los generadores de vapor de Almaraz II durante la recarga se han vuelto a encontrar fenómenos de corrosión en los tubos de sus tres generadores de vapor. Esto obligará a los explotadores de la central a caras reparaciones y quizá a un nuevo cambio de los generadores.
Los motivos para la corrosión son la acción combinada de las sales disueltas en el circuito primario de refrigeración y el pandeo de los largos tubos, sujetos por un sistema conocido como nido de abeja. Y esto a pesar de que en el cambio de los 90 se aseguraba que estos fenómenos no volverían a producirse.
Se trata de una grave noticia justo cuando están a punto de cumplirse los treinta años de funcionamiento de la central, cuando se quiere proceder a una ampliación de potencia de las dos unidades y cuando se van a acometer las obras de construcción de las torres de refrigeración que salven el grave problema del calentamiento del agua del Tajo. Para estas organizaciones lo más sensato es dejar de tirar el dinero en inversiones en estas peligrosas instalaciones atómicas y proceder a su cierre. www.ecoportal.net

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