Siguen presos los manifestantes antirepresas en Brasil




Justos y pecadores

Son cada vez más las figuras brasileñas que se suman al pedido de liberación de los cuatro integrantes del Movimiento de Afectados por Represas (MAB por su sigla en portugués), que están encarcelados desde el 26 de abril en el Estado norteño de Pará, donde los conflictos territoriales son moneda corriente.
Esa jornada, durante una movilización para denunciar los impactos ambientales de la represa de Tucuruí, que se construyó hace 25 años sobre el río Tocantins, fueron detenidos 18 militantes del MAB, luego 14 de ellos fueron liberados y los cuatro restantes permanecen tras las rejas, imputados por cargos de secuestro e invasión de propiedad privada.
La jueza que tiene a su cargo el expediente responsabiliza a tres hombres y a una mujer por ser los “organizadores” de la protesta, que incluyó la ocupación de las instalaciones del complejo hidroeléctrico. Las obras de Tucuruí, la mayor generadora de energía eléctrica de Brasil, desplazaron de sus hogares a unas 32 mil personas, según el MAB, y suministra servicios a precios tarifados a grandes empresas siderúrgicas y mineras.
“Hicimos un estudio en el Estado y los únicos presos políticos en Pará son esos cuatro compañeros del MAB. Es una vergüenza, para un estado parlamentario, lo que ocurre aquí”, afirmó a la Radioagencia de Noticias do Planalto la integrante de la coordinación nacional del MAB, Daiane Hohn.
“Quien lucha por sus derechos no merece ser criminalizado”, afirmó por su parte el senador paraense José Nery (PSOL), mientras que la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) emitió un documento que afirma que la justicia brasileña siempre termina tratando peor a los trabajadores y los sectores más desprotegidos.
Para mantener esa teoría, la CPT recordó que el mismo Tribunal de Justicia de Pará otorgó en menos de 48 horas un recurso de hábeas corpus a un banquero acusado de crímenes contra el patrimonio y tentativa de soborno, mientras que no le otorga garantías mínimas a estos cuatro militantes del MAB.
La CPT alude a otro episodio que sucedió en Pará también en abril. En una manifestación frente a una estancia del banquero Daniel Dantas, nueve militantes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) resultaron heridos, pero los guardias de seguridad responsables del ataque siguen en libertad.
Dantas es uno de los empresarios más poderosos de Brasil y milagrosamente está en prisión desde julio del año pasado, cuando ya no hubo margen para ocultamientos y se pudo comprobar su responsabilidad en un entramado de negocios financieros, fraudes societarios, lavado de activos, defraudación fiscal y espionaje telefónico.

Foto: http://internationalrivers.org

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