Los verdaderos errores del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)






Por Mario Cuéllar

El error sobre la desaparición de los glaciares del Himalaya y mucha desinformación por parte de los negacionistas climáticos no debe hacernos pensar que esto cuestiona la evolución del cambio climático antropogénico. Por el contrario, el mayor “error” del IPCC es haberse quedado corto en algunas previsiones y haber sucumbido a las presiones de algunos gobiernos y corporaciones.
A pesar de que mucha gente piense que el efecto invernadero es un descubrimiento reciente, la realidad es que fue descubierto por Fourier en 1824, que la capacidad de retener la radiación infrarroja por parte del CO2 y otros gases fue medida por Tyndall en 1859, que la sensibilidad climática fue computada por Arrhenius en 1896 y que desde 1950 los fundamentos científicos del cambio climático son bien conocidos. Por ello, la mayoría de los textos básicos educativos que se utilizan en colegios e institutos recogen la física básica de la atmósfera como recogen las leyes de Newton o de Faraday.
Los informes del IPCC muestran bastante bien el estado actual de la ciencia del clima y las proyecciones a futuro siempre se dan en base a probabilidades y no a cantidades absolutas. Sorprende que no se hayan dado cuenta de los errores comentados en las últimas fechas por el negacionismo desde 2007 (fecha en la que se publicó el informe de 2800 páginas del IPCC AR4): glaciares del Himalaya, peligro de la subida del nivel del mar en Holanda, producciones agrícolas en África, la tendencia de las pérdidas en desastres y la desaparición del Amazonas y más bien todo parece responder a una campaña orquestada que continua tras el hackeo de los correos de la Universidad de East Anglia. Todo ello, mezclado con noticias directamente falsas, manipulaciones de estudios científicos y acusaciones de fabricar “mentiras” como ha sido el caso del glaciar la Maladeta y nuestro lamentable error al confundir metros con milímetros.
De todo lo comentado, sólo el error del Himalaya fue cierto, se pidieron disculpas y se corrigió. Aunque como siempre, se puso el foco en el error obviando la perspectiva global y titulando en algunos casos que “era una predicción central del IPCC”, aunque esta predicción no aparecía en ningún Resumen para Políticos, ni en el Informe de Síntesis. El error del nivel del mar en Holana fue más bien un error del gobierno de Holanda que dio la información de que “el 55% de su territorio está por debajo del nivel del mar” cuando en realidad (fue corregido por el propio gobierno holandés) era el 29%. El negacionismo atribuyó el error al IPCC, cuando el gobierno holandés corrigió la información, ya no fue mostrada.
Sobre los cultivos y la perdida de productividad agrícola en África de hasta un 50% se tituló en el Sunday Times como “AfricaGate” porque el estudio fue realizado por un experto marroquí, Ali Agoumi y no estaba, según el periódico inglés, revisado por pares. Sin embargo, el estudio era un resumen de estudios técnicos e investigación realizado para la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y era una referencia del IPCC perfectamente legítima. De nuevo, se puso el foco donde interesaba obviando un estudio informaba de la posibilidad de reducir los efectos negativos del cambio climático en los cultivos mediante la adaptación (Benhin, 2006) y otro estudio (Thornton et al., 2006) decían que la situación podría mejorar bajo el cambio climático, por una combinación de subida de temperaturas y cambios en las lluvias en Mozambique y Etiopia.
Las tendencias en las pérdidas por desastres meteorológicos tenía detrás un estudio de Muir-Wood, aunque había una gráfica que el equipo autor del IPCC no compartía plenamente (lo que entra dentro del debate científico y no puede ser calificado como “error”) y la pérdida de la Amazonia por su sensibilidad a la sequía se basaron en la descontextualización de la información y en afirmar que, en el caso de la selva amazónica, la afirmación de que el 40% de ese territorio podría reaccionar drásticamente si hay una pequeña reducción de la precipitación venía de un estudio de la WWF, aunque se “olvidaron” de que este estudio venía de un artículo publicado en Nature en 1999 por Nepstad et al.
Un detalle muy importante en todo esto, es que el informe del IPCC tiene 18000 referencias en el AR4, la gran mayoría de estudios revisados por pares. Comentaba Libertad Digital que en ese informe “había 16 trabajos del WWF y 8 de Greenpeace” (1). Mejor no calculamos el porcentaje que eso supone en el informe del IPCC, no sea que al autor de esta noticia se le caiga la cara de vergüenza. La técnica es vieja y conocida. Soltar la basura informativa como el caso de Phil Jones, de villano manipulador (2) a héroe escéptico (3) en sólo unas semanas. Eso si, tergiversando sus palabras y sus trabajos (4) y cuando muestra que todo era correcto, (5) ocultándolo.
Lo que no se molestan en recordarnos los que retuercen los errores del IPCC son los datos en los que el último informe se ha quedado corto, como se mostraba en la “Diagnosis de Copenhague”. Estos son:
- El derretimiento estival del hielo marino del Ártico se ha acelerado, superando considerablemente los pronósticos de los modelos climáticos. La zona de derretimiento del hielo marino en 2007-2009 fue un 40% que la predicción promedio de los modelos climáticos del IPCC AR4.
- Los satélites muestras un aumento mundial del nivel del mar de (3,4 mm/año) en los últimos 15 años, del 80% por encima de las predicciones del IPCC. Este aumento concuerda con la duplicación de la contribución debida a la fundición de glaciares, casquetes polares y capa de hielo de la Antártida occidental.
- Hacia el año 2100, el nivel del mar promedio probablemente se eleve a por lo menos el doble de lo pronosticado por el IPCC AR4.
- Reiterando el tema de la Amazonía, elementos vulnerables como las capas de hielo continentales, la selva amazónica, los monzones de África Occidental podría ser forzados a un cambio abrupto e irreversible si el calentamiento continúa.
Con todo, lo más grave del IPCC fue pensar que las emisiones mundiales de dióxido de carbono y otros gases invernadero iban a estabilizarse y se sitúan ahora (a pesar de la crisis) bien por encima de las peores previsiones. En 2008, fueron de casi un 40% más altas que en 1990, lo que constata el fracaso del protocolo de Kyoto, las medidas voluntarias y los Mecanismos de Desarrollo Limpio. Con lo que ha aumentado considerablemente la probabilidad de llegar el aumento de 2ºC en la temperatura global. ¿Pudo haber presiones para emitir resultados más conservadores?
El hackeo de los correos de la Universidad de East Anglia y esta campaña de desinformación prueban que hay fuertes intereses de algunos estados y muchas corporaciones relacionadas con el petróleo y otros combustibles fósiles para evitar que haya acuerdos de reducción de emisiones de gases invernadero. Esto se consigue, creando la incertidumbre en la sociedad para que ésta piense que realmente no hay un problema y se desmovilice. Hemos visto lo que son capaces de hacer; un ataque coordinado a una universidad del que aún no se ha conseguido averiguar quienes han sido los autores y una intensa campaña de intoxicación informativa. Por lo que, ya podemos estar preparados a lo que deben estar organizando a medida que nos acerquemos a la cumbre de México. ¿De qué forma harán la guerra sucia? Volvamos a los libros básicos que explican la ciencia, pensemos en global y no nos dejemos envenenar con la información. www.ecoportal.net
Globalízate
www.globalizate.org
Referencia:
Este artículo es un resumen del aparecido en Realclimate: 
http://www.realclimate.org/index.php/archives/2010/02/ipcc-errors-facts-and-spin/

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