El aumento de la acidez amenaza los océanos






El incremento de las emisiones de dióxido de carbono derivadas de la actividad humana está provocando peligrosos cambios en la química y ecosistemas de los océanos del mundo, advertían hoy científicos marinos internacionales.
'Las condiciones del océano ya son más extremas que aquellas experimentadas por organismos vivos y ecosistemas durante millones de años,' señalan los investigadores en el último informe de la revista Trends in Ecology and Evolution (TREE).
'Esto enfatiza la urgente necesidad de adoptar políticas que reduzcan drásticamente las emisiones de CO2.'
La acidificación del océano, a la que los investigadores llaman el 'demonio gemelo del calentamiento global', se produce cuando el CO2 emitido por la actividad humana, principalmente debido a la combustión de combustibles fósiles, se disuelve en los océanos. Ocurre de forma independiente pero en combinación con el calentamiento global.
'La evidencia recopilada por científicos de todo el mundo durante los últimos años sugiere que la acidificación del océano podría representar una amenaza a la biología de nuestro planeta igual o incluso peor que el calentamiento global,' dice el profesor Ove Hoegh-Guldberg, coautor de la ARC Centre of Excellence for Coral Reef Studies y la Universdiad de Queensland.
Más del 30% del CO2 liberado procedente de la combustión de combustibles fósiles, producción de cemento, deforestación y otras actividades de origen humano va a parar a los océanos, haciéndolos cada vez más ácidos.
'La acidificación resultante impactará en muchas formas de vida marina, especialmente organismos cuyos caparazones o esqueletos están hechos de carbonato de calcio, como corales y moluscos, pudiendo interferir en la reproducción de las especies de plancton, parte vital de la cadena alimenticia de la que dependen peces y otras formas marinas,' añade.
Los científicos dicen que hoy en día existe una persuasiva evidencia de que las extinciones en masa a lo largo de la historia de la Tierra, como la 'Gran Extinción' hace 251 millones de años y otra extinción hace 55 millones de años, estuvieron acompañadas por acidificaciones del océano, mortales para muchas especies incapaces de hacerles frente.
'Estos periodos en el pasado pueden servir como lecciones magistrales de lo que podemos aguardar que ocurra en el futuro si seguimos con niveles de acidez aun más elevados,' señala el autor principal Dr. Carles Pelejero, en el ICREA y del Instituto de Ciencia Marina del CSIC en Barcelona, España.
'Dados los impactos observados en los restos fósiles, no hay duda de la necesidad de reducir inmediatamente el ritmo de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera,' añade.
'Actualmente la superficie del agua de los océanos ya se ha acidificado en 0,1 unidades de pH de media con respecto a los niveles preindustriales y estamos viendo signos de dicho impacto incluso en océanos profundos,' dice la Dra. Eva Calvo, del Instituto de Ciencia Marina del CSIC.
'La acidificación futura depende de la cantidad de CO2 que emitan los humanos a partir de ahora, pero varias proyecciones indican que en el 2100 los océanos se habrán acidificado entre 0,3 y 0,4 unidades más, que es superior a lo que muchos organismos como los corales pueden soportar,' dice el Profesor Hoegh-Guldberg.
'Esto creará condiciones no contempladas en la Tierra desde hace al menos 40 millones de años.'
'Estos cambios están teniendo lugar a un ritmo 100 veces más acelerado con respecto a aquellos habidos durante las últimas decenas de millones de años.'
Bajo tales circunstancias 'Probablemente las condiciones a lo largo de la próxima década se hagan muy adversas para las especies compuestas de calcio en el Atlántico Norte y Pacífico y en el Océano Antártico en el transcurso de la próximas décadas,' advierten los investigadores.
A parte de impactar directamente en la industria pesquera y en su contribución en el abastecimiento del alimento para los humanos en un momento en que la demanda global de alimento se ha duplicado, una extinción en los océanos afectaría a aves y a muchas especies terrestres y cambiaría profundamente la biología de la Tierra como conjunto, añade el profesor Hoegh-Guldberg. (Fuente)
ARC Center of Excellence for Coral Reef Studies

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Un trabajo del CSIC alerta sobre la amenaza de la acidificación para los océanos por las emisiones de CO2


Según las conclusiones del estudio, a finales del siglo XXI se alcanzarán niveles de acidez intolerables para muchos organismos marinos. Liderado por investigadores del CSIC, el trabajo advierte sobre la necesidad de reducir drásticamente las emisiones de CO2
Las emisiones antropogénicas de CO2, además de provocar el calentamiento global, alteran la química de las aguas del océano, conduciéndolas hacia una progresiva acidificación, con importantes repercusiones para los organismos marinos, sobre todo para aquellos que construyen caparazones o esqueletos de carbonato cálcico, como los corales o los moluscos. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio dirigido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que aparecerá publicado en Trends in Ecology and Evolution.
El estudio, que se ha basado en el análisis de los cambios de acidez marina reconstruidos a lo largo de la historia de la Tierra, pone de manifiesto la magnitud y gravedad del cambio antropogénico en la química marina. Según los autores, a finales del siglo XXI se alcanzarán niveles de acidez intolerables para muchos organismos marinos y se llegará a condiciones sin precedentes en los últimos 40 millones de años.
El director de la investigación, Carles Pelejero, del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC y de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats, ha contado con el apoyo de Eva Calvo, investigadora del CSIC en el mismo instituto, y Ove Hoegh?Guldberg, del Centro de Excelencia de Estudios de Arrecifes de Coral y de la Universidad de Queensland (Australia).
Revisión histórica de los océanos
Carles Pelejero explica el proceso de acidificación oceánica: Podría considerarse el hermano malvado del calentamiento global. La acidificación ocurre a medida que el CO2 emitido por las actividades humanas, derivado fundamentalmente de la quema de combustibles fósiles, se disuelve en los océanos. Es un proceso independiente del calentamiento global, aunque tiene su mismo origen, las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono”.
Más del 30% de las emisiones de CO2 pasa directamente a los océanos, que se vuelven progresivamente más ácidos. La acidificación perjudica a muchas formas de vida marina, pudiendo interferir, por ejemplo, en la productividad del fitoplancton, que constituye una parte vital de las redes tróficas, de las que dependen los peces, crustáceos y otras especies, muchas de ellas de gran importancia para el ser humano. “En unos momentos en los que la demanda global de alimentos se está doblando, el impacto de la acidificación sobre la industria pesquera y, por lo tanto, sobre el abastecimiento de comida, podría significar una importante perturbación socioeconómica”, explica Ove Hoegh?Guldberg.
Según la investigadora del CSIC Eva Calvo, “las aguas superficiales de los océanos se han acidificado unas 0.1 unidades de pH respecto los niveles preindustriales. La acidificación futura dependerá del CO2 que se emita a partir de ahora, pero las previsiones apuntan a que la acidez de los océanos pueda llegar a incrementarse en unas 0.3 o 0.4 unidades más a finales del siglo XXI”. “Estos niveles son intolerables para muchos organismos marinos, entre ellos los corales y los ecosistemas que sustentan. Estos cambios están sucediendo hasta 100 veces más rápido que durante las últimas decenas de millones de años, lo que llevará a condiciones sin precedentes en los últimos 40 millones de años como mínimo”, añade la investigadora del CSIC.
Asimismo, los investigadores advierten en el estudio sobre la “necesidad urgente” de reducir drásticamente las emisiones de CO2 ya que, según ellos, es muy probable que en cuestión de una o dos décadas, las latitudes más altas de los océanos Atlántico, Pacífico y Austral acaben siendo muy hostiles para los organismos que calcifican.
Para llegar a estas conclusiones, los autores han comparado las estimaciones actuales del pH de los océanos y las previsiones para finales del siglo XXI con datos derivados de estudios paleoceanográficos que reconstruyen la evolución de la acidez de los océanos durante los últimos centenares de millones de años.
Según los científicos, existen incluso evidencias de que extinciones masivas ocurridas en la historia de la Tierra, como la ocurrida hace 251 millones de años, fueron acompañadas de eventos pretéritos de acidificación oceánica, que habría contribuido en causar la mortalidad de especies que no pudieron resistir el cambio. “El estudio de estos períodos del pasado proporciona información muy valiosa sobre lo que podría ocurrir en el futuro si continuamos empujando la acidificación de los océanos hacia límites todavía más extremos”, añaden los científicos.
Carles Pelejero concluye: “La acidificación oceánica podría ser una amenaza para la biología marina de nuestro planeta igual, o quizás superior, a la del calentamiento global. En vista de los impactos que detectamos a través de los registros fósiles, no queda ninguna duda de que deberíamos reducir inmediatamente nuestras emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera, para lo cual deberíamos adoptar nuevas normativas cuanto antes”.

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CSIC 
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