Crece la avanzada extranjera "bajo tierra" para dominar las riquezas de la Argentina





Patricio Eleisegui

El movimiento expansivo que vienen llevando a cabo los capitales internacionales, con sus consiguientes efectos sobre la geografía argentina y la disponibilidad de los recursos locales, no sólo provoca el rechazo de ambientalistas sino que también motiva el surgimiento de acciones legales que apuntan a limitar el negocio de las mineras. En ese sentido, el diputado Fernando Solanas, líder de Proyecto Sur, acaba de presentar un proyecto que, de ser aprobado, prohibirá la explotación minera a cielo abierto. También inhibe la posibilidad de usar agua de ríos o vertientes para la extracción de minerales, y propone el establecimiento de monitoreos y multas con el fin de evitar acciones negativas sobre el medioambiente.


La avanzada de inversores y grandes corporaciones extranjeras sobre la Argentina no reconoce límites.
En una primera etapa, tal como diera cuenta iProfesional.com en diversas notas de investigación, esta avalancha de grupos foráneos derivó en un traspaso a manos foráneas de vastas extensiones de tierras, grandes reservorios de agua dulce, bosques, selvas, plantaciones y un sinfín de recursos naturales. A tal punto que la superficie bajo su dominio es comparable a la de todo el territorio uruguayo.
Sin embargo, esto es apenas una parte de la realidad. Existe otra, que viene dada por la toma de control del subsuelo argentino.
Es sabido que, en términos de minería, el país posee una riqueza envidiable. El problema es que quienes la explotan son otros. Y así lo harán por muchísimos años.
Oro, plata, cobre y uranio, entre otros materiales, son extraídos de la tierra para ser sacados del país y comercializados en otras latitudes.
Incluso la Argentina figura entre los principales poseedores de la llamada “materia prima del futuro”: el litio, elemento indispensable para la fabricación de autos eléctricos, baterías de celulares y notebook, entre otros usos.
Ahora bien, ¿quiénes son los que se benefician con esa riqueza digna de ser envidiada? Grupos económicos de Canadá, Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña, Suiza y Brasil.
Grandes corporaciones internacionales de dichos países son las que se han repartido el control y la extracción de estos minerales estratégicos.
El proceso (consistente en la extracción y posterior salida a otros destinos) no genera ganancia alguna para el país dado que, por la normativa vigente, las compañías no tienen obligación de ingresar a la Argentina la gran cantidad de divisas que perciben por los minerales extraídos.
Por ejemplo: la gran riqueza en oro que posee el territorio lo convirtió en el segundo productor regional. Sin embargo, el Estado apenas recoge el 3% de las ganancias en concepto de regalías.
Incluso ese porcentaje, explicaron especialistas a iProfesional.com, se reduce a apenas un 1,8 por ciento.
Esto es así dado que las empresas mineras gozan de un régimen por el cual se les permite descontar todos los costos relacionados con la extracción del material, del total a pagar a cada provincia.
“La minería de relevancia, más conocida como ‘megaminería’, es toda propiedad de compañías extranjeras en este momento. La participación argentina se redujo a la extracción de cales o materiales para el cemento. Las empresas locales, a lo sumo, pueden llegar a ser proveedoras. Pero la explotación de las principales riquezas está en manos de capitales externos”, enfatizó a iProfesional.com, María Fernanda Reyes, diputada nacional por la Coalición Cívica (CC).
“Una de las irregularidades más grandes pasa porque en sí, no se sabe a ciencia cierta qué es lo que se extrae exactamente. Muchas firmas declaran que explotan una cosa, pero en la misma extracción también se llevan otros tipos de minerales”, afirmó Reyes.
La diputada también hizo referencia a la detección de “muchos casos de contrabando de minerales” y señaló procedimientos un tanto difusos en las declaraciones juradas de algunas empresas.
Los “dueños” del subsuelo celeste y blanco
La Argentina cuenta con recursos clave, por su escasez y porque éstos revisten el carácter de “estratégicos”, de cara al futuro.
Y es por esta cuestión que hasta gigantes como China ya posaron su mirada en estas tierras (ver nota: Un “elefante asiático” avanza en silencio sobre empresas y sectores clave de Argentina).
En este contexto, y en lo que a la riqueza del suelo se refiere, grandes corporaciones de origen:
• Canadiense (Barrick Gold)
• Anglo-suiza (Xstrata Copper)
• Estadounidense (Coeur D’Alene)
• Australianas (BHP Minerals)
• Brasileñas (Vale do Río Doce)
Entre otras, son algunas de las “peso pesado” que controlan las grandes explotaciones que se realizan en estas tierras.
Tras una pormenorizada investigación, iProfesional.com, obtuvo el detalle de las principales explotaciones del país, sus respectivas ubicaciones, y las compañías que las controlan:
“En Catamarca una empresa extranjera acaba de comprar 117.000 hectáreas con una población adentro de 300 familias. Todo por la minería, que genera riquezas para las compañías de afuera y en la zona sólo deja daño ambiental” había asegurado a iProfesional.com Pablo Orsolini, diputado nacional de la UCR por el Chaco y ex vicepresidente de la Federación Agraria (ver nota:Buscan frenar avalancha de extranjeros, tras "adueñarse" de recursos clave del país).
”Precisamente Catamarca, Tucumán, La Rioja y San Juan son ejemplos de la contaminación de las aguas por el uso de arsénico para la extracción de oro”, resaltó.
No al IVA, Ganancias y otras cuestiones
El marco legal vigente no sólo habilita al capital extranjero para ejercer el control de recursos estratégicos, sino que además les permite obtener ganancias y pagar sólo regalías.
“Las empresas que se llevan los principales minerales de la Argentina, por leyes de promoción del sector, se ven exceptuadas de pagar IVA, impuesto al cheque y sellos, entre otros conceptos. También tienen beneficios en lo que hace al impuesto a las ganancias. Y carecen de la obligación de reingresar al país las divisas que obtienen por la venta del producto final en el exterior”, indicó Reyes, de la Coalición Cívica.
En efecto, desde 1993, tras la sanción de la ley 24.196, las mineras gozan de un régimen de estabilidad fiscal por el término de tres décadas, a partir de la fecha de presentación del estudio de factibilidad de un proyecto.
“Esto significa que todos los beneficios, exenciones, desgravaciones e incentivos no pueden modificarse por el término de 30 años. Este régimen alcanza a los impuestos directos, tasas y contribuciones impositivas, derechos aduaneros, y derechos de importación y exportación”, remarca el documento.


“En otras palabras, el régimen de estabilidad fiscal impide que la carga tributaria total de los sujetos alcanzados por estos beneficios pueda incrementarse por el término de 30 años, a nivel nacional, provincial y municipal. Los sujetos alcanzados no se ven afectados por la creación de nuevos impuestos, el aumento de alícuotas, la derogación de exenciones otorgadas, la eliminación de deducciones admitidas, etc.”, añade.
Reyes aseguró que, además, las compañías obtienen la restitución del IVA si sacan los minerales fuera de la Argentina, a través de los puertos patagónicos.
En ese sentido, el estudio de la Coalición Cívica precisa que, desde 1993, “el Estado reintegra un porcentaje sobre el valor de las exportaciones realizadas a través de los puertos incorporados a la ley aplicable, esto es, los puertos o aduanas al sur del Río Colorado”.
“La alícuota de reembolso se incrementa a medida que el puerto se encuentre en una zona más austral”, puntualiza.
Por otro lado, la imposición en su momento de retenciones al sector tampoco le significó a las firmas un desembolso de relevancia.
“Los derechos de exportación son apenas del 5 por ciento. En su momento, muchas provincias se opusieron a que éstos entraran en vigencia, por temor a que las empresas los declarasen como costos, como hacen con parte del 3% que deben pagar de regalías”, apuntó Reyes.
La legisladora sostuvo que, de sumarse todas las exenciones que benefician la labor de las compañías extranjeras, “éstas terminan dejándole prácticamente nada al país, mientras siguen sacando minerales a destinos como Francia o Alemania para su procesamiento”.
Oro y plata (por su histórico peso económico), cobre, zinc y plomo (por su permanente uso industrial), uranio y litio (por su riqueza energética), y potasio (clave para la agroindustria), son algunas de las materias primas que concentran los desembolsos de las corporaciones internacionales.
Ejemplos que asombran
1. El caso de Bajo de la Alumbrera (Catamarca): en términos de relevancia, este yacimiento aparece como el máximo exponente de esta “extranjerización” de la riqueza mineral.
Es controlado por la firma anglo-suiza Xstrata Copper y las canadienses Goldcorp y Northern Orion.
Bajo de la Alumbrera es considerada la mina de oro más importante del país. Mediante la aplicación de procesos de trituración, molienda y flotación en gran escala, el yacimiento genera unas 700.000 toneladas de concentrados por año, que contienen 190.000 toneladas de cobre y alrededor de 600.000 onzas de oro.
Este material, con el agregado de agua:
• Es bombeado hasta la provincia de Tucumán, través de un mineraloducto de 316 kilómetros.
• En esa provincia, la mezcla es filtrada en una planta de separación para luego ser trasladada por ferrocarril hasta Santa Fe.
• De ahí, el mineral es derivado a plantas de procesamiento en el exterior.
• El oro que se extrae tiene como destino final los mercados de China, India, Japón, Alemania, España y Finlandia, entre otros.
De acuerdo a fuentes especializadas del sector, las compañías que tienen a su cargo la explotación del yacimiento habrían sido denunciadas en innumerables oportunidades por la utilización indebida de fertilizantes corrosivos, y contaminación ambiental con arsénico, cadmio, cobre, mercurio, plomo y selenio.
2. El caso Pascua Lama (San Juan): también, en lo que hace a la explotación del metal precioso por excelencia, se destaca la canadiense Barrick Gold, que tiene a su cargo los proyectos Veladero y el controvertido Pascua Lama.
La empresa concretó este año una ampliación de su primer yacimiento, para así alcanzar una producción diaria de 85.000 toneladas de material, y puso en marcha su segunda iniciativa –que incluye trabajos en el lado chileno de la cordillera–.
Pascua Lama viene sufriendo críticas desde que la iniciativa fuera anunciada por estar ubicada en una zona rodeada de glaciares.
3. Pachón (San Juan): orientado a la extracción de cobre.
La explotación es controlada por Xstrata Copper, el yacimiento tiene una vida útil estimada de 25 años, y su producción está destinada a abastecer plantas de refinamiento en Japón, Corea, Taiwán y Norteamérica.
El yacimiento es rico, además, en molibdeno, un mineral de amplio uso en el desarrollo de aleaciones.
4. Agua Rica (Catamarca): representa otra de las grandes apuestas de las grandes corporaciones. A cargo de la australiana BHP Minerals, la inversión pautada para el desarrollo total del yacimiento es de $9.000 millones, y su actividad se ajusta a la explotación de cobre y oro.
Con inicio de producción pautado para 2012, Agua Rica enfrenta en la actualidad una fuerte oposición por parte de ambientalistas y personalidades del ámbito político.
La causa: la potencial contaminación de aguas y tierras por la aplicación de cianuro, sustancia que se utiliza para separar al metal precioso de otros elementos. En ese aspecto, la Unión Europea prohibió este año su utilización en la actividad minera, producto de su nocividad para el medioambiente.
5. Potasio Río Colorado (Mendoza): se destaca por el fuerte desembolso comprometido por la brasileña Vale para toda la iniciativa: 7.000 millones de pesos.
La pelea por la materia prima del futuro
Mención aparte merece la llamada batalla por el litio. En la actualidad, norteamericanos, japoneses, coreanos y chinos aparecen como los impulsores de una ola de proyectos y explotaciones que, con epicentro en la Puna argentina, acumulan desembolsos millonarios:
• FMC Minera del Altiplano –controlada por la estadounidense FMC Corporation.
• Ady Resources, bajo del dominio de una firma australiana.
• Lithium Ameritas, bajó la orbita de una compañía canadiense (asociada con la autopartista Magna).
Entre otras, son parte de una avanzada que, en pocos meses, ha venido sumando más participantes en esta contienda por hacerse del mineral.
Un proyecto para frenar la megaminería
El movimiento expansivo que vienen llevando a cabo los capitales internacionales, con sus consiguientes efectos sobre la geografía argentina y la disponibilidad de los recursos locales, no sólo provoca el rechazo de ambientalistas sino que también motiva el surgimiento de acciones legales que apuntan a limitar el negocio de las mineras.
En ese sentido, el diputado Fernando Solanas, líder de Proyecto Sur, acaba de presentar un proyecto que, de ser aprobado, prohibirá la explotación minera a cielo abierto. Es decir, el tipo de actividad que desarrollan hoy los gigantes del segmento.
La propuesta, también lleva la firma de Felipe Solá, Margarita Stolbizer, Jorge Obeid, Claudio Lozano y la entrevistada, María Fernanda Reyes, entre otros funcionarios.
También inhibe la posibilidad de usar agua de ríos o vertientes para la extracción de minerales, y propone el establecimiento de monitoreos y multas con el fin de evitar acciones negativas sobre el medioambiente.
El texto, al que accedió iProfesional.com, pone entre sus prioridades el cuidado de las fuentes acuíferas:
“Se utilizan y contaminan grandes cantidades de agua, que son el principal insumo en el proceso extractivo. Es obtenida de ríos, glaciares y acuíferos cercanos a los proyectos, a razón de varios cientos o miles de litros por segundo. En razón de ello, las explotaciones se sitúan en el origen de las cuencas hídricas y en las proximidades de las reservas de agua fósil”, se advierte en el proyecto.
“Según un estudio publicado por la Secretaría de Minería en relación al proyecto Veladero, en San Juan, el consumo nominal de un proyecto que ocuparía 360 personas funcionando en régimen sería de 3.250 m³/día (3.250.000 lts/día), es decir la cantidad de agua que consumiría un pueblo de 40.600 habitantes en un día".
En otro apartado, sostiene: “El proyecto La Alumbrera tiene una potencia instalada de 15.000 KW. La energía consumida se acerca a los 72.720 MWh/año” de modo tal que representa “el equivalente para abastecer a una ciudad de 48. 500 habitantes. Es la mayor empresa de la Argentina en términos de consumo eléctrico”, señala.
El documento va más allá: “Mientras se habla de crisis energética en el país y se solicita a la población utilizar lamparitas de bajo consumo, sólo este emprendimiento representa el 68% de todo el mercado provincial (catamarqueño) y el 15% del NOA (Noroeste argentino)”.
Así las cosas, queda claro que la riqueza estratégica del subsuelo argentino, de cara a los próximos años, resultará harto comprometida.
“Desde los 90 se ha creado toda la legislación posible para fomentar el saqueo. De esta forma,llevamos años de empresas llevándose los minerales casi gratis. De persistir en el tiempo, esto se terminará cuando ya no haya más nada que extraer del suelo argentino”, se quejó la legisladora.

Patricio Eleisegui - Julio 2010 - http://www.iprofesional.com
www.ecoportal.net

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