Una compañia brasileña mata a 280.000 tiburones por sus aletas
Una autoridad protectora de la conservación acusó el lunes a una compañia de Brasil de pescar ilegalmente 280.000 tiburones con el fin de alimentar el apetito de Asia por la aleta de tiburón.
El grupo brasileño Instituto de Justicia Ambiental (EJI) ha presentado una demanda contra la exportadora Sigel do Brasil Comercio exigiendo el pago de 800 millones de dólares en concepto de daños al medio ambiente.
'Ya que no podemos poner un precio a la vida, hemos calculado el impacto en el ecosistema,' decía Cristiano Pacheco, director del grupo.
Pacheco señala que la matanza masiva de estos depredadores tendrá un impacto negativo en el equilibrio entre las especies marinas.
Según información de Ibama, la agencia ambientalista de Brasil, la compañía capturó los tiburones en la costa noreste del estado de Para entre marzo de 2009 y mayo de 2010.
'Creemos que las aletas de tiburón se exportaban clandestinamente en contenedores al mercado asiático, probablemente desde los puertos de Río Grande do Sul,' señala Pacheco.
El elevado valor de la aleta de tiburón en los restaurantes asiáticos lleva a menudo a que los pescadores arrojen el resto del animal por la borda en violación a las regulaciones ambientales, informó Ibama.
En Brasil es ilegal separar las aletas del cuerpo muerto y agentes del gobierno informaron en mayo 3,3 toneladas de aletas de tiburón durante una sola redada a la compañía demandada por el Instituto de Justicia Ambiental.
'Es una situación extremadamente grave y tan solo representa una fracción de los tiburones que se están exterminando ilegalmente frente a la costa noreste de Brasil,' señala Pacheco. 'La pesca masiva e ilegal está provocando un daño irreversible en los ecosistemas oceánicos dado que los tiburones están en lo alto de la cadena alimenticia.'
El asunto de proteger a los tiburones a nivel mundial ha cobrado urgencia ante el aumento de la demanda de la sopa de aleta de tiburón en China debido al incremento del número de familias en la clase media.
En una cumbre de Naciones Unidas en mayo sobre la pesca en aguas internacionales, Stuart Beck, embajador de Palau, dijo que su país del Pacífico Sur esperaba impedir la matanza de 73 millones de tiburones al año por sus aletas. El año pasado Palau anunció la creación del primer santuario de tiburones del mundo con el fin de proteger a más de 130 especies que se enfrentan a la extinción.
También Hawaii se convirtió en mayo en el primer estado de Estados Unidos que aprueba una legislación que prohíbe la posesión de aletas de tiburón.
El grupo de Pacheco presentó la demanda contra Sigel do Brasil Comercio ante un tribunal federal en la ciudad de Belem, en la jungla amazona, donde está localizada la compañía. El grupo usó como argumento los registros de Ibama, los cuales muestran que la empresa capturó ilegalmente 25 toneladas de tiburón desde el 2009.
Fuente: Oceansentry.org
