Masiva movilización alemana contra la política pronuclear de Merkel








Rafael Poch
La Vanguardia

Retiran a uno de la vía, se pone otro. El masivo operativo policial, rodado en 30 años de experiencia, no daba anoche abasto para despejar la vía férrea en los últimos tramos del recorrido del tren nuclear alemán: once vagones con 123 toneladas de basura nuclear de las centrales alemanas con destino al controvertido y provisional cementerio nuclear de Gorleben.
Desde que el tren salió el viernes del centro de reprocesamiento de La Hague, en Francia, ha sufrido siete retenciones, cinco de ellas a lo largo de los mil kilómetros de su recorrido por Alemania. Anoche se decidía la séptima en la localidad de Harlingen, con 5000 ciudadanos bloqueando la vía a pocos kilómetros del destino.

La protesta cuenta con un amplio apoyo de la población local, como atestiguan las decenas de tractores bloqueando carreteras y los campamentos de acogida para gente de todo el país organizados por ayuntamientos y asociaciones. Hace más de 30 años, desde que se anunció el proyecto de ubicar en la antigua mina de sal de Gorleben el único cementerio nuclear del país, que la región está en pie de guerra. El movimiento entra ahora en su tercera generación, y va mucho más allá de querer impedir que lleguen a Gorleben once contenedores más, que se sumarán a los ya 91 allá depositados.

Se protesta contra la ampliación de la vida de las centrales recién aprobada por el gobierno, anulando el fin de la energía nuclear en Alemania para 2021 decidido por un gobierno anterior. Se protesta también, dicen los sociólogos, contra toda una manera de hacer política que está situando a la Canciller Angela Merkel y a su gobierno en niveles de desprestigio sin precedentes en las encuestas, pese a que la crisis económica apenas se siente en este país en términos de paro y previsiones de crecimiento. 

Entre 30.000 y 50.000 personas han acudido a esta antigua protesta junto a la ribera del Elba, que ahora rejuvenece de la mano de los nietos de quienes la iniciaron. Quien podía se encadenaba ayer a los raíles, o se tendía en ellos. Grupos bien organizados se han dedicado a extraer el balasto, la grava que sostiene el tendido férreo para impedir el paso del tren, un puro sabotaje que la Canciller Merkel ha calificado como "delito". 

Acceder a la vía no es fácil, pues un ejército de 17.000 agentes -un policía por cada dos o tres manifestantes- acompañados de todo tipo de máquinas, lanza gases, lanza agua, grúas, sierras y alicates gigantes capaces de cortar como papel cualquier cadena gruesa, ha venido vigilando e impidiendo acercarse al tendido. Miles de personas vagando entre el frío de la noche por los bosques de esta región ribereña del Elba, intentando llegar al vigilado tendido ferroviario, han participado, así, en un gran juego del gato y el ratón. Acompañados de grupos jurídicos, que observan las situaciones conflictivas –ha habido algunos enfrentamientos con un coche policial incendiado, algunas cargas policiales brutales, incluso contra periodistas, y doce manifestantes heridos- equipos médicos, diputados... Un enorme despliegue de organización en ambos bandos. 

La tercera generación que se opone a este cementerio y las estadísticas, que arrojan hasta un 70% de alemanes opuestos a las centrales nucleares, principalmente por el no resuelto problema de los residuos, otorgan una amplia legitimidad social al movimiento. No hay duda de que el tren llegará a su destino, pero la derrota del gobierno es obvia. "Es la arrogancia del poder lo que empuja a la gente a la calle", señala el Westfälische Rundschau.

Fuente: http://www.lavanguardia.es/internacional/noticias/20101108/54066890637/masiva-movilizacio-alemana-contra-la-politica-pronuclear-de-merkel.html

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Masiva protesta antinuclear en Alemania
Alemania vivió este sábado lo que se considera como una de las mayores protestas antinucleares en años.

Los antinucleares habían logrado paralizarlo unas horas.
La Policía retiró uno a uno a los 3.000 activistas esta mañana.
El movimiento antinuclear se ha recrudecido en Alemania.

El convoy de residuos nucleares que se dirige al depósito de basura atómica de Gorleben, en el norte de Alemania, ha llegado ya a Dannenberg después de que la policía despejara la vía y retirara, uno por uno, a los 3.000 manifestantes que bloqueaban la vía, anunció un portavoz policial. Ahora los contenedores serán trasladados hasta Gorleben en camiones por una de las dos carreteras disponibles, ambas de 20 kilómetros, un proceso que podría prolongarse durante horas ante la previsión de más protestas, "sentadas" masivas y bloqueos con tractores.
A menos de 50 kilómetros de su destino final
Las autoridades alemanas habían acordado este domingo detener el convoy cargado de residuos radiactivos a menos de 50 kilómetros de su destino final, el depósito de Gorleben (norte del país), por las continuas acciones de los activistas antinucleares.
La decisión se tomó por la noche, tras comprobar que en las actuales condiciones, sin luz, con las fuerzas de seguridad exhaustas y centenares de activistas junto a las vías, resultaba impracticable continuar la marcha, explicaron los sindicatos policiales. Oficialmente, la Policía ha señalado que se trata tan sólo de "una parada técnica". Mientras duró la sentada el convoy fue asegurado provisionalmente con alambradas y un amplio cordón policial que impidió a los manifestantes acercarse a la peligrosa carga. Esta mañana, y tras retirar a los activistas, se procedió a reanudar la marcha.
50.000 manifestantes
La llegada del convoy a Gorleben ha desembocado este fin de semana en bloqueos de vías y enfrentamientos violentos entre policías y activistas antinucleares, choques que han dejado varias personas heridas.
Buscan a toda costa retrasar el transporte de los residuos
Los antinucleares buscaban a toda costa retrasar el transporte de los residuos, encadenándose a las vías, descolgándose de puentes o desenterrando los raíles, con el objetivo de denunciar los riesgos de la energía nuclear.
Los organizadores estimaron que este fin de semana han congregado en Dannenberg, la localidad más próxima a Gorleben, a unos 50.000 manifestantes, entre los que destacaron cantantes, actores y líderes políticos de la oposición alemana. Por su parte, las fuerzas de seguridad han movilizado a unos 20.000 efectivos para proteger el tren, lo que supone su mayor despliegue para asegurar el transporte de basura radiactiva desde 2001.
Controvertido almacén
El controvertido tren abandonó el viernes la planta de reprocesamiento de La Hague (norte de Francia) con residuos radiactivos tratados procedentes originariamente de Alemania.
El almacén de Gorleben acoge ya contenedores con residuos radiactivos
Las protestas contra este tipo de energía en Alemania se han recrudecido tras la reciente decisión del gobierno de la canciller Angela Merkel de prolongar la vida de las centrales nucleares del país.
Además, sigue latente la polémica sobre la legalidad del cementerio de Gorleben, que acoge ya 86 contenedores "Castor" con residuos altamente radiactivos. Pese a sus dos décadas de existencia, este complejo es legalmente sólo un emplazamiento temporal, ya que los sucesivos gobiernos no han estipulado el emplazam ento de unas instalaciones definitivas para el almacenamiento permanente de los residuos radiactivos en Alemania.

Fuente: 20minutos.es

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Siguen protestas y debate político sobre energía nuclear en Alemania


Decenas de miles de activistas antinucleares alemanes continúan hoy las protestas contra el uso de la energía nuclear.
Según los organizadores, alrededor de 50 mil personas trataron de bloquear este fin de semana a un convoy de trenes con basura nuclear, procedente de la planta de reprocesamiento en la ciudad francesa de Le Hague.
En la noche de hoy los once contenedores especiales serán transbordados a camiones de plataforma baja para recorrer los últimos 20 kilómetros hasta el depósito final en la ciudad de Dannenberg, en el norte de Alemania, mientras miles de activistas y vecinos siguen bloqueando las calles.
Según estimaciones de la prensa alemana, las protestas de este fin se semana fueron los más grandes del movimiento nuclear desde décadas y en Dannenberg el movimiento antinuclear recibe el apoyo masivo de la población local.
Mientras las manifestaciones siguen, el debate llegó a Berlín. Este lunes, funcionarios del gobierno centroderecha de la canciller federal Angela Merkel atacaron a partidos opositores por participar en la protesta que causó -según los organizadores de las manifestaciones- alrededor de mil heridos.
Representantes de la oposición culparon al gobierno federal. Según Volker Beck, coordinador del grupo parronlamentario de Los Verdes, la prolongación de la vida útil de los 17 centrales nucleares "destruyó el consenso sobre el uso de la energía nuclear", altamente controvertido en Alemania.
El jefe del partido socialista Die Linke (La Izquierda), Klaus Ernst, responsabilizó al gobierno por las enfrentamientos masivos entre los casi 20 mil agentes de la policía y los manifestantes.
"En vista de los últimos acontecimientos, propongo una moratoria del acuerdo nuclear", dijo Ernst. La canciller Merkel, agregó, rompió la paz con la prolongación del funcionamiento de las centrales nucleares.

Fotos: EFE / Der Spiegel

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