Investigadores creen haber descubierto las causas de colapso mundial de las colonias de abejas




Son muchos los insectos que contribuyen a la fecundación de las plantas, pero cuando las abejas lo hacen el valor es de 152 mil millones de euros. Podemos decir que las abejas son unas verdaderas brokers de la economía mundial. Es por eso que los científicos están buscando una manera de detener las muertes en masa de los campeones mundiales de la polinización, que afectan a más del 30 por ciento de las colonias de abejas en Estados Unidos y más del 20 por ciento en Europa. Los investigadores han identificado algunas de las causas probables del Trastorno del Colapso de Colonias (CCD), incluidos parásitos que se alimentan de estos insectos, virus y hongos, exposición a plaguicidas y disminución de la diversidad de plantas que causan la mala alimentación de las abejas.
Las pérdidas son alarmantes no sólo para los fanáticos de la miel, sino para una gran parte del mercado agrícola global. Cincuenta y dos de los 112 cultivos más importantes del mundo -incluyendo manzanas, soja, cacao y almendras- dependen de la polinización. Un estudio de 2009 hecho por economistas ha puesto valor a la polinización por insectos, principalmente de las abejas, y la suma sobrepasa con creces los 100 mil millones de euros. Si a esto sumamos el aumento de la población humana, los observadores temen que la disminución de abejas profundizará la crisis mundial como consecuencia de los cultivos limitados y la natural subida del precio de los alimentos.
La amenaza para las abejas es internacional. Inglaterra perdió más de la mitad de sus colmenas en las últimas dos décadas y se está produciendo una desconcertante pérdida en Asia, América del Sur y el Oriente Medio. La fórmula mágica para acabar con el problema sigue fuera de nuestro alcance. Sin embargo, descubrimientos recientes están arrojando luz sobre las posibles respuestas al enigma. Algunos científicos culpa a cierto plaguicidas agrícolas como la clotianidina, vinculado a millones de muertes de abejas cerca de las zonas agrícolas. Está prohibida en algunos países europeos, pero sigue siendo aprobada por la EPA (Agencia de Protección Medioambiental, en sus siglas en inglés) y se utiliza comúnmente en los principales cultivos de Estados Unidos: el maíz, el trigo y la soja.
Otra amenaza son los parásitos como la Varroa destructor, que se aferra a una abeja y se alimenta de su hemolinfa, o abeja sangre, propagando un virus particularmente mortal para estos insectos. Para luchar contra las infecciones, Beeologics -una empresa dedicada a la biotecnología- está desarrollando un medicamento antiviral que explota un mecanismo de inmunidad materna y aumenta la tolerancia de las abejas a la enfermedad.
Otra posible causa de las muertes de abejas es la combinación de un virus y un hongo que se encontraron en muchas colonias de Estados Unidos el año pasado. Este dúo viral-hongo puede destruir la memoria de las abejas, sus funciones de navegación y contribuir al colapso de las colonias. Los apiarios comerciales están más afectados que los productores de miel independientes. Las abejas de los pequeños productores, que viven en un hábitat rural, tienden a ser más resistentes.

Vía | www.reuters.com
Fotografía | Orin Zebest

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