LA RESISTENCIA A LA MINERIA EN CHUBUT



Por Freddy Morado *

Ante las constantes manifestaciones de un sector de la sociedad, entre los que se encuentran los Intendentes de las localidades del Centro del Territorio Chubutense y más de un interesado en realizar buenos negocios gracias a nuestras reservas naturales, que pretende convencernos de que el desarrollo minero en gran escala es la única solución que queda para que los pobladores de la Meseta Central puedan solucionar los problemas que los aquejan desde hace ya varios años, es necesario decir a toda la comunidad que no bajaremos los brazos en esta lucha contra los grandes interese económicos que pretenden despojarnos de nuestro patrimonio natural.
Por todo ello “Encuentro para la Participación Popular” manifiesta:

1.- Que nos llama poderosamente la atención la insistencia del Sr Gobernador de provocar el debate sobre el desarrollo minero en la Provincia a solo setenta días de expirar su gestión de Gobierno cuando estuvo ocho años escondiendo a la comunidad todo lo que se hacía en relación a la minería desde el ámbito del Gobierno de la Provincia del Chubut.

2.- Que E.P.P. ya lo ha manifestado en reiteradas oportunidades pero siempre es bueno recordarlo:
a.- “Los recursos mineros en la República Argentina son Patrimonio inalienable de la Nación”
b.- “La actividad minera no puede generar daño en el suelo ni en su gente por mas beneficio económico que produzca”
c.- “El potencial minero no puede enajenarse ni comprometerse a través de mecanismos asociativos de dudoso beneficio para los intereses Nacionales y Provinciales”.
d.- “No rechazamos la actividad minera en tanto y en cuanto la misma responda a una necesidad cierta de la sociedad”

3.- Que somos conscientes de la realidad que viven los habitantes de la Meseta Central, donde la sequía, la ceniza volcánica, la falta de trabajo genuino, y la falta de oportunidades ha ido diezmando la economía de la región con las lógicas consecuencias que esas fatalidades conllevan en si mismas.

4.- Que somos conscientes también que el desarrollo minero no es la solución para esos chubutenses que esperan que las Empresas privadas multinacionales dedicadas a la exploración y explotación minera le solucione los problemas que no quiso, no pudo o no supo solucionarle el Gobierno Provincial que durante ocho años se jactó de decir que no había pueblos chicos ni pueblos grandes . Evidentemente, todos fueron iguales para el Sr. Gobernador, pero algunos fueron mas iguales que otros. No recibió el mismo tratamiento, por parte del Gobierno Provincial, Comodoro Rivadavia, Pto Madryn o Trelew que Gastre y Gan Gan. Y las pruebas están a la vista.

5.- Que estamos convencidos que las políticas de Gobierno generadas en quienes tienen la responsabilidad de gobernar, son las únicas que darán la posibilidad de crecimiento a la Provincia y soluciones a los problemas que aquejan a su gente. Y hacia allí debe apuntar toda gestión. Los demás vienen a saquear sin importarles las consecuencias.

6.- Que defendemos la vida y estamos en contra del desarrollo minero que, en las actuales condiciones solo traerá destrucción, contaminación y saqueo.

7.- Que sabemos de nuestra responsabilidad en la defensa de los intereses de la Provincia y ahí estaremos, en la calle, junto al resto del pueblo chubutense que no dudará en manifestarse cuando sea necesario y como sea, para evitar la modificación o derogación de la Ley 5001dandole posibilidad a las empresas extractivas de saquear nuestro territorio.

8.- Que coincidimos con algunos legisladores de la actual gestión en que todo este debate sobre minería debe darse en la futura gestión a iniciarse el 10 de Diciembre venidero, a pesar de que el Sr. Gobernador, Mario Das Neves, pretende soluciones rápidas y de último momento. Si ocho años no fueron suficientes para resolver este tema, mal podremos hacerlo en menos de setenta días..

9.- Que exigimos a los futuros legisladores del Parlamento Chubutense la mayor responsabilidad en la toma de decisiones cuando llegue la hora de decidir sobre el futuro minero en el Chubut. Por que en definitiva serán ellos, los 27 diputados, quienes decidirán sobre el futuro de todos nosotros, el pueblo del Chubut, que pretende un futuro de paz, tranquilidad, y bienestar para todos.

10.- Que pedimos al pueblo en su conjunto, que no baje los brazos, que luche y defienda lo que nos corresponde, que no es otra cosa que el derecho a la vida. Que independientemente de banderías políticas o posicionamientos ideológicos nos debe unir la lucha por la defensa de nuestro patrimonio y….el pueblo unido, jamás será vencido.

* Encuentro para la Participación Popular

Por Comunidad Ñamkulawen
Enviado por FASP Comodoro Rivadavia

Los megaemprendimientos mineros a cielo abierto, particularmente aquellos que exploran, explotan y extraen oro, lo han hecho desde principios de siglo XX en territorios de los Pueblos Originarios, sin su consentimiento, ni consulta, desplazando a comunidades enteras en África, India y en América.

A partir de un modelo de desarrollo neoliberal extractivista, han despreciado la existencia de modos de vida ancestrales y subestimando los saberes tradicionales, que permitieron sobrevivir a millones de personas.

Los Estados acompañan la actitud de las transnacionales, permitiéndoles su avance y difundiendo las bondades (si es que la muerte, puede considerarse una bondad) de la explotación minera: como única alternativa de desarrollo.

Acompañando todas las manifestaciones de rechazo al modelo económico y a las mineras en él, la lofche Ñamkulawen reivindica la articulación, de todos los sectores unidos en oposición a los emprendimientos mineros.

Declaración de los Equipos de Pastoral Social y Pastoral Aborigen- Diócesis de Comodoro Rivadavia

Por un desarrollo integral, solidario y sustentable

Los Equipos de Pastoral Aborigen y Pastoral Social de la Diócesis de Comodoro Rivadavia quieren manifestar su profunda inquietud ante las nuevas versiones que darían cuenta de una posible modificación a la Ley N º 5001, la primera Ley que reprueba la extracción megaminera del país, la cual fuera emulada por otras tantas provincias del país.

Dado el escenario político que se ha creado en vista a la renovación de autoridades a nivel provincial, y las recurrentes versiones que indicarían un incremento de la exploración y explotación minera en la meseta chubutense deseamos recordar algunas cuestiones e interpelar otras.

Como Iglesia chubutense, junto a otros actores sociales con los que compartimos el mismo espacio de ciudadanía, somos partícipes desde hace años de la misma honda preocupación acerca de la política extractiva en nuestra provincia. Esta voz se ha mezclado e integrado con otras voces que sienten la misma inquietud y tienen los mismos anhelos de un desarrollo que sea humano, integral, solidario y sostenible para los pobladores de nuestra provincia. Y desde nuestra visión tanto cristiana como ciudadana, abordamos este desafío que trasciende lo exclusivamente religioso, para buscar de abordarlo de manera integral. Ningún aspecto puede quedar fuera, ya que afecta a todas las dimensiones del ser humano.

Es por eso que desde hace años, los obispos patagónicos y sus equipos de Pastoral Aborigen y Social, se han manifestado recurrentemente respecto de este tema, rechazando firmemente una política extractiva megaminera con uso de explosivos y de insumos tóxicos cuyo poder de contaminación y producción de desechos, sabemos, traen efectos devastadores hacia recursos como el agua, el suelo, el aire y la luz, que son bienes comunes.

La tensión provocada por la lógica de un sistema mundial de producción ha generado una cultura consumista que hemos de cuestionar terminantemente, para garantizar un futuro común para todos: los que estamos y los que vendrán.

Por ello, definimos como un retroceso al actual estado de situación de querer modificar el marco regulatorio adaptando una ley que fuera el fruto de una lucha y reivindicación de todo un pueblo como lo fue aquel histórico “No a la mina” de Esquel.

Consideramos que aún no se ha dado un debate que analice en forma integral, orgánica y accesible a todos, acerca de las consecuencias de este tipo de extracción para poder definir o no su rechazo. Salvo la notable experiencia colectiva de Esquel y de otras convocatorias recientes, no ha habido espacios de debate público destinados a la población en general y con la participación de funcionarios y legisladores responsables de las decisiones que se toman. Además debemos considerar las deficiencias del sistema de representación política cuestionado por su fragilidad y falta de transparencia.

Debe mencionarse el enorme esfuerzo de distintos ámbitos de la sociedad civil (foros, vecinos autoconvocados, comunidades mapuche-tehuelches, colectivos ambientales, entidades de derechos humanos y otros ciudadanos), y de esta propia Iglesia, junto a otras confesiones, que han movilizado y motorizado espacios de intercambio y concientización en pueblos y ciudades de la provincia, para el conocimiento de las consecuencias de esta actividad.

Pero consideramos que es deber ineludible del Estado garantizar el acceso a toda la información posible y en forma exhaustiva de las consecuencias inmediatas y futuras, de la actividad megaminera. Rechazamos de plano dejar sólo en manos de las empresas -transnacionales- la responsabilidad de la información, habida cuenta de los poderosos intereses en juego que regulan la óptica de sus acciones.

Es sabido por todos que esta minería afecta directamente “los Derechos de las comunidades aborígenes, alterando su hábitat, y poniendo en riesgo la base de su subsistencia centrada en la ganadería ovina y caprina, agrediendo su cultura caracterizada por el respeto a la naturaleza y el amor a la madre tierra como fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano” (1).

“La Constitución Nacional (art. 75, inc. 17) y la Provincial (art.34) establecen su participación en la gestión referida a los recursos naturales y en los demás intereses que los afecten”. Por su parte el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, protege el derecho a la existencia colectiva, a la identidad cultural, a la propia institucionalidad y a la participación”(2) lo cual impone al Estado el deber de consultarlos obligadamente. Ellos deben ser los responsables y los protagonistas de su modo de vivir y de su cultura y de su destino. Aún no se han instrumentado los mecanismos que aseguren el respeto del derecho a la participación indígena, incluso facilitado los medios económicos necesarios y con los tiempos adecuados para que las instituciones representativas puedan ejercer estos derechos. Y esto es de indudable competencia del Estado

Vemos cómo se quiere instalar un discurso único acerca de los beneficios de los emprendimientos mineros, como única tabla de salvación para el sustento de pobladores y para el resto de la provincia, cuando no ha habido una verdadera, continua y sostenible política integral a través del tiempo, que les permitiera lograr cierto bienestar y calidad de vida, lograda por ellos mismos. Y donde dicha sustentabilidad, autóctona y genuina a sus raíces, debiera darse a partir de diversas áreas de promoción del desarrollo a beneficio de todos sin excepción. Como, por ejemplo, la utilización del acuífero “recientemente descubierto” para el desarrollo de los emprendimientos ganaderos existentes y futuros.

Este hecho ha provocado la fragmentación de la población en general contraponiendo conceptos tan atractivos como “desarrollo” y ” progreso” al de “sentido ético”, el cual es descalificado por su aparente inutilidad material. Sabemos que en nombre del progreso se ha cometido mucho daño irreparable para el planeta. Todos queremos progreso, pero no a cualquier costo y menos si hace peligrar la vida de las futuras generaciones.

Pero insistimos en que es “necesario instalar una visión ético-espiritual, -la cual supera el plano religioso y es propiedad de todas las personas- de profunda raíz histórica, cultural y ancestral para acordar decisiones compartidas, de manera responsable y comunitaria, interpelando y oponiendo otro modelo distinto al provisto por el sistema donde el afán de lucro y de explotación hiere permanentemente a los recursos de nuestro planeta” (3).

Nuestra provincia podría liderar otro tipo de propuesta de un “desarrollo alternativo, integral y solidario”, basado en una ética que incluya la responsabilidad por una ecología natural y humana, superando la lógica utilitarista e individualista”, donde los poderes económicos, tecnológicos y políticos no se someten a criterios éticos. (4)

Hoy necesitamos rescatar la actitud del cuidado y la protección como instrumentos para un “buen vivir”, como gesto amoroso que pretende preservar la herencia que recibimos del universo y de la cultura y garantizar verdaderamente un mejor futuro para todos. (5)

4 de Octubre de 2011.

Festividad de Francisco de Asís, patrono de la ecología

Citas:
(1)(2)(3)(4) Documento: “Reflexiones sobre la Megaminería ” Virginio Bressanelli scj, obispo de la Diócesis Comodoro Rivadavia y Comisiones Diocesanas de Pastoral Social y Pastoral Aborigen, 2009.
(5) “Críticos, creativos, cuidantes- textos breves”: Leonardo Boff, Centro Nueva Tierra, 2005.

Entradas populares de este blog

Científicos declaran oficialmente el fluoruro (flúor) como una neurotoxina

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Japón decidió deshacerse de todos los hornos de microondas en el país antes de finales de este año