Declaración de Teotihuacan 2012








Hacia la Cumbre de los Pueblos de Río de Janeiro, frente a la cumbre Río+20 de las Naciones Unidas.

La Cumbre de los Pueblos, paralela a la Cumbre Río+20 de las Naciones Unidas, a 20 años de Río92-Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas, tendrá lugar en Río de Janeiro, entre el 15 y el 22 de junio de 2012.

Desde los templos del Sol y la Luna, de la casa grande de Teotihuacán, reunidos un grupo de mexicanos preocupados por el desprecio de las sociedades industriales modernas hacia nuestra Madre Tierra y por las visiones vernáculas del mundo que integran al hombre con la naturaleza y el universo, queremos compartir nuestra palabra con todos los pueblos y naciones del mundo.

Convertir el crecimiento económico en un dogma destruye aceleradamente los fundamentos de la vida en la Tierra.

Desaparecen rápidamente las nieves perpetuas, los bosques antiguos, los animales que nos encantan; empeora por doquier el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos. Mueren los mares, los ríos, las selvas, los lagos, los arrecifes coralinos; se agotan los mantos freáticos, las pesquerías, los manantiales; el campo se envenena por la actividad agropecuaria industrializada, los megaproyectos y la urbanización dispersa; las ciudades se vuelven infernales por el uso del automóvil y la gran conglomeración; como cuerpos cancerosos, las ciudades aniquilan los campos y los mares a muchos kilómetros de distancia de ellas; se convierten en el centro de origen de todos los males modernos. Se acaba la convivencia humana y se disparan todas las violencias: intrafamiliar, escolar, laboral, inter comunitaria, internacional, mundial.

El horror, la tragedia se instalan en todos los rincones del mundo, allí donde viven los indígenas, los campesinos, los trabajadores, los pobres, los desvalorizados por la economía y la Tecnociencia, por el embate del crecimiento económico. La violencia contra los dones de la Madre Tierra es la misma que se ejerce contra las comunidades, los pueblos y las naciones oprimidas. Las catástrofes ambientales corren en el mundo juntas con las catástrofes sociales. Las mentes de los pueblos se empobrecen por los valores introducidos desde la primera infancia por el Estado y el Mercado. Las escuelas, las televisoras y el consumo cotidiano de tecnologías, colonizan las mentes y aniquilan las voluntades. Se imponen en el mundo como valores supremos: el poder, la codicia, el individualismo, la desmesura, el consumismo, la competencia, el espectáculo, la velocidad, la explotación del ser humano por el ser humano.

Los bancos, las empresas transnacionales, los gobiernos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las Naciones Unidas, los medios, las escuelas y universidades, se confabulan para impulsar un crecimiento económico que destruye aceleradamente los dones de la Madre Tierra, el tejido social y las culturas vernáculas, y que sólo beneficia al 1% que controla a estas empresas e instituciones. Los bancos, los mercados, el crecimiento económico, se han vuelto tan sagrados para los gobiernos que éstos no dudan en aplicar radicales medidas de violencia contra la sociedad inconforme con el desastre mundial generado por el dogma económico, tanto por medio de la abusiva publicidad política que satura los medios, como por medio de crecientes gastos en cuerpos militares, paramilitares, policiacos y de espionaje de ciudadanos.  El crecimiento económico oprime a la humanidad y la lleva a su extinción.





Los gobiernos poderosos, con EUA a la cabeza, preparan un gran golpe contra el Medio Ambiente y los dones de la Madre Tierra en la Cumbre Río+20 de las Naciones Unidas.

Desesperados por la gravedad de la crisis económica mundial, los gobiernos poderosos, con EUA a la cabeza, preparan un nuevo golpe contra los dones de la Madre Tierra y el Medio Ambiente en la Cumbre Río+20 de las Naciones Unidas, organización a la que tienen secuestrada desde hace muchos años; preparan, junto con los grandes bancos y las multinacionales, el lanzamiento mundial de una ominosa política, similar al desarrollo sustentable introducido en la Cumbre de la Tierra del 92 que tanto daño ha causado a los dones de la Madre Tierra. Han acordado introducir la Economía Verde, como gran solución mundial a las catástrofes ambientales y sociales que padecemos; como pervertida respuesta a las demandas sociales a favor de un ambiente limpio y la conservación de los dones de la Madre Tierra. Quieren abrir grandes oportunidades de negocios, con la aplicación de falsas soluciones en la conservación de los dones de la Madre Tierra y en la mejoría del Medio Ambiente; concretamente, quieren promover y legitimar los mercados de carbono, de servicios ambientales, de biodiversidad, los programas REDD+, los Mecanismos de Desarrollo Limpio, entre otros turbios negocios ambientales que constituyen el verdadero significado de la Economía Verde.

El gobierno mexicano, supeditado a las consignas de EUA y de los grandes financieros mundiales, no sólo ha entregado el petróleo, los minerales, los acuíferos, los suelos y los mercados de los mexicanos a los piratas internacionales, también participa en el consenso gubernamental que quiere imponer la Economía Verde; ha encubierto su apoyo a los piratas internacionales y a la Economía Verde, por medio de una “guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado” -que no quiere ni puede ganar- y una muy costosa campaña mediática nacional.

La creciente convergencia de los gobiernos con las empresas multinacionales agrava y profundiza otro proceso que se observa en la actualidad: la creciente pérdida de legitimidad o representatividad de los gobiernos y partidos políticos en la mayoría de los países del mundo, quienes en lugar de consultar a los pueblos para resolver los problemas ecológicos, económicos y sociales, dedican sus mejores empeños a defender a los dueños del poder económico; demasiados políticos se convierten ahora en ladrones compulsivos, en enemigos de sus pueblos y en obstáculos que impiden las soluciones de fondo de las problemáticas nacionales e internacionales.

En México, se ha librado en los últimos cinco años una guerra contra los pobres y los dones de la Madre Tierra, disfrazada de finanza y macro economía “disciplinada”, de combate al narcotráfico y de programa de inversión en infraestructura, desarrollo y combate a la pobreza. El saldo de esta nueva guerra: 10 millones de personas lanzadas a la miseria extrema -que se unen a los 20 millones previamente existentes; 70,000 muertos y 20,000 desaparecidos, causados por la violencia extrema, y una terrible destrucción ambiental causada tanto por la extracción abusiva de petróleo, minerales, agua y tierras, la construcción de la nueva infraestructura, la utilización de nuevas tecnologías, así como por la producción y distribución de enervantes.

Las nuevas tecnologías y los megaproyectos agravan el desquiciamiento social y las contaminaciones y aniquilan las riquezas naturales y culturales de los pueblos.

Las catástrofes sociales y ecológicas se construyen diariamente por medio de la Tecnociencia que propicia y facilita la construcción y operación de centrales nucleares, la extracción de petróleos en aguas profundas, en arenas bituminosas, en esquistos o pizarras(shale); la extracción de minerales a cielo abierto, con grandes cantidades de agua, dinamita y cianuro; las plantaciones transgénicas de árboles, maíz, soya, algodón; los grandes potreros y establos; la matanza industrializada de animales; la fabricación de armas, autos, aviones, trenes rápidos; la producción de alimentos, vestimentas, viviendas, edificaciones, equipos, instrumentos que dañan la salud humana y contaminan el medio ambiente;  la construcción de bases militares, presas, trasvases, súper carreteras, vías rápidas, grandes puentes, puertos, túneles, canales, torres, aeropuertos, refinerías, rellenos sanitarios, confinamientos de residuos peligrosos, desarrollos turísticos, ciudades industriales, universitarias, hospitalarias, de diversión, entre otros megaproyectos que al correr de los años implican un excesivo impacto social y ambiental.

Impulsada por universidades y centros de investigación científica y de altos estudios, la Tecnociencia sirve a los intereses del 1% de la población. Más de una tercera parte de los científicos del mundo se ocupa de investigaciones ligadas a fines militares. Quienes controlan la Tecnociencia, están perturbados por el exceso de poder, la pérdida de referentes, la desmesura y las adicciones más degradantes. La miseria cultural de las finanzas invade al mundo científico y tecnológico y degrada el arte y la belleza en el mundo.

Descrecer serenamente en lugar de decrecer dolorosamente, a causa de las nuevas políticas mundiales para impulsar el crecimiento económico: Hay formas eficaces para enfrentar la crisis del Sistema.

Desde siempre, los pueblos han contado con personas, grupos y comunidades que aborrecen la destrucción de los bosques, las selvas, los ríos, los lagos, los humedales, los mares, y la matanza y envilecimiento de los animales; que detestan la dependencia y la mala vida, el despilfarro y la arrogancia; que abominan la guerra, la opresión, la desigualdad. En las culturas milenarias todavía subsisten valores, costumbres y técnicas que resisten los embates de la ideología del progreso, del desarrollo y del crecimiento económico. Las comunidades antiguas fomentan la autonomía y la responsabilidad. Las antiguas técnicas para la construcción de techos, pisos, muros, aljibes, letrinas, cerámicas; para el cultivo de hortalizas, la cría y cuidado de los animales; para la caza y la pesca; para caminar largos trechos y empinados cerros; para la educación y la buena vida; resultan muy eficaces en la defensa de los dones de la Madre Tierra; fomentan la paz y la convivencia de los pueblos. En México, el movimiento zapatista de los pueblos de Chiapas ha dado al mundo una de las iniciativas políticas más importantes para hacer frente al desastre cultural, económico y político. La visión de las culturas mesoamericanas constituye un gran acervo espiritual de nuestro país.

Desde hace más de medio siglo, miles de grupos y millones de personas en el mundo han estudiado y experimentado alternativas a la tecnología industrial: han creado ecotecnias, para el cultivo de verduras, la producción de alimentos, la conservación del agua y otros dones de la Madre Tierra, el manejo de residuos, a construcción de viviendas, así como el cuidado de la salud, el aprendizaje, la organización de comunidades ecológicas. Estos ensayos con base en la ciencia, unidos a los conocimientos de las culturas milenarias ofrecen formas eficaces de enfrentar la crisis del Sistema.

La vida frugal, la reciprocidad, la complementariedad, la solidaridad, la cooperación, el respeto por los dones de la Madre Tierra, valores tan presentes en culturas milenarias y en algunos grupos sociales que han emergido en los últimos siglos, son elementos centrales en la resistencia frente a la urbanización e industrialización salvajes; frente a la finanza, el auto climatizado, la vida de consumo y el modo de vida de los estadunidenses. También lo son: el cultivo de alimentos para el consumo de la familia o la comunidad, el arte, las fiestas y rituales que contienen el espíritu competitivo, la violencia y la guerra; las redes de solidaridad, la desobediencia civil y la ocupación de las calles y plazas, son recursos que nos ayudan a frenar los sufrimientos y horrores producidos por el inevitable decrecimiento económico que sufren las sociedades condenadas al crecimiento; son medios que nos permiten descrecer serenamente y rescatar la buena vida que restaura nuestras relaciones con la Madre Tierra.

Frente a la catástrofe ambiental y social mundial convocamos a:

-Iniciar un proceso de descolonización del imaginario social que elimine los valores que el Estado y el Mercado le han impuesto al mundo en los últimos quinientos años; que subvierta y reoriente la occidentalización del mundo; que vuelva abominable la usura, la acumulación privada de bienes y poder, la alteración radical, irresponsable, de los dones de la Madre Tierra. Descolonizar el imaginario social, para impulsar una regeneración moral de nuestras sociedades; para crear una nueva ética que introduzca en las leyes garantías de respeto por los dones de la Madre Tierra y de protección de los grupos o sectores más vulnerables de la sociedad. Crear una contra-cultura que integre lo mejor del pasado y del presente para oponerla a la cultura ecocida y genocida, dominante en el mundo de hoy.

-Reconceptualizar y reestructurar la producción de alimentos y otros elementos básicos para la subsistencia humana, incluyendo la salud, el aprendizaje y las amenidades; regenerar nuestras comunidades, barrios, colonias, ejidos, pueblos y ciudades, por medio de ecotecnias y prácticas aprobadas por los vecinos.

-Fortalecer la autonomía y la autogestión de las comunidades, barrios, colonias, ejidos y pueblos y las confederaciones de municipios y micro regiones ecológicas (micro cuencas), por medio de asambleas vecinales permanentes en la plaza pública.

-Establecer las bases de una transición pacífica hacia una sociedad con bajo consumo de energía, agua y otros dones de la Madre Tierra, por medio de reuniones o encuentros regionales de diálogo y reflexión; por medio del estudio y la investigación aplicada.

-Realizar acciones en apoyo a las resistencias locales y a la ola mundial de revoluciones regionales nacidas de las muy duras condiciones económicas impuestas por gobiernos en descomposición. Apoyar los movimientos de los afectados severamente por los crecientes desordenes del Estado y del Mercado; participar en las cumbres de los pueblos organizadas por las redes mundiales de justicia ambiental y climática frente a los foros oficiales, como Río+20; dar sostén a las revoluciones en las técnicas o prácticas de producción y consumo, en las formas de gestionar las comunidades, los municipios y las ciudades: acompañar a los movimientos sociales, a las revoluciones urbanas y campesinas, en cada región ecológica o cultural; respaldar las resistencias de indígenas, pescadores, campesinos, trabajadores, migrantes, mujeres, jóvenes sin empleo, familias sin techo, campesinos sin tierra, ciudadanos sin títulos, sin certificaciones.

-Relocalizar la vida y la economía: producir lo que se consume y consumir lo que se produce en la región ecológica donde se habita; apoyar al neo artesano y al neo campesino que adoptan lo mejor del pasado y del presente.

Abril de 2012


Ilustraciones: espanol.rfi.fr - esp.habitants.org - efeverde.com


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