Preocupa la expansión de plantaciones forestales en Chiloé




Si bien desde hace un buen tiempo advertimos que las plantaciones forestales de eucaliptus se vienen tomando el paisaje de Chiloé, este proceso se había realizado a pequeña y mediana escala. No obstante, a partir del año 2010 se inicia un escenario distinto, cuando una empresa con dirección comercial en Viña del Mar comienza a comprar una veintena de propiedades con el objetivo de realizar plantaciones de eucaliptus a gran escala, agrupando predios para conformar, en algunos casos, lotes que suman más de 1.500 hectáreas en la Comuna de Ancud.

Este proceso tiene una serie de efectos. Desde el punto de vista social vemos cómo campesinos de Chiloé venden sus propiedades a módicos precios para desertar de sus costumbres campesinas migrando – seguramente – a alguno de los centros urbanos del archipiélago. Con esto se acelera la migración de la población rural que en los últimos años ha crecido.
Desde el punto de vista ambiental el panorama no es alentador. A la fuerte presión de nuestros bosques por consumo irresponsable de leña, se suma un nuevo factor: la sustitución por estas plantaciones de especies exóticas de rápido crecimiento. Este elemento, que afectó a miles de hectáreas de bosque nativo en las regiones del centro sur de nuestro país, hasta el día de hoy no se había manifestado con toda su magnitud en Chiloé. Hay que agregar que plantaciones tan extensivas como las que se están ejecutando tienen además graves efectos en la biodiversidad local, ya que en su configuración no existen sectores remanentes de bosque nativo que puedan ser usados como corredores de fauna que permitan su desplazamiento y refugio.
Tal vez el efecto más negativo, y que traerá sus consecuencias en el mediano y largo plazo, es el impacto de tan extensas plantaciones de una especie forestal que demanda altas cantidades de agua para su crecimiento, en la disponibilidad y la calidad de este básico elemento para la vida. En este sentido hay que destacar la fragilidad del ciclo hídrico en Chiloé, donde dependemos del agua lluvia que acumulamos en nuestros suelos y humedales durante los meses de mayores precipitaciones para que sean entregados a este complejo sistema durante los meses de verano. Así entonces la eliminación de los bosques de protección de los cursos de agua por estas plantaciones resulta nefasto.
Recordemos que este modelo forestal no es nuevo en nuestro país. Lleva varias décadas en otras regiones y sus efectos negativos son claros e indesmentibles. Entonces cabe preguntarse ¿desearemos para Chiloé este mismo modelo que es totalmente contrario a otros ejes de desarrollo ya definidos y sobre los cuales hay esfuerzos ya realizados como es el caso del turismo y la agricultura orgánica?
A pesar de este oscuro panorama, es importante destacar que desde la sociedad civil aún estamos a tiempo de hacer un llamado de atención a este proceso, para lograr que no siga avanzando y revertir los daños causados. El desarrollo de este proyecto en Chiloé es un nuevo llamado de atención a la manera en cómo se configuran estas iniciativas en el territorio, con una planificación centrada en lo económico y sin considerar las variables sociales y ambientales mencionadas.
Por Javier Sanzana Chaura
Socio de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nantivo (AIFBN). Fuente: elciudadano.cl - Fotos: chile.panda.org
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"Reforestemos Patagonia" es el nombre de la campaña. Revertir el daño provocado por los incendios forestales es una de las metas del plan que apoya la Fundación Imagen de Chile y que recibirá donaciones vía web.
Con la imagen aún latente de las casi 18 mil hectáreas que durante el verano fueron arrasadas por un incendio forestal en el Parque Nacional Torres del Paine, es que la Conaf, junto con distintas organizaciones, públicas y privadas, hoy lanzará la campaña "Reforestemos Patagonia", que busca costear un millón de árboles para las regiones de Aysén y Magallanes.
"Vamos a plantar un millón de árboles en la Patagonia chilena, en lugares que han sido afectados por el fuego, ya sea la última temporada en Torres del Paine o también por los grandes incendios de las décadas de 1930 y 1940 en la Región de Aysén, donde se quemaron más de un millón de hectáreas", dice el gerente de Áreas Protegidas de la Conaf, Eduardo Katz.
Esta iniciativa cuenta con el respaldo de la Fundación Imagen de Chile, cuyo último estudio sobre el posicionamiento del país en la prensa extranjera mostró que los incendios forestales fueron una de las temáticas que despertaron mayor interés; la Subsecretaría de Turismo y la organización Patagonia Sur, que será la encargada de proveer los árboles y coordinar las cuadrillas de voluntarios.
Las tres especies seleccionadas y recomendadas por la Conaf para la reforestación fueron la lenga, el coigüe y el ñirre, ya que "nosotros conocíamos cuáles se nos habían dañado, cuáles pueden crecer bien, e históricamente estaban en esos lugares", explicó Katz.
La difusión de la iniciativa se realizará a través de redes sociales como Facebook y Twitter, y las donaciones -de US$ 4 o $2.000 pesos chilenos, equivalentes a un árbol- podrán realizarse a través del sitio de internet www.reforestemospatagonia.cl , para permitir la participación de chilenos y extranjeros.
Otro de los " plus de la iniciativa", según Katz, es que a través de esta plataforma, "cada uno va a saber dónde va a quedar plantado cada uno de los árboles que donó. Creo que la ciudadanía va a tomar esto como un desafío país".
Además del patrimonio, otra de las preocupaciones de las autoridades de la zona es el turismo y la forma en que la reforestación los beneficiará.
Mientras, Jorge Vera, presidente de la Cámara de Turismo de Última Esperanza, considera positivo el plan, la directora (s) del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) Magallanes y Antártica Chilena, María Angélica Olguín, explicó que para la institución "es tremendamente importante ser parte de esta iniciativa, ya que la reforestación hoy cobra mayor relevancia por permitir recuperar la majestuosidad de nuestro paisaje".
La campaña, que se extenderá hasta fin de año, se replicará para otros cinco parques y reservas nacionales de la Patagonia (Lago Carlota, Lago Las Torres, Cerro Castillo, Lago Rosselot y Laguna San Rafael), lo que, según el director nacional del Sernatur, Daniel Pardo, "es fundamental, ya que además de proteger la zona, debemos hacernos cargo del problema y reforestar de forma adecuada. Estas regiones son íconos del turismo del país".
Un millón de árboles busca reunir la campaña.
Tres serán las especies nativas que se utilizarán en la reforestación con esta iniciativa.
$2.000 cuesta cada uno de los árboles, que irán a seis reservas y parques dispuestos por Conaf.

Fuente: El Mercurio. 

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