Las estrategias de los árboles para buscar nutrientes

"Lo que encontramos es que las diferentes especies obtienen nutrientes de maneras distintas y que dependen tanto de que las especies 'tipo de raíz' --delgada o gruesa_ como de las especies de hongos micorrícicos, que es un hongo simbiótico --subraya Eissenstat

En la superficie, los árboles pueden parecer inmóviles, pero sus raíces --con la ayuda de los hongos-- recurren a un sorprendente número de estrategias para encontrar comida. La precisión de las estrategias de búsqueda de nutrientes que ayudan a los árboles a crecen en los bosques templados puede estar relacionada con el grosor de las raíces de los árboles y el tipo de hongos que emplean, según David Eissenstat, profesor de Fisiología de las Plantas Leñosas en la Universidad Estatal de Pensilvania, Estados Unidos. 
 
El árbol debe usar una variedad de estrategias porque los nutrientes a menudo se acumulan en los bolsillos o puntos calientes en el suelo, añade. "Lo que encontramos es que las diferentes especies obtienen nutrientes de maneras distintas y que dependen tanto de que las especies 'tipo de raíz' --delgada o gruesa_ como de las especies de hongos micorrícicos, que es un hongo simbiótico --subraya Eissenstat--. Lo que mostramos es que realmente no se puede entender este proceso sin pensar en las raíces y los hongos micorrícicos juntos". Las especies de árboles con las raíces más gruesas --por ejemplo, el tulípero y el pino-- evitan la búsqueda activa de puntos calientes de nutrientes y en su lugar envían raíces más largas de mayor duración. Por otra parte, algunos árboles con raíces más delgadas buscan nutrientes gracias a las raíces que crecen selectivamente y que son más temporales o mediante el uso de sus aliados fúngicos para encontrar puntos calientes. Eissenstat añade que los hongos forman asociaciones mutuamente beneficiosas con los árboles, ya que los hongos reciben carbono de los árboles mientras les ayudan a adquirir nutrientes. Las estrategias de recolección de nutrientes en los árboles delgados dependen de su pareja fúngica, según los investigadores, que informan sobre sus hallazgos este lunes en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. Un tipo de árboles con raíces finas, incluyendo los arces, dependen de hongos llamados micorrizas arbusculares, que tienden a desarrollar sus raíces para encontrar puntos calientes ricos en nutrientes. Otro tipo de árboles con raíces finas, como los robles, se basan en hongos llamados ectomicorrizas, los cuales con capaces de producir una amplia difusión de filamentos para alcanzar los nutrientes. Los árboles tienen estrategias de búsqueda de nutrientes similares a la forma en la que los inversores planifican sus especulaciones. "La analogía con la inversión se utiliza bastante en la ecología porque hay toda esa idea de coste-beneficio --resalta Eissenstat--. Si construimos raíces gruesas es muy caro para poner nuevas piezas porque tienen que vivir mucho tiempo y si no proporcionan los recursos para los que se invirtieron, no es una buena estrategia. Pero, si estás construyendo raíces delgadas baratas, entonces es más fácil construir algo y que se pague de nuevo rápidamente. Tienden a morir rápidamente, pero son más oportunistas".
PREDECIR EL EFECTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LOS BOSQUES
Entender la función de las raíces y los hongos podría ayudar a los investigadores a predecir mejor el efecto del cambio climático en los bosques, según Weile Chen, estudiante de doctorado en Ecología en la Universidad Estatal de Pensilvania, Estados Unidos, y que trabajó con Eissenstat. "De nuestro estudio sabemos que diferentes especies de árboles pueden tener distintas estrategias de búsqueda de alimento, por lo que si las especies cambian por alguna razón, por ejemplo, debido a los cambios climáticos, la búsqueda de alimento de todo el sistema puede cambiar", afirma Chen. Los investigadores utilizaron un jardín común en el Centro de Investigación Agrícola Russell E. Larson de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, para realizar el estudio, que constaba de 16 especies de árboles plantados en ocho bloques similares. En cada bloque, los investigadores plantaron seis árboles individuales de una especie específica. Los árboles, que ahora tienen entre 10 y 18 años de edad, se plantaron con unos tres metros de separación, con cinco metros de separación entre parcelas vecinas. La distancia ayuda a mantener los sistemas de raíces separados. "El entorno experimental único es importante, también porque en el bosque hay una gran cantidad de diferentes especies de árboles, pero sus raíces están entrelazadas, por lo que es difícil saber qué está pasando realmente", dice Eissenstat. "Hemos establecido, hace unos 20 años, un jardín donde cada especie de árbol está en su propio bloque, por lo que ahora podemos estudiar en el campo las raíces de una especie y nos ayuda a superar una gran barrera de investigación", añade. A diferencia de los procesos más ampliamente conocidos en la biología del árbol, como la fotosíntesis y la adquisición del agua, la compleja relación entre las raíces y los hongos sólo está empezando a entenderse, según los investigadores.  
epFuente: medio ambiente

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