¿Por qué y para qué un destino verde? ¿Llegó la hora?

Quizás puede darse una confusión en el término de "verde" asociándolo solo a paisajes precisamente verdosos, pero esta denominación pionera en la década de los 80 y 90 fue la antecesora de la más actual "eco" o "ecológica", mucho más imprecisa y demasiado manipulada comercial y socialmente.

Arturo Crosby
 
En general, en turismo, podemos afirmar que la oferta y productos se construyen en funciona de la demanda, respondiendo a las motivaciones y expectativas de los diferentes segmentos, asegurando así el éxito en los resultados.
Pero si hablamos de territorios, que en definitiva son la base de los destinos, tanto en su componente física, como humana y emocional, habría que sumar también poder satisfacer no solo a la demanda sino a estos territorios y por tanto tener en cuenta la premisa de la conservación del medio natural y rural, social y cultural, pero a la vez que se genere un desarrollo económico suficiente como para dar una alternativa de vida con calidad suficiente.
Si queremos hablar de esto, necesariamente debemos incorporar el turismo como desarrollo sostenible, ya que de otra forma, no funcionaría y se extinguiría.
En esta época más disruptiva que nunca, es la oportunidad para aprovechar los cambios de las motivaciones y expectativas de un segmento de mercado, que cada vez es más fuerte y tiene más volumen y que exige también una respuesta cada vez más nítida, en la forma y en el contenido. Les hablo del mercado verde, que supone por ejemplo el 6% del mercado bursátil (2017), que se espera que en 2030 se equipare en tamaño al mercado de la salud a nivel mundial (90 billones de dólares) o que sólo si mencionamos el sector agro-orgánico supone 76.642 millones de euros, (2016), con un crecimiento generalizado exponencial.
Pues si hablamos de destinos competitivos, diferenciados en el valor y no por el precio, obligatoriamente tenemos que tener en cuenta este mercado y sus expectativas, tanto en el consumo diario, en el diseño de la cadena de valor y producción turística, en el tema energético y en general de la gestión de recursos limitados (cada vez más, como el agua), pero también en las expectativas de salud y bienestar, las cuales cada vez figuran como más importantes en la demanda turística (gastronomía, alimentación, ocio,…)
Es decir en esta última década, y la tendencia es en aumento exponencial, la relevancia de la influencia verde en la sociedad es más que evidente y obviamente se traslada al mercado turístico, que sin embargo todavía lleva un retraso muy considerable.
¿Cuál podrá ser su evolución?… Aprovechando esta época tan disruptiva en el comportamiento del consumo, el desarrollo tecnológico y la rapidez del cambio, que exige sin duda alguna una respuesta urgente, no sólo porque la demanda lo pide, sino porque nos encontramos en una era de transformación a nivel global, donde se demuestra más que nunca la teoría del caos, recordemos que todo lo que hagamos nosotros o lo que hagan otros a todos nos afecta y claro una acción local, multiplicada por miles y miles conllevará un resultado visible, en beneficio de todos.
Es hora, que el turismo cumpla también su rol y ayude a provocar este cambio en el comportamiento humano, que sin duda tendrá un retorno más que apetecible. Consigamos un destinos turísticos donde su valor sea su elemento diferenciador y no el precio, aunque influya.

Fuente: www.forumnatura.org - Imagenes: Lucas Chiappe

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