Brasil: ¿Caña de azúcar en lugar de selva amazónica?

Brasil pretende producir cada vez más biocombustible, para el consumo interno y para exportar. Con un acuerdo de libre comercio de 2019, la importación de etanol a la UE se multiplicará por dieciséis. El 5 de noviembre, Jair Bolsonaro revocó mediante decreto presidencial ( nº10.084) , otro decreto ( n.º 6.961) vigente desde 2009 que impedía el cultivo de caña de azúcar en la región Amazónica y en el Pantanal, el mayor humedal del mundo.
 
Organizaciones ambientales de Brasil, comunidad científica y la oposición política consideran que es una decisión catastrófica. El gobierno estaría dando luz verde a más deforestación, incendios forestales, uso de pesticidas y conflictos por la tierra. La Unión de la Industria de la Caña de Azúcar de Brasil (UNICA) acogió la decisión con satisfacción ya que era un viejo anhelo de esa industria.
Desde que comenzó el mandato de Bolsonaro en enero 2019, la tasa de deforestación en el país sudamericano aumentó un 30% y miles de kilómetros cuadrados de selva tropical ardieron para expandir la agricultura.
La caña se cultiva en Brasil para producir azúcar y sobre todo para fabricar biocombustible. Después de Estados Unidos, Brasil es el segundo productor de etanol del mundo. El combustible a base de alcohol se mezcla con otros combustibles para su uso en el transporte.
En el marco del Acuerdo de París, Brasil planifica aumentar la producción de etanol actual de 30 mil millones de litros a 54 mil millones de litros para 2030, según el Observatorio Brasileño del Clima. Para ello es necesario expandir la superficie de cultivo de caña en 11 millones de hectáreas.
La mayor parte del etanol se utiliza como biocombustible en Brasil. Sin embargo, también las importaciones de etanol en la Unión Europea desde Brasil se multiplicarán por seis -pasando de los actuales 50 a 826 millones de litros por año. Es lo que acordó la UE con el Mercosur en la negociación del tratado de libre comercio que está pendiente de ratificación por parte del Parlamento Europeo y los Estados miembro.
La deforestación y quema de la selva amazónica y otros ecosistemas en Brasil han aumentado considerablemente en los últimos tres años.
A pesar de esta preocupante evolución, la UE negoció un acuerdo de libre comercio con Brasil y los otros países del Mercosur en junio de 2019. Entre otras cosas, prevé que las importaciones de etanol de Brasil se multipliquen por más de dieciséis, significando un aumento de los 50 millones de litros actuales a 826 millones de litros anuales.
El 5 de noviembre de 2019, el Presidente Bolsonaro derogó el Decreto No. 10.084 (Decreto No. 6.961), vigente desde 2009, que impedía el cultivo de caña de azúcar para la producción de etanol en la región amazónica y en el mayor humedal del mundo, el Pantanal. Ahora la selva brasileña está amenazada por la deforestación por culpa de las importaciones de etanol previstas a la UE.

Fuente: Salvalaselva.org

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