Cierra Fessenheim, la central nuclear más antigua de Francia

La central nuclear de Fessenheim, la más antigua de Francia, será finalmente clausurada y desmantelada a partir de esta semana después de 43 años de existencia, una victoria para los militantes ecologistas del país. El fin de la actividad en Fessenheim, junto a la frontera alemana a orillas del río Rin, se producirá así tras el parón del segundo de los dos reactores de la central, cuatro meses después del cierre del primero, que también tenía 900 megavatios.
 
Se abre así el procedimiento para el desmantelamiento, que durará unos quince años, incluyendo la evacuación del combustible radioactivo.
La empresa de energía EDF había confirmado que la central sería desconectada durante la madrugada de hoy,  martes, cuando el reactor alcanzara una potencia del 8 %, pero el proceso se adelantó a la tarde de ayer y debería consumarse poco antes de la medianoche.
Promesa de Hollande y de Macron
Fessenheim a orillas del Rin, junto a la frontera alemana.  EFE/EPA/RONALD WITTEK

El cierre de Fessenheim, reclamado durante años por los ecologistas, acabó siendo una promesa de campaña del expresidente socialista François Hollande mantenida por su sucesor, Emmanuel Macron, aunque el actual Ejecutivo lo ha justificado en una estrategia de “reequilibrio progresivo entre la electricidad de origen nuclear y la de origen renovable”.
Su cierre busca además “continuar la rebaja de las emisiones de gases de efecto invernadero” con el cierre “de aquí a 2022” de las cuatro últimas centrales de carbón, según explicó el Gobierno en febrero.
Está programada de aquí a 2035 la desconexión de otros 12 de los 58 reactores nucleares que hay en funcionamiento ahora en Francia, fecha en la que el Gobierno espera haber reducido en un 50 % la parte nuclear de la producción eléctrica.
Críticas al Gobierno
Pero esta “victoria ecologista”, que coincide además con el triunfo este domingo en las elecciones municipales de los partidos verdes en algunas de las ciudades más importantes de Francia, cuenta también con numerosos detractores, especialmente entre los empleados de la planta y buena parte de los 2.300 habitantes de la ciudad.
Un sindicato de EDF calificó de “escándalo industrial y económico” la medida, al ser la primera central cerrada sin que haya razones técnicas de por medio porque su funcionamiento era correcto, y consideró la decisión una rendición al “populismo electoral”.
“Esta situación parece un genocidio económico, social y ecológico“, escribió en Twitter la Confederación General de Trabajadores de la central.
Solo 60 empleados (de los 750 que había en 2017) trabajarán en las labores de desmantelamiento. EDF ha reasignado a cerca del 60 % de los trabajadores, mientras que un centenar de subcontratistas participan en un proceso de reconversión laboral.
El Estado baraja varios proyectos para evitar el desplome económico de la zona, como la instalación de un centro piloto de descontaminación de metales radioactivos o una fábrica de biocombustibles, pero nada concreto hasta la fecha.

Fuente:  EFEverde - Cierra la nuclear francesa de Fessenheim. EFE/EPA/CHRISTOPHE KARABA

----------------------
España: Siete centrales de carbón dejan hoy de funcionar por criterios ambientales
Los criterios medioambientales y económicos se van imponiendo en la política energética. Siete centrales de carbón de las 15 que siguen funcionando dejan hoy de estar operativas. Se trata de Compostilla II en León y Andorra en Teruel, ambas propiedad de Endesa; Velilla en Palencia de Iberdrola; Narcea en Asturias, La Robla en Léon y Meirama en A Coruña de Naturgy; y Puente Nuevo en Córdoba de Viesgo. Iberdrola tiene además solicitado el cierre de la central de Lada en Asturias, que también dejará de estar operativa, pero podrá seguir disponible hasta contar con la autorizaciónde cierre del Gobierno, dado que cuenta con las técnicas necesarias para poder operar cumpliendo con los límites de emisión de la normativa europea.


Conchi Lafraya

La mayor parte de ellas empezaron a operar con carbón autóctono y poco a poco han ido dependiendo de las importaciones.
Esas siete que se cierran, cuyas autorizaciones están solicitadas al Gobierno aunque este no ha remitido los informes definitivos, suman 5,1 gigavatios.
El resto se cerrarán entre los años 2021 y 2025, salvo las de EDP, compañía que ha fijado el calendario tope para echar el cerrojo a sus centrales de carbón en el año 2030. Las plantas que quedarían por cerrar a partir del próximo año son As Ponte en A Coruña, los grupos 3 y 4 de Alcudia en Mallorca y Litoral en Almería, las tres de Endesa, Los Barrios en Cádiz de Viesgo, así como Aboño y Soto de Ribera, ambas en Asturias y pertenecientes a EDP. También se contabiliza la Pereda en Asturias, perteneciente a EDP, pero apenas usa carbón, sino que opera con biomasa. Esas siete que siguen funcionando con carbón suman 4,7 gigavatios.
“Estos cierres responden a que concluye el periodo de vigencia del Plan Nacional Transitorio (PNT), un mecanismo de excepción recogido en la Directiva de Emisiones Industriales de la Unión Europea”, explica Carlota Ruiz Bautista, abogada ambiental del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (Iidma).
Esta experta dice que “es muy difícil calcular cuánta gente trabaja en las siete que pasan a estar indisponibles hasta que llegue la autorización definitiva del Ejecutivo de Pedro Sánchez porque muchas cuentan con personal externalizado”. Otras fuentes hablan de que podrían sumar unos 1.100 puestos de trabajo.
La mayor parte de ellas empezaron a operar con carbón autóctono y poco a poco han ido dependiendo de las importaciones.
La normativa europea recogía que para que siguiesen operando tenían que hacerse ciertas inversiones para que contaminasen menos y al final las empresas han optado por el desmantelamiento. Además de esos criterios económicos, las grandes empresas están apostando por las energías limpias y el carbón es de la materia prima que más contamina. A ello hay que sumar los precios del mercado energético (el CO2está muy alto y los precios de gas muy bajos); así como las propias decisiones empresariales que tienen que mandar señales de que ya no les interesa invertir en plantas que contaminan. Y, por último, el reclamo social en la lucha contra el cambio climático es otro factor que cada vez está tomando más fuerza.
Fuentes oficiales del Ministerio de Transición Ecológica, que capitanea Teresa Ribera, explican que “las resoluciones de cierre definitivo están a punto de caer, pero se trata de expedientes amplios cuyos procesos de validar son largos”. Estas resoluciones no tienen que recibir el visto bueno del Consejo de Ministros, sino que al ser informes muy técnicos irán directamente al Boletín Oficial del Estado (BOE).
Los desmantelamientos pueden llevar entre 3,5 y 6 años. Poco a poco, se irán firmando los convenios de transición justa para ver qué se hace en las zonas afectadas y reactivar el empleo.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/natural/20200630/482031806558/central-carbon-cierre-funcionamiento-medioambiente.html - Imagen: Las centrales térmicas son de las que más contaminan y tienden a desaparecer en toda Europa (Llibert Teixidó)

Entradas populares de este blog

Científicos declaran oficialmente el fluoruro (flúor) como una neurotoxina

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Japón decidió deshacerse de todos los hornos de microondas en el país antes de finales de este año