Cáñamo, la planta que puede revolucionar la sostenibilidad

 

También conocida como cannabis, esta planta presenta unas cualidades que la vuelven muy interesante en numerosos sectores preocupados por el medio ambiente. Utilizada desde hace más de 5.000 años con fines que van mucho más allá de lo que se le suele achacar, la historia del cáñamo, siempre ha estado acompañada de turbulencias. Prohibiciones, permisos parciales y contextos que se movían al borde de la legalidad ponían en peligro su utilidad. Sin embargo, en la actualidad se ha demostrado que puede ser una materia prima tan beneficiosa como amigable con el medio ambiente. Numerosos frentes han empezado a experimentar con ella, comprobando que es una planta fácilmente aprovechable y que puede utilizarse en muchos sectores distintos.

 
Cáñamo, un cultivo productivo y poco dañino
Con las cifras en la mano, una sola hectárea de cáñamo es más que suficiente para producir aproximadamente 2 toneladas de fibra textil. En comparación con el algodón, una plantación de la misma extensión abarca un máximo de 400 kilogramos. La producción de la primera es 5 veces mayor que la segunda.
Algo que también se puede llevar a otro ámbito. Sin ir más lejos, mientras que un árbol puede tardar 20 años o más en crecer, la planta del cáñamo solo necesita medio año para alcanzar su estado adulto. Precisamente en el que puede empezar a utilizarse tanto para la industria textil como para la de celulosa.
Tiendas como www.zamnesia.es se han especializado en ofrecer semillas de cáñamo a través de internet. Un comercio que se ha potenciado a través de internet por sus facilidades y por todo lo que esta planta ha demostrado en los sectores a los que se ha trasladado. Lo más interesante de ella, sin duda, es que su cultivo tiene un coste muy bajo. Su extracción, por ejemplo, requiere un esfuerzo hasta 7 veces menor que el necesario para extraer árboles. Algo que se suma tanto al tiempo de desarrollo y crecimiento como al cuidado de las plantaciones.
Es una planta sostenible porque, entre otras cosas, no necesita pesticidas que la protejan de las malas hierbas. Su rápido crecimiento le permite desarrollarse antes de que el entorno pueda dañarla gravemente. Aunque, por supuesto, no se libra de seguir unas pautas concretas de tratamiento en cuanto a temperaturas y niveles de humedad.
Por todo esto, y porque todos los residuos de su producción son biodegradables, es por lo que el cannabis o el cáñamo son considerados como una materia prima que mira al futuro. En un mundo cada vez más sostenible, los requisitos tan nimios de esta planta y lo que hace tanto en cuanto a tratamiento y productividad es, cuanto menos, interesante.
¿En qué sectores puede utilizarse?
Siendo una planta que presenta tantas bondades en cuanto a cultivo y explotación, resulta interesante saber en qué sectores se le puede sacar partido. Hemos hablado antes de su versatilidad y posibilidades, y lo cierto es que eran afirmaciones totalmente certeras.
El cáñamo puede utilizarse en el ámbito de la alimentación, como también en el mundo de la cosmética o en el textil. De hecho, también puede considerarse como parte del sector de los combustibles al poder utilizarse como energía renovable en la elaboración de biomasa. Por otra parte, en la industria del papel también tiene una importante presencia.
Otros terrenos, como el de la construcción, han explorado sus posibilidades con esta materia prima y, aunque da buenos resultados, no es algo estandarizado. La realidad es que hay numerosos productos y recursos que pueden derivar del cannabis, y eso es lo que hace que esté volviendo a ganar popularidad en tantos frentes diferentes. Es muy versátil, pero, sobre todo, es algo que aboga por la sostenibilidad.

Fuente: https://www.ecoportal.net/paises/canamo-revolucionar-la-sostenibilidad/
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Argentina / Cannabis: el Gobierno legalizó el autocultivo para uso medicina

Previa inscripción en el nuevo Registro del Programa de Cannabis (Reprocann), se autoriza el acceso al cannabis y sus derivados a través del autocultivo y el cultivo solidario. También se habilita la venta de aceites en las farmacias. El Estado impulsará la producción pública para usos medicinales y terapéuticos.

Por Ludmila Ferrer

El Gobierno dispuso con la publicación del Decreto 883/2020 en el Boletín Oficial una nueva reglamentación para la ley de uso medicinal de cannabis que "facilita e impulsa la investigación científica orientada a los posibles usos terapéuticos", busca asegurar "el acceso a las terapias de forma segura e informada para todos los usuarios y usuarias", incluso a través del "autocultivo o el cultivo solidario".  

La norma establece además que las obras sociales, el Estado y las prepagas "garanticen" ese acceso. Según la reglamentación, en el caso de que los pacientes no se atiendan en el sistema público de salud, “la cobertura deberán brindarla las Obras Sociales y Agentes del Seguro de Salud del Sistema Nacional, las demás obras sociales y organismos que hagan sus veces creados o regidos por leyes nacionales, y las empresas o entidades que presten servicios de medicina prepaga”.
“Esta es la reglamentación que esperábamos desde marzo de 2017”
La organizanición social Mamá Cultiva celebró la noticia a través de su cuenta de Twitter. “¡AL FIN! La nueva reglamentación es un avance que nos compromete a seguir trabajando por ampliar derechos. La libertad de la planta es la libertad de todes”, escribieron. Asimismo, propusieron trabajar para una correcta implementación de la norma. “Esta es la reglamentación que esperábamos desde marzo de 2017”, dijo a Página|12 Valeria Salech, presidenta de Mamá Cultiva. “Somos muchas las que nos organizamos en todo el país y le pusimos el cuerpo a esta lucha para celebrar un derecho ganado”, festejó.
Mamá Cultiva, además, trabajó con el Ministerio de Salud de la Nación para crear esta nueva reglamentación de la ley que en un principio “se reglamentó muy mal”, señaló Salech.
Según el texto publicado en el Boletín Oficial, el Decreto N° 738/17 con el que el macrismo buscó implementar la ley generó que el acceso al aceite de cannabis y sus derivados sea restrictivo porque “solo pueden acceder a su uso quienes se incorporen a protocolos de investigación en epilepsia refractaria”, dejando por fuera otras patologías.
Asimismo, la reglamentación anterior permitía la importación de aceite de cannabis y sus derivados, pero esto resultó “económicamente excluyente, atento el alto costo que implica su importación”.
“Estas restricciones reglamentarias configuraron barreras al acceso oportuno del Cannabis por parte de la población”, afirma el Decreto N° 883, y por esa razón hubo “un núcleo significativo de usuarias y usuarios han decidido satisfacer su propia demanda de aceite de Cannabis a través de las prácticas de autocultivo” que luego “fueron organizando redes y crearon organizaciones civiles”.
Los detalles del decreto sobre cannabis medicinal
La nueva reglamentación crea “un registro específico para usuarias y usuarios que cultivan Cannabis para fines medicinales, terapéuticos y/o paliativos”. El artículo 8 estipula la creación del Registro del Programa de Cannabis (Reprocann), donde se pueden inscribir para recibir la autorización para el cultivo personal o en red.
“Al fin se reconoció a la planta como lo que es: una herramienta terapéutica y no un demonio -afirmó Salech en diálogo con este medio-. Hoy la planta es un poquito más libre y a libertad de la planta es la libertad de todes”.
La nueva reglamentación promueve, además, “la creación de una red de laboratorios públicos y privados asociados que garanticen el control de los derivados producidos”. El texto sostiene que uno de los objetivos es promover las investigaciones clínicas y aquellas realizadas por “el Conicet, otros organismos de ciencia y técnica, Universidades, organizaciones de la sociedad civil, sociedades científicas, instituciones académicas, nacionales, provinciales y municipales, relacionadas con los fines terapéuticos y científicos de la planta de Cannabis y sus derivados”.
“Existen experiencias a nivel internacional que indican que, en un marco de seguridad y calidad, junto con el acompañamiento médico, se reducen los daños potenciales que el uso del Cannabis de un mercado no controlado puede producir”, sostiene el decreto.
El artículo 6 de la reglamentación establece que el Ministerio de Salud “creará las condiciones necesarias para garantizar el aprovisionamiento de los insumos necesarios y facilitar la investigación médica y/o científica” y se autoriza “a los fines de la investigación médica y/o científica, como así también de la producción” de cannabis al Inta y al Conicet.
“La Autoridad de Aplicación fomentará y priorizará, en vistas de la eficiencia en el uso de los recursos, a la producción regional y aquella realizada a través de los laboratorios públicos nucleados en la AGENCIA NACIONAL DE LABORATORIOS PÚBLICOS (ANLAP)”, agrega la reglamentación.
La necesidad de una "ley superadora"
“Hoy festejamos, pero mañana ya nos ponemos a trabajar en una ley superadora”, afirmó Salech. Mamá Cultiva trabajó en un proyecto presentado por la diputada del Frente de Todos, Carolina Gaillard. “No solo contempla el autocultivo, sino también el cultivo comunitario, los clubes de cultivo y regula toda la actividad que enmarca el acceso al cannabis”, describió.
“El proyecto también sienta las bases para una producción nacional con distribución y comercialización. Ahora hay que ir por esa ley, porque esta ya quedó un poco vieja. Por eso hoy festejamos y mañana volvemos a trabajar”, concluyó la presidenta de Mamá Cultiva.

Fuente: Pagina 12
 

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