Ya llegó la Inversión Artificial Garrafal

Durante este último mes abundaron las noticias sobre la existencia de una burbuja financiera en el sector de las empresas vinculadas a la IA. Bloomberg desplegó su infográfica evidenciando las inversiones circulares que buscan sobrevaluar a estas empresas. Hasta los mismos Sam Altman y Jeff Bezos admitieron que, efectivamente, el sector está inmerso en una dinámica de burbuja. A pesar de estos diagnósticos alarmantes sobre el estado de la industria, las inversiones parecen seguir su rumbo y los CEOs de estas empresas siguen optimistas. El argumento que se suele esgrimir es que aún si existe cierta sobrevaloración en el mercado actual, el potencial revolucionario de la tecnología es real. Desde pronósticos de una cuarta revolución industrial, que culminará en una era de bonanza económica de mano de los aumentos de productividad, hasta escenarios catastróficos donde el desarrollo inminente de la Inteligencia Artificial General (AGI) terminará por doblegar a la humanidad bajo su control, rondando en una nueva era donde las máquinas dominarán el mundo.

Por corresponsal, para ANRed.

Ambas lecturas comparten la misma premisa: la AGI es inminente y para bien o para mal desencadenará una reestructuración radical de la sociedad como la conocemos. ¿Cuál es entonces la evidencia de esta nueva era basada en la IA? Como decía Carl Sagan, las afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria. Hasta el momento OpenAI, la empresa más grande y con mayor potencial dentro del sector, tiene una valuación de mercado de 500 mil millones de dólares, aún teniendo pérdidas de miles de millones de dólares todos los años y con costos de inferencias que superan sus ingresos. La única razón por la que la empresa sigue a flote es por las constantes inversiones de capital provenientes del mercado financiero. Para cumplir con sus obligaciones financieras, OpenAI debe encontrar la forma de aumentar sus ingresos de 13 mil millones de dólares a 1 billón en 5 años. Todo esto mientras los costos de inferencia tienden a subir.
¿Cómo logrará la empresa conseguir este aumento de rentabilidad descomunal? Nadie lo sabe. Por el momento pierde dinero aún con sus suscripciones de 200 USD.Ahora bien, podría argumentarse que una vez lograda la AGI dentro de los próximos 5años, un esquema de negocio viable para sostener estas inversiones surgiría naturalmente.
El problema es que nadie sabe si lograr la AGI es siquiera posible. Lo que sí sabemos es que los modelos actuales utilizados para los LLM están llegando al límite de sus capacidades.
Perfecto, entonces la burbuja existe y es de proporciones bíblicas, pero entonces ¿por qué los grandes empresarios y los estados más poderosos del mundo siguen invirtiendo miles de millones de dólares en su desarrollo? La explicación probablemente tenga múltiples aristas.
Por un lado, las burbujas especulativas y las crisis económicas resultantes son un fenómeno recurrente en el capitalismo. Del año 2000 a la actualidad podemos mencionar al menos la burbuja de las puntocom en el 2000 y la burbuja inmobiliaria en 2008, así como las múltiples burbujas y estafas en torno a las criptomonedas y las NFTs de 2016 a 2020.Las crisis económicas son tan inherentes al sistema que hasta fueron bautizadas con un nombre un poco más neutro: el “ciclo de negocios”.
La irracionalidad del mercado lleva a invertir en las ramas donde se percibe el mayor retorno sobre la inversión aun si el crecimiento es ficticio. El incentivo de poder revender acciones a un precio mayor es suficiente para alimentar la burbuja.
El análisis de Jason Furman estima que el 92% del crecimiento de la economía yanqui este año se debe únicamente a inversiones de capital en IA; sin este factor su economía estaría en recesión.
A su vez, existen intereses militares y geopolíticos que motorizan el involucramiento de los estados. El auge de Palantir da un indicio de la capacidad actual y la expectativa futura que se deposita en la IA de incrementar las capacidades bélicas, de vigilancia y control de los estados y las empresas.
Supongamos por un momento que el desarrollo de la AGI dentro de los próximos 5 años es factible. ¿Cuáles son los costos ambientales que estos empresarios están dispuestos a sacrificar para tratar de lograrlo? Recientemente, Sam Altman anunció un compromiso de desarrollo de infraestructura de 17GW -el equivalente a 17 centrales nucleares grandes para alimentar sus centros de datos.

En un contexto de crisis climática global, amenaza civilizatoria con un respaldo científico ampliamente mayor que el riesgo de una AGI malvada, se requieren reducciones de las emisiones de manera inmediata. Por el contrario, este aumento frenético de la demanda energética está forzando a que se mantenga e intensifique la generación de energía a cualquier costo. Incluso de las fuentes más contaminantes. Existen múltiples problemas ambientales adicionales al consumo energético. Desde la generación de calor y el uso de agua para su refrigeración, hasta la generación de basura electrónica.
Esta última podría escalar a niveles absurdos dado que la carrera de las IA fuerza a lasempresas a adoptar las GPUs más modernas, las cuales NVIDIA lanza al mercado anualmente. De igual manera, la depreciación de las GPUs debido al uso intensivo les da un tiempo de vida de solo 2 a 6 años.
¡Parece grave, pero no hay de qué preocuparse! Después de todo, el gran Sam Altman opina que la crisis climática es un problema menor que la AGI será capaz de resolver fácilmente. Esta es exactamente la clase de comentarios que revelan la mentalidad que tienen los CEOs de estas empresas. Una fascinación cuasi-religiosa con el potencial de esta tecnología. No importan la evidencia científica ni los contrastes más básicos con la realidad, la AGI es inminente y será capaz de resolver cualquier problema que amenaza a la humanidad. No sabemos cuándo ni cómo la AGI nos salvará (¡o destruirá!), pero podemos contar con ello.
La falla central de este razonamiento es que se perciben todos los problemas existentes como problemas meramente técnicos. La crisis climática, por ejemplo, sería simplemente un problema que consistiría en descubrir e implementar las tecnologías superadoras, pero si bien es cierto que los avances tecnológicos son necesarios y extremadamente útiles para lograr una economía sostenible con el medio ambiente, ya sabemos en gran medida cómo solucionar la crisis climática.
La razón por la que esta sigue su rumbo es que afecta intereses políticos y económicos. No es conveniente para las petroleras la eliminación de los combustibles fósiles. La lógica de acumulación y crecimiento exponencial a nivel mundial que exige el capitalismo es incompatible con la reducción necesaria de la producción y el consumo. Al igual que la pata técnica, los problemas sociales tienen también sus patas económicas y políticas.
Los intentos de hacer futurología siempre son engorrosos y propensos a errores. Lo importante a destacar no es qué predicciones resultarán verdaderas o falsas sobre el desarrollo tecnológico, sino qué intereses se benefician con determinadas narrativas. Por el momento, tanto las visiones de una cuarta revolución industrial como de una Skynet alimentan la expectativa y las inversiones en el sector de las IA aumentando la burbuja actual.dist
El desarrollo de la técnica y la ciencia no son ajenos a la sociedad: se ven moldeados por el contexto social, económico y político dentro del cual se encuentran inmersos. En un sistema guiado por la acumulación y el crecimiento perpetuo de las ganancias, no podemos esperar otra cosa que ver cómo los grandes desarrollos tecnológicos benefician la continuidad de esta lógica en detrimento de cualquier utilidad social. Cuando finalmente explote la burbuja ¿quiénes saldrán perdiendo y quiénes se beneficiarán?

Fuente: https://www.anred.org/ya-llego-la-inversion-artificial-garrafal/

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