España / El Planeta entero: “La política no está entendiendo la gravedad de la emergencia”
Ana Moreno, investigadora del Departamento de Procesos Geoambientales y Cambio Global del Instituto Pirenaico de Ecología, fue invitada a hablar ante el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza sobre el porqué de la acción de desobediencia civil protagonizada por los integrantes de Rebelión Científica en el Congreso en abril de 2022.
Andrés Actis
El video dura 45 segundos. Se va una mujer de espalda leyendo un texto delante de un micrófono. De fondo, una audiencia dispersa, poco atenta y hasta con gestos de mala educación. La mujer de la grabación se llama Ana Moreno Caballud, doctora en Geología e investigadora en el departamento de Procesos Geoambientales y cambio global del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) de Zaragoza. El micrófono pertenece al Pleno del Ayuntamiento. Y los oyentes son los concejales de esta ciudad aragonesa.
La intrahistoria de un ninguneo que se hizo viral —638.000 personas vieron el video en X— la reconstruye esta científica climática, especialista en el clima del cuaternario y en los impactos del cambio climático en el pasado, en diálogo con El Salto.
Como integrante del colectivo Rebelión Científica, Moreno fue invitada a finales de abril a disertar en calidad de ciudadana en la moción que el grupo Zaragoza en Común presentó para apoyar a los investigadores que enjuiciados por la acción de desobediencia civil en el Congreso (abril de 2022).
Se preparó un breve y sintético texto —disponía de cinco minutos para dirigirse a la concejales— sobre la urgencia de tomar medidas a todos los niveles estatales para frenar una emergencia climática que ya es una amenaza civilizatoria.
Pero cuando empezó a leerlo, la mayoría de los ediles “estaba en otra”. Moreno se sintió como el doctor Randall Mindy y la astrónoma Kate Dibiasky (personajes interpretados por Leonardo Di Caprio y Jennifer Lawrence) en la película Don´t Look Up.
“Me causó mucha indignación. No por tratarse de una falta de respeto a mí persona, que estaba hablando, sino por una falta de respeto al trabajo científico, a décadas de investigación sobre la gravedad del cambio climático. Duele la total falta de interés de quienes gobiernan. Frustra y confirma lo que uno sabe: la política, en términos generales, no está entiendo la gravedad de esta emergencia”, lamenta.
¿Qué pasó la tarde del 25 de abril en el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza?
Zaragoza en Común presentó una moción al Ayuntamiento para que se apoye a los científicos de Rebelión Científica que por la acción de desobediencia civil en el Congreso en abril de 2022 están siendo juzgados. Nos invitaron a acudir como ciudadanos. Fuimos representantes de Rebelión Científica y de Ecologistas en Acción. Nos pareció una buena oportunidad para explicar cara a cara a los concejales los motivos de la lucha científica y la necesidad de actuar ante la abrumadora evidencia científica sobre los preocupantes escenarios que se avecinan por el cambio climático. Nos dijeron que teníamos cinco minutos por orador, por lo que preparamos un documento que me tocó leer.
¿Qué intentaste explicar en esos cinco minutos de disertación?
Pues hice hincapié en la necesidad que tenemos los científicos de comunicar la emergencia climática que, en algunos casos, acaban con acciones no violentas como las del Congreso, totalmente pacíficas. Y luego todas las medidas que se pueden tomar a escala de una ciudad. El Ayuntamiento de Zaragoza tiene en sus manos muchas medidas de adaptación que se podrían aplicar y ni siquiera se están debatiendo. Todo lo contrario: se están quitando árboles, se está poniendo cemento en las plazas, están desapareciendo las huertas, etc.
¿Qué pasó en esos cinco minutos que duró tu comparecencia?
Es cierto que estábamos convocados cerca de las 14 y terminamos hablando sobre las 16.30. El Pleno había empezado a las 9 de la mañana. Pero bueno, son plenos que tienen una vez al mes, no los tienen todos los días. En su momento no logré percibir con tanta claridad que casi nadie me estaba escuchando. El vídeo que se viralizó lo grabó un compañero que estaba sentado detrás de forma muy espontánea, con la intención de grabar mi comparecencia. Cuando lo vimos nos quedamos bastante impresionados con la algarabía, con las charlas entre ellos, con la mirada en los móviles, con la falta de respeto.
La película Don't Look Up en el pleno de Zaragoza.
Algo sí, tal cual. Eran sólo cinco minutos de intervención. Y el único momento del pleno de intervención ciudadana. Para un político es la mejor manera de tener un contacto directo con los ciudadanos. Y fue una intervención sin réplica. No pedíamos mucho, sólo cinco minutos de escucha y atención. No lo logramos. Y como era de esperar, en la votación, el Pleno rechazó la moción de apoyar la lucha científica. El concejal de Vox nos acusó de terroristas y el del PP hizo toda su comparecencia en verso, haciendo la gracia con refranes, con un tono jocoso y burlesco.
¿Qué sentiste ya en tu casa al ver las imágenes?
No me sorprendió ni me molestó que se rechazara la moción, lo esperaba. Pero, la verdad, ver el video y ver el poco caso que me hacían me causó mucha indignación. No por tratarse de una falta de respeto a mí persona, que estaba hablando, sino por una falta de respeto al trabajo científico, a décadas de investigación sobre la gravedad del cambio climático. Duele esa total falta de interés de quienes gobiernan. Frustra y confirma lo que uno sabe: la política, en términos generales, no está entendiendo la gravedad de esta emergencia. Se dice que sí, pero quedó bien claro que no es así. Las imágenes son claras respecto a la total dejadez política, lo que como científica me preocupa enormemente.
Pensar que el Ayuntamiento de Zaragoza va a tomar medidas de adaptación tras este “ninguneo” es casi utópico, imagino.
El Ayuntamiento no está trabajando en ninguna línea vinculada a la transición ecológica. No está en la agenda ni es prioridad. A diferencia de otros municipios y ciudades, aquí estamos muy retrasados en políticas para hacer frente al cambio climático. Yo entiendo que no es algo que se pueda cambiar de la noche a la mañana, pero hay ciudades que están cambiando, por ejemplo, la peatonalización de los centros, en mejorar el transporte público, en hacer refugios climáticos. Barcelona es un ejemplo. Estamos hablando además de medidas con bastante aceptación social.
¿Qué repercusión política tuvo el video?
Pues ayer me enteré que, por pedido de Vox, la Junta de Portavoces va a debatir en los próximos días la posibilidad de impedir que los ciudadanos graben los plenos para, en teoría, evitar “polémicas” como la que se armó tras la viralización de una parte de mi intervención. La repercusión ha sido la de matar a los mensajeros.
¿Te desanima lo que ha pasado para seguir participando de forma activa en esta lucha?
Tengo 50 años. He hecho mi tesis en el año 2000. He asistido a multitudes de congresos, he publicado muchísimos artículos. Todo eso lo hacemos y lo seguiremos haciendo. Pero llega un momento en el que ves que el tiempo apremia y que hay que hacer algo más. Esto no nos va a parar, al revés, nos da más fuerza. Tenemos que seguir avanzando en la producción de conocimiento dentro de la ciencia climática, hay mucha incertidumbre y hay que mejorar los modelos. Yo siento una responsabilidad de devolver a la sociedad lo que se invierte y se ha invertido en el campo científico. Durante mucho tiempo esto se ha intentado hacer con notas de prensa y con apariciones en medios de comunicación. Entendemos que necesitamos dar un paso más y que la desobediencia civil no violenta es una forma de visibilizar lo que nos estamos jugando como civilización. Ningún científico abandona sus tareas científicas, eso tiene que quedar claro.
¿Lo dices porque sientes que, políticamente, se intenta descalificar vuestra lucha?
Por un lado, hay muchos discursos que nos acusan de “terroristas”, como el que pronunció el concejal de Vox, y, por otro lado, en estos dos últimos años sentimos que hay una persecución judicial contra todo el activismo climático. Por eso decidió hacer uso de mi imagen, de persona normal, de mujer de mediana edad que trabaja en la investigación científica y se ha cansado de esperar. Muchos empatizan con nuestra causa. Para otros somos terroristas por tirar zumo de remolacha al Congreso.
Has repetido muchas veces que no tenemos tiempo. ¿Te sorprende la aceleración que está tomando el cambio climático?
Sí, lo más preocupante es la rapidez con la que están cambiando las cosas. Asusta la cantidad de récords que se están batiendo en estos dos últimos años, a nivel, por ejemplo, de temperatura del aire y temperatura de los océanos. A mí, como paleoclimatóloga, como alguien que estudia el pasado, nos deja sin analogías, sin la capacidad de encontrar otros momentos de cambio climático del pasado al que podamos acudir para entender estos cambios actuales. Si tuviéramos más tiempo, pues entonces sí habría lugar para transiciones más lentas. Hace diez años la situación era muy diferente a la que tenemos hoy. El problema es que en nuestras ciudades todavía no perciben todos los impactos que genera el cambio climático. Temo que cuando nos demos cuenta de esta implicación sea demasiado tarde para actuar.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/cambio-climatico/ana-moreno-cientifica-ninguneada-zaragoza-politica-gravedad-emergencia