El ataque a Kiwirok es muestra del peor colonialismo de Indonesia

Lluvia de fuego indonesio sobre el distrito de Kiwirok, en Papúa Occidental, muestra hasta qué punto la crueldad del colonizador no tiene límites: Un amigo de Papúa Occidental acaba de enviarme un nuevo documental (por favor, lector, véalo: https://www.youtube.com/watch?v=nSf3268tAbg). Se llama Paradise Bombed y trata de lo que ocurrió cuando, hace casi 2 años, en octubre de 2021, una mortífera lluvia de metal incandescente cayó sobre Kiwirok, uno de los lugares más remotos de la tierra.

Julie Wark

El primer contacto con algunas aldeas indígenas de este territorio se produjo en el año 2000 pero, sólo dos décadas después, la modernidad, en forma de drones chinos, morteros serbios y cohetes franceses, llegó para aniquilarlas. Los ataques militares indonesios a Kiwirok, a unos doce kilómetros de la frontera de la Papúa Occidental ocupada con la Papúa Nueva Guinea (PNG) independiente, en un área de densa selva tropical y altas montañas, son lo suficientemente aterradores como para hacer llorar a cualquiera que no tenga el corazón de piedra.
Pero peor es saber que estos bombardeos son sólo una pequeña pieza en un patrón de atrocidades llevadas a cabo por Indonesia con total impunidad, contando con el encubrimiento y asistencia de sus aliados en democracias respetables.
Hay mucha información disponible, pero las atrocidades siguen ocurriendo. Si se hacen las preguntas esenciales de ¿qué? (bombardeos, morteros, cohetes, fusiles automáticos M16 y ataques de francotiradores), ¿dónde? (Kiwirok), ¿cuándo? (octubre de 2021), ¿cómo? (armas modernas suministradas por los aliados occidentales de Indonesia), ¿por qué? (acaparamiento de tierras para minería, aceite de palma, etcétera), y ¿quién?, la última -¿quién? - es la más dura y realmente molesta.
En este tipo de crímenes, el ¿quién? suele referirse a las víctimas, pero rara vez a los responsables, porque tienen todo tipo de formas de encubrirse. Los filósofos alemanes Christoph Demmerling y Hilge Landweer (citados por Carolin Emcke en Contra el odio) escriben que "las disposiciones colectivas de odio y desprecio [...] no pueden subsistir sin las correspondientes ideologías que representan a las personas socialmente despreciadas u odiadas como un daño social, un peligro o una amenaza". Indonesia representa descaradamente a las personas odiadas de Papúa Occidental como un "daño social" que se interpone en el camino del "desarrollo", terroristas armados con arcos y flechas que amenazan el progreso (¿el progreso de quién?).
En 1981, la Operación Limpieza del ejército indonesio contra la resistencia de Papúa Occidental a su ocupación militar, bendecida por la ONU utilizó un eslogan que expresaba claramente su intención genocida: "Que las ratas corran a la selva para que las gallinas puedan criar en el gallinero". Las "ratas" eran papúes occidentales y las "gallinas" transmigrantes indonesios a los que se utiliza para crear zonas de distensión y ocupar la tierra de un modo favorable a los intereses indonesios.

Fuente: https://www.opendemocracy.net/es/ataque-kiwirok-muestra-peor-colonialismo-indonesia-papua-occidental/ Imagen de portada: Una familia indígena de Papúa Occidental posa para un retrato | Ulet Ifansasti/Getty Images

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