Materiales

Este relato forma parte de la colección “relatos decrecentistas”, escrita por María y Luis González Reyes, ilustrada por Emma Gascó y con la dirección artística de la grabación realizada por Nelo Royner para Perifèries. La experiencia busca ser integradora, pues el relato se puede escuchar, leer o mirar. Además, se acompaña de una pequeña introducción de cómo sería la energía en un contexto decrecentista.

Luis González Reyes

Relato
Reino fungi, así decidimos llamar a nuestra comunidad. También podríamos haberla llamado Reino monera (o bacteria, para no resultar tan pedantes) o carroñero (pero no nos gustaba como suena “Comunidad carroña”). Hay quien la llama hongo o seta, pero el nombre es “Reino fungi”. Nuestro símbolo es un escarabajo pelotero, ese que le está dando vueltas a la mierda todo el rato. Parece que no tiene nada que ver con el nombre, pero en realidad no es así. Lo pusimos con la intención de que nos sirviese de excusa para hablar de cómo nos llamamos, como si no fuese suficiente la excentricidad de llamarnos “Reino fungi”.
Y, por si eso fuese poca provocación, todas nuestras explicaciones del nombrecito y el símbolo giran alrededor de las materias fecales, porque en nuestra comunidad, no solo nos fascina la escatología, sino que se ha convertido casi en una religión.
Si una religión es aquello sobre lo que una comunidad orienta su sentido profundo y alrededor de lo que construye su concepción de lo sagrado, de lo que es tan importante que debe ser respetado al máximo. Si es así, nuestra religión bien podría ser la escatología. Toda nuestra actividad gira alrededor de la mierda.
Y lo de girar lo digo con toda la intención, porque igual que el escarabajo pelotero hace que gire su bola de excremento, el foco, o diría la obsesión, de nuestra comunidad es que giren todos nuestros residuos. La línea sería la representación del mal. El círculo, la del bien.
¿Qué no me entiendes?, pues no me extraña, porque lo estoy haciendo un poco críptico todo a posta. Pero voy a explicarme mejor. Toda la organización de Reino fungi gira (otra vez la palabra, sí) alrededor de cerrar los ciclos, de reutilizar una y otra vez los materiales. Cómo hacerlo se condensa en seis mandamientos:
1. “Sola no puedes, con el resto de la vida, sí”. Solo gracias a bacterias, hongos, anlélidos (vamos, lombrices), insectos y animales carroñeros se pueden cerrar los ciclos de la materia. En estos mandamientos el orden importa, así que este es el clave. Por eso nuestra comunidad se llama como se llama y lo del escarabajo pelotero tiene también todo el sentido.
2. “Usa solo lo que se pudra rápido o no se pudra jamás”. Vamos, que si queremos cerrar los ciclos tenemos que utilizar solo productos de origen orgánico o piedras, por simplificar. Los productos tóxicos para la vida son uno de nuestros grandes tabús.
3. “Que tu mierda no dure más que un pedo”. O, dicho de otro modo, no consumimos recursos, ni producimos residuos más allá del tiempo que tarda en descomponerlos nuestro ecosistema sin que generen problemas por su acumulación. Vamos con lentitud, como los escarabajos peloteros.
4. “Deja que el sol haga todo el trabajo”. En los ecosistemas el cierre de ciclos lo impulsa la energía solar (mayoritariamente). Esa es la energía que mueve a Reino fungi en sus distintas formas: radiación solar, energía eólica e hidráulica, leña, alimentos…
5. “Quédate conmigo”. Nuestros seres vivos fetiche, las bacterias, hongos, insectos o incluso los animales carroñeros se desplazan entre poco y poquísimo. Así lo hacemos en Reino fungi y no utilizamos tampoco nada que no sea de cercanía. Sabemos que acarrear a largas distancias, si se hace a una velocidad y cantidad apreciable, impide cumplir el mandamiento 3 (“que tu mierda no dure más que un pedo”) y el 4 (“deja que el sol haga todo el trabajo”).
6. “Cuantos más mogollón, mejor”. Por último, si queremos cumplir el mandamiento 5 (“quédate conmigo”) hace falta conseguir todas las cosas que necesitamos de cerquita, así que tenemos que maximizar la diversidad. Bueno, en realidad el conjunto de la vida ya lo hace, así que volvemos al mandamiento 1 (“sola no puedes, con el resto de la vida, sí) y cerramos el círculo.
Así que de ahí viene nuestro nombre y nuestro símbolo. Si quieres te cuento cuáles son los rituales de nuestra religión escatológica. O tal vez no te guste escucharlos…
¿Cómo se gestionarían los materiales en un contexto decrecentista?
En un planeta en el que no entra material nueva, es determinante conseguir una economía circular. Esta economía en realidad ya existe en la Tierra: es la que caracteriza el metabolismo de los ecosistemas. Así que una economía humana circular es la que se inserta en el funcionamiento ecosistémico y, para ello:
- Utiliza materiales totalmente biodegradables o no tóxicos.
- Tiene un ritmo de producción lento, acoplado a la capacidad de los ecosistemas de generar recursos y gestionar residuos.
- La energía que utiliza es solo solar.
- Es una economía de cercanía, adaptada a su territorio.
- Como es de cercanía, debe ser diversificada.
- El grueso del esfuerzo se centra en cerrar los ciclos, no en crecer.


Fuente: https://www.elsaltodiario.com/ecotopias/materiales - Imagen de portada: Materiales EMMA GASCÓ

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