Ser pequeños y comer insectos, clave del éxito en la evolución de los mamíferos
Los antepasados de los mamíferos modernos consiguieron evolucionar hasta convertirse en uno de los linajes animales más exitosos: la clave fue empezar siendo pequeños y sencillos, según revela un nuevo estudio: En muchos grupos de vertebrados, como peces y reptiles, el cráneo y la mandíbula inferior de los animales con columna vertebral están compuestos por numerosos huesos. Lo mismo ocurría en los primeros antepasados de los mamíferos modernos hace más de 300 millones de años.
Por Guillermo Carvajal
Sin embargo, durante la evolución, el número de huesos del cráneo se redujo sucesivamente en los primeros mamíferos hace entre 150 y 100 millones de años. Un equipo internacional de paleontólogos publica sus hallazgos en Communications Biology y muestra cómo utilizaron simulaciones por ordenador y análisis de tensiones para investigar la finalidad de esta simplificación del cráneo.
Modelo digital del cráneo del ancestro de los mamíferos de pequeño tamaño del Jurásico Hadrocodium wui | foto Stephan Lautenschlager/University of Birmingham
Su investigación demuestra que la reducción del número de huesos del cráneo no conllevaba una mayor fuerza de mordida ni un aumento de la resistencia craneal, tal y como se había sugerido durante décadas. En su lugar, el equipo descubrió que la forma del cráneo de estos primeros mamíferos redirigía las tensiones durante la alimentación de una manera más eficiente.
El Dr. Stephan Lautenschlager, profesor titular de Paleobiología de la Universidad de Birmingham y autor principal del estudio, comentó: La reducción del número de huesos provocó una redistribución de las tensiones en el cráneo de los primeros mamíferos. La tensión se redirigió de la parte del cráneo que alberga el cerebro a los márgenes del cráneo durante la alimentación, lo que puede haber permitido un aumento del tamaño del cerebro.
Los cambios en la estructura del cráneo, combinados con el empequeñecimiento de los mamíferos, están relacionados con el cambio de dieta hacia el consumo de insectos, lo que permitió la posterior diversificación de los mamíferos y el desarrollo de la amplia gama de criaturas que vemos hoy en día.
El estudio demostró además que, junto con la reducción de los huesos del cráneo, los primeros mamíferos también se hicieron mucho más pequeños, algunos de los cuales tenían una longitud craneal de sólo 10-12 milímetros. Esta miniaturización restringió considerablemente las fuentes de alimento disponibles y los primeros mamíferos se adaptaron a alimentarse principalmente de insectos.
Esta combinación de pequeño tamaño, número reducido de huesos craneales y alimentación a base de nuevas fuentes de alimento, como los insectos, permitió a los antepasados de los mamíferos modernos prosperar a la sombra de los dinosaurios.
Sin embargo, no fue hasta la extinción de los dinosaurios a finales del Cretácico, hace unos 66 millones de años, cuando los mamíferos tuvieron la oportunidad de diversificarse aún más y alcanzar la gran variedad de tamaños corporales que se observan en la actualidad.
Fuentes; University of Birmingham | Lautenschlager, S., Fagan, M.J., Luo, ZX. et al. Functional reorganisation of the cranial skeleton during the cynodont–mammaliaform transition. Commun Biol 6, 367 (2023). doi.org/10.1038/s42003-023-04742-0
Publicado en: - Imagen de portada: Dos individuos de Hadrocodium wui cazando insectos | foto Stephan Lautenschlager/University of Birmingham