Así descubrieron en Ecuador a la población de mantas gigantes más grande del mundo

Cuando los biólogos ecuatorianos comenzaron a registrar cientos de individuos diferentes en el parque nacional Machalilla, en Ecuador, los expertos en rayas de todo el mundo no creían que eso fuera posible. Hasta ahora son más de 2000 los individuos registrados por los científicos del proyecto Mantas de Ecuador, lo que hace de esta población la más grande del mundo.
por Michelle Carrere

Cuando el biólogo ecuatoriano, Michel Guerrero, volvió a su país en 1996 tras graduarse como instructor de buceo en Florida, Estados Unidos, decidió visitar, por primera vez, el parque nacional Machalilla y la Isla de la Plata.
Guerrero recuerda que estando en el bote, justo antes de entrar al agua, el lanchero le dijo: «‘¡No! tenga cuidado porque hay un tiburón gigante». En efecto, una aleta se dejaba ver sobre el agua y los dos amigos que acompañaban a Guerrero, asustados, no quisieron saber nada de bucear junto a ese animal. Pero de pronto, el biólogo vio una sombra en el agua y descubrió que no se trataba de un tiburón, sino de una manta gigante (Mobula birostris). Él nunca había visto una y su primera reacción fue saltar al agua inmediatamente.
Desde entonces, su afición por estos animales lo llevó a crear, en 2006, Mantas de Ecuador. Un proyecto de Fundación Megafauna Marina del Ecuador que se dedica al estudio científico y conservación de la manta gigante, también llamada oceánica, especie Vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Lo que Guerrero no imaginó en ese momento fue lo que el proyecto lo llevaría a descubrir: a la población de mantas gigantes más grande del mundo, precisamente en el lugar en el que saltó al agua aquel día pese a la advertencia del lanchero.

¿Fue a partir de esa experiencia de buceo en Isla de la Plata que nace el proyecto Mantas de Ecuador?
Sí, ahí nace mi interés por las mantas porque me llamó muchísimo la atención cómo este individuo socializó conmigo, su docilidad, su sencillez. Me dio una sensación de paz impresionante. Cuando estás ahí, te das cuenta que es un ser gigante, que por su tamaño, si quisiera hacerte daño, podría hacerlo fácilmente, pero al verle los ojos te das cuenta que son individuos de paz. Es un ser amistoso, amigable, generoso, gentil.
Es una sensación muy linda, única, estar cerca de estos individuos. Como si sintieras un flechazo en el corazón, un flechazo bueno, como un trueno.
¿Son inofensivos para el ser humano?
Las rayas son peces elasmobranquios, es decir, tienen un esqueleto cartilaginoso. A este grupo también pertenecen los tiburones y las quimeras. Entre las rayas hay más de 600 especies que se dividen en dos grupos básicamente: las rayas que necesitan estar adosadas al fondo marino y las que necesitan nadar. Las primeras han creado mecanismos de defensa y el más común es un aguijón hacia la base de su cola.
Las mantas gigantes son una especie de rayas nadadoras, es decir, necesitan nadar y moverse todo el tiempo para poder filtrar agua y que esta pase por sus branquias y oxigene su cuerpo. Nunca se pueden detener, acostarse en el fondo y dormir un ratito, nada de eso, no lo pueden hacer.
En su proceso evolutivo, este aguijón se hizo no funcional, se calcificó, por lo tanto las mantas gigantes no tienen ese mecanismo de defensa. Son totalmente inofensivas para el ser humano que, lamentablemente, se ha convertido en su principal predador.

¿Para qué fines son cazadas las mantas?
El mercado de mantas a nivel mundial es muy triste. No puede haber una pesca sostenible porque las poblaciones son pequeñas.
Las matan principalmente para sacarle los arcos branquiales que se usan, supuestamente, para hacer una medicina antiinflamatoria que ayuda a activar la circulación sanguínea, lo cual está médicamente probado que no funciona. Es una industria que se estima produce 11,3 millones de dólares y, según un estudio que fue publicado en 2014, el 99 % de arcos branquiales de mantas terminan en una ciudad de China.
Acá, en Sudamérica, tenemos una pesquería dirigida a mantas para consumo de carne pero es ilegal porque la pesca de estos animales está prohibida. En Ecuador logramos en el año 2010 que el gobierno proteja a estas especies. Fue uno de los primeros países de toda la región que prohibió la pesca tanto dirigida como incidental, además del transporte y la comercialización.
Antes de esto, en Ecuador se sacaban bastantes mantas y todo se iba a Perú, cuerpos completos en camiones. Pero con la prohibición esto bajó muchísimo. Hay todavía un mercado clandestino para el consumo de la carne que se va hacia ese país. Inclusive en el norte de Perú hay un plato que se llama ‘tiradito de manta’ y hacen ceviche de manta.

Manta gigante en Isla de la Plata. Foto: Michel Guerrero.

¿Cómo descubrieron que el Ecuador tenía la población de mantas gigantes más grande del mundo?
En Isla de la Plata, por el año 1996, veíamos que muchas mantas iban y venían, pero no entendíamos muy bien cuál era la dinámica de comportamiento. Ya en 2004 comenzamos a entender que aparecían en una cierta época del año, que normalmente era entre los meses de junio a octubre cuando comenzaba a llegar la corriente de Humboldt a aguas ecuatorianas. Veíamos que en ciertos puntos de Isla de la Plata las mantas se agregaban en estaciones de limpieza, es decir, bajaban la velocidad y muchos peces venían hacia ellas para limpiarles los cuerpos. Comenzamos a darnos cuenta de algunas cosas y a buscar información en bibliografía. Lo que aprendimos es que al tomar fotografías del vientre de las mantas podíamos obtener una identificación de estos individuos, porque cada uno tiene manchas específicas que son como una huella digital.
En 2006 y 2007 teníamos unas cámaras fotográficas bastantes rústicas. Hicimos algunas fotos de unos 30 individuos. Para el 2008 ya conseguimos una mejor cámara y en 2009, al terminar la temporada, fotografiamos más de 100 individuos en 20 o 25 días de buceo.
No sabíamos hasta ese momento la magnitud de lo que estábamos enfrentando.
Empecé a tener contacto con algunos de los científicos que habían escrito papers a nivel internacional. Todos coincidían en que era imposible que hubiéramos identificado 100 individuos en una sola temporada. Todos, en un punto, hasta se reían un poco y nos decían que era imposible. Nosotros dijimos ‘bueno, qué le vamos a hacer si no nos quieren creer, eso es lo que tenemos’. Inicialmente dudamos y comenzamos a revisar las fotos a ver si estábamos bien, pero efectivamente eran más de 100 individuos.
Al año siguiente, comencé a recibir llamadas de casi todos estos científicos porque estaban interesados en venir a conocer y lo primero que hacían después de bucear con nosotros era decirnos «¡wow! no saben lo que tienen aquí». Sabíamos lo que teníamos, no sabíamos la magnitud. Hemos seguido avanzando y, aunque tu no lo creas, hasta el año 2018 oficialmente tenemos 2804 individuos diferentes lo cual representa la agregación de mantas gigantes más grande del mundo. Esto es algo superrelevante porque esta especie es la que menos se conocía en el mundo.
Manta gigante en Isla de la Plata. Foto: Michel Guerrero.

¿Se sabe por dónde se desplazan estos animales?
Sabemos que las mantas están moviéndose en aguas paralelas a la costa del Ecuador entre el sur del país y el norte de Perú. Algunos individuos se mueven hacia el suroeste del Ecuador, pero eso es lo que sabemos hasta ahorita.
Cuando la corriente de Humboldt comienza a bañar la costa del Ecuador, golpea en el Golfo de Guayaquil y se crea, entre junio y septiembre más o menos, una corriente de surgencia, es decir, un afloramiento de nutrientes desde el fondo marino hacia la superficie. Esa es la época en la que las mantas se agregan en Isla de la Plata.
Es una hipótesis de que parte de esta población se está yendo a Costa Rica y Panamá, porque a partir de diciembre y hasta abril se las puede ver allí y también en Galápagos. Coincidentemente, en esa época del año, en Costa Rica y Panamá hay corrientes marinas que traen muchos nutrientes. Como las mantas son individuos oportunistas, pensamos que parte del año están sobre el perfil costero entre Ecuador y Perú, y que cuando desaparece el alimento, esta población se dispersa entre Costa Rica, Panamá y Galápagos.
Isla de la plata. Foto: Michel Guerrero

¿Dónde se reproducen?
Sobre reproducción de mantas gigantes no se conoce mucho. Se sabe que solo dan a luz a un individuo cada dos a seis años y el período de gestación se estima que es entre 10 a 13 meses.
Tenemos fotos de hembras en estado de gravidez avanzado. También tenemos imágenes de hembras y machos con cicatrices frescas de cópula y hemos visto cortejos. No hemos podido grabar la cópula como tal, porque siempre se nos acaba el aire. Pero hemos visto muchas de estas interacciones donde hay un macho siguiendo a una hembra y están ahí dando vueltas. También hemos visto juveniles que miden entre 1,50 metros y 1,80 metros de ancho, es decir, bastante pequeños. Esto nos da a entender que, posiblemente, Isla de La Plata es una zona de reproducción importante.
¿Qué es lo que más te llama la atención de estos animales?
Hace dos años hicimos una ecografía con una manta hembra gigante con la colaboración de la doctora Denní Ramírez y el biólogo Erick Higuera de México. Yo me metí debajo de la manta y comencé a jugar con ella. Eso le dio a Denní como 15 minutos de tiempo para poder hacer tranquilamente todo el ultrasonido y posterior a eso le pusimos un dispositivo satelital al individuo. Hicimos nuestro trabajo y la manta nos siguió casi los 40 minutos que estuvimos bajo el agua.
Estos individuos cuando quieren socializar se te acercan, se dan vueltas encima tuyo, van y te buscan. Hemos tenido experiencias increíbles. Una vez, por ejemplo, encontramos un individuo atado en redes y cuando quisimos liberarlo se dejó trabajar como si entendiera que lo queríamos ayudar. Algunas veces hemos retirado las redes y después el individuo vuelve y se queda al lado tuyo como diciéndote gracias y te va siguiendo.
Otra cosa que es interesante de estos animales es que, entre todos los peces, es el que tiene el cerebro más grande de todos. Un tiburón ballena, por ejemplo, que puede llegar a medir 16 metros, más grande que un autobús, tiene el cerebro del porte de un maní. Una manta, en cambio, que mide normalmente entre los 5,5 metros hasta los 8,8 metros de ancho, tiene un cerebro del porte de mi puño. Es un cerebro muy grande para un pez y hace poco se descubrió que está irrigado por una arteria y una vena, y que tiene sangre caliente lo cual es superraro porque los peces son de sangre fría.

Fuente: https://es.mongabay.com/2020/07/ecuador-mantas-gigantes-michael-guerrero-entrevista-videos/?mc_cid=e02a155a87&mc_eid=38c894ac05
Imagen Principal: Manta gigante. Foto: Oceana.

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