De Messi a Nadal: ‘sportswashing’ para lavar la cara al petróleo

Una investigación recopila 205 contratos de patrocinio en activo entre las mayores responsables de la aceleración del cambio climático y la industria del deporte por un valor de 5.035 millones de euros: “El deporte levanta pasiones. La música despierta las emociones”. La frase fue escrita en 2022 por María Lacasa, quien desde el pasado junio ostenta el cargo de directora general de Comunicación de Endesa, la segunda clasificada en el ránking de mayores empresas emisoras de gases de efecto invernadero en España que lidera Repsol. El texto continúa: “Son afirmaciones innegables y compartidas por todos. Endesa lo sabe y, por eso, su estrategia de patrocinios se centra en ambos territorios”.

Pablo Rivas
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto.

Los tentáculos del greenwashing, el lavado de cara verde de las empresas más contaminantes y emisoras de gases de efecto invernadero, son largos, y variados. Festivales de música, programas televisivos, emisiones de Twitch, eventos culturales… Cualquier ámbito es bueno para intentar ofrecer una imagen positiva de las empresas que más contribuyen a la aceleración de un cambio climático que afecta a toda la humanidad. Y el deporte no es una excepción.
El think tank independiente New Weather Institute publica este miércoles un informe en el que pone cifras a lo que califica como el sportswashing de la industria de los combustibles fósiles, esto es, el lavado de cara por parte estas empresas para limpiar su imagen utilizando el deporte. Las conclusiones del mismo señalan que las grandes emisoras de gases de efecto invernadero tienen ahora mismo firmados contratos de patrocinio relacionados con el deporte por al menos 5.035 millones de euros (5.600 millones de dólares).
“Las empresas de combustibles fósiles están tratando de asociar su producto, cuya contaminación del aire por sí sola se estima que mata a más de cinco millones de personas al año, con el inmenso capital social del deporte y los impactos positivos en la salud”, señala el equipo detrás del estudio publicado este miércoles. “Lo hacen por muchas de las mismas razones por las que las empresas tabacaleras patrocinaban el deporte antes de que se prohibiera en gran medida”.
Asociar la contaminación a los valores del deporte
La investigación ha recopilado un total de 205 acuerdos activos en múltiples competiciones deportivas. Si poco podría sorprender que este tipo de conglomerados de la industria fósil patrocinen deportes como la Fórmula 1 o el motociclismo, la realidad es que pocos deportes se salvan, del golf al cricket pasando por los deportes de nieve o el rugby.
El deporte que más dinero mueve del planeta es el fútbol, con unos 500.000 millones de dólares anuales, según estimaciones de la consultora Deloitte. No es casualidad entonces que sea en este ámbito donde petroleras, gasistas y grandes emisoras invierten más en sportswashing, como señala el informe, titulado Dinero sucio: cómo los patrocinadores de combustibles fósiles contaminan el deporte.
De un total de 205 acuerdos activos, las cifras recopiladas apuntan a 58 en la industria del fútbol, por un valor de 995 millones de dólares; seguida de los deportes de motor, con 39 acuerdos y 2.189 millones; el rugby, con 17 contratos y 65 millones; y el golf, con 15 contratos y 210 millones de dólares.
Los patrocinios, además de equipos, ligas y espacios publicitarios en estadios y todo tipo de merchandising, llegan también a los propios deportistas. “El patrocinio de individuos se ha convertido en una parte estándar de la estrategia de cualquier empresa y, en el caso de las estrellas más grandes, puede ser una prioridad mayor que el apoyo a un club o equipo”, señala el documento.
“Estrellas como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, Tyson Fury y Anthony Joshua han sido reclutados con éxito para pasar tiempo en Oriente Medio como parte de los acuerdos de patrocinio”, apuntan desde el New Weather Institute. El capitán argentino cobró 25 millones de dólares por tres años de la campaña ‘Visit Saudi’ y ya firmó en 2020 un contrato para ser cara de una petrolera: la argentina YPF. Aunque la unión de personalidades deportivas con marcas de industrias relacionadas con el cambio climático no es nueva. El tenista Rafa Nadal lleva casi 20 años promocionando la marca de coches Kia, convirtiéndose en la imagen de la firma desde 2006.
Más allá de Nadal, en España los patrocinios de deportistas y competiciones por parte de empresas altamente contaminantes están a la orden del día. Endesa es una de las que se lleva la palma: la Liga Endesa, la Liga Femenina Endesa, la Supercopa Endesa, la Supercopa LF Endesa, la Copa de la Reina LF Endesa y la Copa del Rey son competiciones donde la eléctrica pone su dinero para asociarse a la imagen de estas. Repsol, por su parte, patrocinará hasta 2026 a la selección nacional de fútbol de Perú, un patrocinio que puso en pie de guerra a los grupos ecologistas y las poblaciones costeras del país más afectadas por el desastre de la refinería La Pampilla en 2022, la mayor catástrofe ecológica del país. Conocidos son sus patrocinios en Moto GP o la Fórmula 1.
El Golfo más petroquímico quiere la cara más saludable
Los petrodólares de los estados del Golfo Pérsico, y en particular Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Bahrein, son uno de los puntos que más han investigado los responsables del estudio debido a las enormes sumas de dinero que estos y sus compañías han invertido en lavado de imagen verde. Estos estados han invertido en clubes y ligas deportivas al menos 4.500 millones de dólares solo entre 2020 y 2023. Y los fondos de estos provienen principalmente de sus empresas dedicadas al oro negro y sus derivados.
En el caso de Arabia Saudí, hablamos de la estatal de petróleo, gas y petroquímicos, Aramco, la más rentable del mundo y la mayor emisora de gases de efecto invernadero del planeta. Tanto que si se la equipara a un país sería la quinta mayor emisora de la Tierra.
Aramco, de hecho, lidera el ránking de patrocinios deportivos hecho por el think tank. Tiene contratos firmados por al menos 1.300 millones de dólares. Le siguen la petroquímica británica Ineos, la francesa TotalEnergies y la neerlandesa Shell, que junto con la estatal saudita completan lo que desde el New Weather Institute llaman las Big Four de la esponsorización deportiva petrolera.
Desde 2016, Arabia Saudita ha sido anfitrión de numerosos eventos deportivos internacionales. “Ya ha conseguido 85 eventos importantes, incluida la reciente asociación multianual con la Asociación de Tenis Femenino (WTA) para organizar sus finales de 2024 a 2026, las finales de un renovado torneo de fútbol de la Liga de Campeones de Asia, los Juegos Asiáticos de 2034, la Copa Asiática de 2027, los Juegos Asiáticos de Invierno de 2029 y su candidatura para la Copa Mundial de fútbol de 2034”, denuncia el informe.
Cumbre del Futuro
La presentación del estudio coincide con la Cumbre del Futuro de la ONU, que se celebra entre el 20 y el 23 de septiembre, y va ligada con una conocida propuesta de su secretario general. “Insto a cada país a prohibir la publicidad de las empresas de combustibles fósiles. Y pido a los medios de comunicación y a las empresas tecnológicas que dejen de aceptar publicidad de combustibles fósiles”, señalaba António Guterres el pasado junio.
Para el equipo investigador, si bien los gobiernos deben establecer los parámetros y el ritmo de la eliminación gradual de los combustibles fósiles, cada sector y parte de la sociedad debe desempeñar un papel para poner fin a la era estos, “incluido el deporte”. “Como el sector global más popular para participar y ver, el deporte tiene una enorme oportunidad de contribuir al ritmo del cambio, reduciendo la licencia social de las empresas de combustibles fósiles”, añaden.
Por ello abogan por introducir prohibiciones similares a las del tabaco en el patrocinio de estas empresas, así como buscar y fomentar fuentes de financiación más sostenibles en el patrocinio deportivo. Además, exigen “una transparencia total en los datos de emisiones de los patrocinadores y las medidas adoptadas para reducir las emisiones (tanto directas como indirectas), y que estas sean compatibles con los objetivos climáticos internacionales basados en la ciencia”, así como “realizar la debida diligencia sobre el historial de cualquier donante potencial en materia de cambio climático, descartando las contribuciones de aquellos que no estén en línea con los objetivos del Acuerdo de París.

https://www.elsaltodiario.com/cambio-climatico/messi-nadal-sportswashing-lavar-cara-petroleo - Imagen de portada: Momento de la presentación de Repsol como nuevo patrocinador de la selección peruana de fútbol.

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