La caza furtiva acaba con la mayoría de elefantes en una reserva clave de África

"Nuestra investigación sugiere que más de 25.000 elefantes en el Parque Nacional Minkébé, en Gabón, pueden haber sido asesinados por su marfil entre 2004 y 2014", alerta el investigador John Poulsen, profesor asistente de Ecología Tropical en la Escuela Nicholas de Medio Ambiente de Duke.

Las poblaciones de elefantes forestales en una de las reservas más grandes y más importantes de África Central han disminuido entre un 78 y un 81 por ciento debido a la caza furtiva, según revela un estudio de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos. "Con casi la mitad de los estimados 100.000 elefantes del bosque de África Central que se cree que viven en Gabón, la pérdida de 25.000 elefantes de este santuario clave es un retraso considerable para la preservación de la especie", lamenta este especialista, cuyo trabajo se publica este lunes en la revista 'Current Biology'. 
Aunque parte de la caza furtiva se originó dentro de Gabón, los resultados de esta investigación indican que la caza furtiva transfronteriza de cazadores de naciones vecinas --principalmente Camerún al norte-- provocó en gran parte la precipitación del declive. Poulsen y sus colegas calcularon la extensión de las pérdidas de población comparando los datos de dos grandes estudios sobre los excrementos de elefante en el Parque Nacional de Minkébé de 2004 y 2014, utilizando dos métodos analíticos diferentes para tener en cuenta los periodos de lluvias fuertes que podrían acelerar la descomposición del estiércol y sesgar la exactitud de los análisis. "Basándonos en los cambios en la abundancia y distribución geográfica de los excrementos, identificamos dos frentes de presión de caza furtiva --detalla Poulsen--. El número de elefantes en el sur del parque, que está a 58 kilómetros de la carretera gabonesa más cercana, se ha reducido algo. En comparación, las partes central y septentrional del parque --que están a sólo 6,1 kilómetros de la carretera nacional de Camerún-- se han vaciado". La proximidad de esta carretera hace que sea relativamente fácil para los cazadores furtivos de Camerún acceder al parque y transportar sus presas ilegales a la ciudad más grande de su nación, Douala, un importante centro de comercio internacional de marfil.
MEDIDAS DE PROTECCIÓN INSUFICIENTES 
 Desde 2011, el gobierno gabonés ha tomado medidas importantes para frenar la caza furtiva en Minkébé, señala Poulsen. Entre otras cosas, ha elevado el estado de conservación de los elefantes forestales a "totalmente protegidos", ha creado una Policía de Parques Nacionales, duplicado el presupuesto de la agencia de parques nacionales y se ha convertido en la primera nación africana en quemar todo el marfil confiscado. Según Poulsen, estos esfuerzos son loables y pueden reducir la caza furtiva desde el interior de Gabón, pero considera que esta investigación sugiere que se ha hecho poco para frenar el tráfico ilegal transfronterizo. "Para salvar a los elefantes forestales de África Central, necesitamos crear nuevas áreas protegidas multinacionales y coordinar la aplicación de la ley internacional para garantizar el procesamiento de los ciudadanos extranjeros que cometan o fomenten los crímenes de la vida silvestre en otros países", afirma. "Estudios que muestran una fuerte disminución de las poblaciones de elefantes forestales no son nada nuevo -apunta-- pero una pérdida de entre el 78 y el 81 por ciento en una década de una de las áreas protegidas más grandes y remotas de África Central es una alarmante advertencia de que no hay lugar que esté a salvo de la caza furtiva", alerta. ep

Fuente: Naturaleza - Imagenes: ‪Heraldo‬ - ‪Noticias Pecuarias - Bligoo.com‬

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