«Estado Bisagra»: poesía, sueños e imágenes que emergen desde la selva valdiviana

Cinco años de escritura, horas de desvelos, muchos experimentos para encontrar una forma tangible, litros de tinta azul, 800 cianotipias, 800 bisagras y el trabajo sincrónico de un equipo compuesto por 11 personas, dan forma a «Estado Bisagra», un libro-objeto de poesía escrito por Martina Pedreros y editado por Tinta Negra microeditorial. Son 200 ejemplares creados completamente a mano en Ainileufu, actual Valdivia, con la colaboración de artistas mujeres de diferentes disciplinas. Cada uno, diferente al otro, es una compuerta que se abre y cierra hacia estados profundos de la mente, del cuerpo, del territorio y del mundo de los sueños. Aquí compartimos un pedazo de este universo.

Texto por Emilia Insecta

En 2018 la escritora y gestora cultural Martina Pedreros comenzó a desarrollar un universo de poemas asociados a la meditación, el sufrimiento y el duelo, en donde exploraba los recovecos de la conciencia. Pero los años siguientes fueron convulsos y de pronto todo dio un giro: el estallido social y la pandemia aparecieron como escenarios desconocidos,  sorpresivos, que abrieron nuevas reflexiones. Su escritura contemplativa inevitablemente fue permeada. Desde el encierro comenzó a percibir cómo su universo interno y su inconsciente se movían y se afectaban con los cambios sociales. “Entonces sentí la necesidad de escribir sobre ello, porque mis sueños se volvieron muy nítidos y cargados de significados, como si el encierro los nutriera aún más de todo lo que afuera sucedía y el cuerpo no alcanzaba a registrar. Esos ‘estados’ de la mente tenían una correspondencia con el ‘estado de las cosas’, y con el Estado, altamente restrictivo desde 2019 hasta fines de la pandemia, con militares en la calle, toques de queda, paranoia masiva y masificada por los medios de comunicación. La mente permeada de todo eso, expresaba el Estado en sus estados”, cuenta Martina.
Todo ese cruce entre el mundo interior y el exterior, entre la realidad y los sueños, como portales en los que entraba y salía, se tradujo en una torre de cuadernos que la autora fue transcribiendo hasta generar un primer manuscrito, que luego editó junto a la escritora Florencia Vergara. Nació, así, Estado Bisagra, compuertas que abren y posibilitan nuevos estados, formas de amor, dolor, delirio, lucidez, claridad, fantasía, autoengaño, deseo y aversión. “Hay mucho de mí en el texto”, afirma Martina, “porque escribimos sobre lo que conocemos. Y lo que no conocemos, lo rellenamos y completamos con lo que sí. Considero la escritura como una vía de autoconocimiento, de ordenamiento del mundo interior, de introspección y proyección”.
***
Onironáutica
un traspaso directo de la materia del sueño
a la del habla
blanda textura de semillas en la taza
la noche a todas nos hidrata

“¿Cuántas veces repetimos sin advertirlo el gesto de abrir y cerrar?”, pregunta Florencia Vergara, editora, en la reseña que escribió para describir Estado Bisagra. “Sostener este libro abierto es como abrir una puerta y detenerse en el umbral. Así, con las palmas de las manos en contacto con el papel, este libro traslada el cuerpo a una posición de lectura y se convierte en un medio para transitar los estados dentro del texto. Allí encontramos radiografías azules de poemas, esqueletos de helechos, rastros de sauces y profundos cuerpos de agua. Hay signos en las manos, hay palabras en los pliegues y hay símbolos que van y vienen como olas del mar o como puertas batientes. La bisagra permite una apertura: entra y sale información, “todo circula”, dice el texto. La bisagra también dispone un adentro y un afuera. Entonces, cerrar una puerta puede arrastrar sedimentos y atraparlos en el umbral. Cerrar una puerta asimismo puede impedir el paso de la luz, estancar flujos y distorsionar visiones. Estado Bisagra admite en su lectura todos estos movimientos y recorridos en exploración. Como siguiendo las ondas en el agua tras un cisne, la autora compone tránsitos fluidos que abren y cierran, que matizan y traducen las materias del sueño”.

Rotoscopía. ©Javiera Luna y Emilia Insecta

©Fabiola Pontigo

***
Y todo va a menguar
en algún momento
el agua será calma otra vez
y con las amigas daremos brazadas hasta la orilla
donde dicen
hay
construcciones suspendidas
espacio para levantar
techos de paja y muros de tierra
manufactura para cuevas
nuevas manadas
venimos anunciando
desde que encarnamos
castillos como conchas nacaradas.

“Para mí este poema resume la esencia de este libro de emulsiones, luz y líquido: mujeres intentan morir dejándose caer a las orillas, mientras otras nadan para rescatarlas”, escribe Kutral Vargas Huaquimilla, escritora, performance y artista, sobre Estado Bisagra. “Se cobijan en la playa. En la tibieza del abrazo, las mujeres no celebran, solo permanecen juntas, abrazadas al calor de una llama reflexiva, mientras los hombres llegan. La hablante lírica captura y fotografía estas escenas oníricas cerca de una fogata, y su voz llama a los hombres a que alivien su fervor en esta reunión meditabunda. Martina nos conduce hacia un territorio dominado por la fiebre del sueño. La voz poética explora aperturas: puertas, ventanas, ojos y miradas que se manifiestan con una corporalidad propia y ajena, mostrando un lenguaje extraño y fascinante. Su escritura oscila entre una poética musical que juega con el eco de cada palabra haciendo que la lengua fluctúe en un desconocido y atractivo ritmo. La poética de este libro está impregnada de naturaleza: zorros, cisnes, matorrales, una vegetación sentimental que crece como una selva inagotable, a pesar de que los sueños y los presagios a veces se vuelven conflictivos. La agudeza de su escritura, plasmada en otro tiempo, nos invita a explorar realidades dentro de realidades, como si nos moviéramos en el líquido mismo del sueño. En estos distintos estados, uno puede descubrir cómo los cisnes duermen flotando en el oscuro lecho del sueño, o encontrarse con la dicha de la repetición. ¿Repetición de qué? Especulo que de otro sueño, de otras posibilidades donde nuestros dobles, en otro tiempo, gestan infinitas realidades para que, en el sueño, nos entreguen fragmentos de futuro. Fragmentos que, al despertar, podemos capturar. Así, Martina parece sincronizarse con los elementos de los viajes que ha realizado en su vida y asir lo que va quedando en la frágil memoria y que a veces se torna en poesía. Este libro se puede abordar como un juego, donde cada bisagra que se mueve nos sumerge en uno de los viajes escritos, permitiéndonos habitar una intimidad que conecta lo personal con lo político. En ciertos pasajes, como en el poema ‘Las zonas de sacrificio’, La voz politiza sus reflexiones: ‘tienen altos niveles de interés para quienes presumen de lo existente / como una riqueza recursiva que se debiese extraer, / pero la tala, la caza, la mina, / pero las extensiones, las profundidades, la vastedad / señalan lo siguiente: / NO PODEMOS SER SOBERANOS DE LO QUE NOS CONTIENE’.  La lectura de estas aguas atraviesa estados líquidos, sólidos, gaseosos, imágenes primigenias, visiones y revoluciones que la piel siente bajo el gas lacrimógeno”.

La agudeza de su escritura, plasmada en otro tiempo, nos invita a explorar realidades dentro de realidades, como si nos moviéramos en el líquido mismo del sueño. Imagen que es parte de los videos realizados para el universo audiovisual de Estado Bisagra. ©Emilia Insecta

***
Ya sé cómo duermen los cisnes.
Los retraté como siluetas blancas en el fondo negro del sueño.
Extienden sus cuellos en el agua, como si fuese una sábana o una almohada.
Allí, acomodados, sus cervicales se curvan para encontrar la flotación en su lecho
entre juncos.

Estado Bisagra es un libro-objeto de poesía escrito por Martina Pedreros y editado por Tinta Negra microeditorial.
Estado Bisagra son 200 libros impresos, plegados, encolados y encuadernados a mano por mujeres artistas en el taller de Club de Estampa y Tinta Negra. Son 800 imágenes reveladas con cianotipia –técnica fotoquímica que deja una imagen azul– contenidas en las tapas e interiores. Son 800 bisagras y miles de fotogramas que narran una historia paralela al libro, como si se extendiera a otras posibilidades y universos. Han colaborado, en la creación de este proyecto: Estela Morales @elfuturonoexiste en el diseño, Florencia Vergara @florenciaflorencia en la edición, Fabiola Pontigo @fasihola en la elaboración de cianotipias, Angie Toledo @esporangie y Camila Eda @camilaratxza en la encuadernación, Valentina Kappes @valentinakappes y Miro Mautz @trianguloasiabajo en el diseño escénico del lanzamiento, Emilia Insecta @emiliainsecta en las comunicaciones y realización audiovisual, Eli Wewentxu @wewentxu.eli en la creación de música para las piezas audiovisuales y Javiera Luna @japilun en la creación de animación en rotoscopía.
Puedes conseguirlo a través de las redes de Tinta Negra, en la Tienda Nacional en Santiago o en Librería Los Libros del Gato Caulle en Valdivia.

 
Fuente: Revista Endémica - Imagen de Portada: ©Emilia Insecta.

 

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