Argentina: El rezo post-fascista de Milei encuentra un rechazo masivo, que busca cauce político
Una vez más y contra todo, la calle resiste. El ultra se propaga en imitadores. Grotesca deriva del prime time de los grupos medíáticos líderes. Riesgos por todas partes, pero algo se mueve: No hizo falta mucho tiempo para que se confirmara que el rostro de Javier Milei es uno solo; que la hipótesis de que ese inadaptado de los paneles televisivos se transformaría en un presidente audaz, el “loco” liberal que hacía falta para emprender transformaciones inimaginadas, resultó fallida. Hubo (hay) mucho autoconvencimiento de cierta elite y un sector de la población que se percibe republicano e institucionalista para introducir el sobre en la urna con el nombre de un procaz que se narraba entre las sábanas de los votantes, obsesionado con niños envaselinados y “palos en el orto”, despectivo de la democracia, gritón con los débiles y sumiso con los poderosos, oscuro consultor, prometedor de dolarizaciones estrafalarias y aplastamiento de “zurdos de mierda”. Las risotadas y la fingida candidez de sus entrevistadores hicieron lo posible para suavizarlo. Fue en vano.
Sebastián Lacunza
Sorpresa. Un año después, el Presidente argentino está a la vanguarda de una ola reaccionaria global. Al parecer, la violencia que exudaba el panelista de “Intratables” no era tan anecdótica. Ahora entusiasma a neonazis alemanes, a racistas estadounidenses, al primer ministro israelí imputado en La Haya por genocidio, a pinochetistas recargados, a Elon Musk y a los conductores del prime time de los canales La Nación +, TN y América 24. Esta adhesión unánime, grotesca, de los espacios más vistos de tres de los principales grupos de comunicación es muy reveladora de cuánto hay de “nuevo” y “disruptivo” en Milei.
Le piden más y Milei lo da todo. Últimamente, ese todo sumó versículos fascistas cada vez más literales.
De la pátina del “respeto” a la elección sexual de cada individuo que el Milei naciente, 2017-2018, esbozaba en sus apariciones “libertarias”, pasó a la moralina rancia que apunta a los homosexuales como depravados. El “régimen viril” de Mussolini era implacable con los “degenerados”.
El mandatario argentino afirma que la agenda negacionista y reivindicatoria del terrorismo de Estado de Victoria Villarruel no es la de él, y por eso la segrega. Si no es la de él, se ve que se la envidia, porque el acoso a la memoria histórica es cada vez más explícito, algo menos marcial que el de Villarruel. Esta semana, Milei insistió con el enaltecimiento del “hombre común”, en una intervención vil contra Axel Kicillof, tras el asesinato de un repartidor en el partido de Moreno. La sombra neofascista vuelve a decir presente con la reminiscencia dell’ uomo qualunque.
Así las cosas, ya no hay autoengaño que alcance. El siguiente paso para sus adherentes está en pleno desarrollo y consiste en asumir la deriva extremista como propia. Como no corresponde la utilización pura y dura del término fascista, porque no estamos en Roma en 1921, cabe hablar de post-fascismo.
Imitadores y resistencia
Milei está arrastrando a una parte del sistema político y periodístico hacia el sadismo. El caso emblemático es el del marplatense Guillermo Montenegro, ya citado en esta columna. El centro de la principal ciudad turística argentina vive una crisis de mugre y dejadez, pero el intendente se anima a buscar votos y likes con videos virales en los que un grupo de matones municipales atormenta a indigentes.
La mitad de la dirigencia relevante del PRO se pasó a La Libertad Avanza, o está próxima a hacerlo, o ensaya imitaciones sin terminar de sacar los pies del plato. Otros intentan retroceder, con dificultades. Fueron demasiado lejos durante el primer año del ultraderechista en Casa Rosada. Alguno, como el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se tentó hace no tanto con posar junto a Milei con el pulgar hacia arriba y su conocida mueca infantil para ocultar la papada, foto que pronto preferirá borrar.
Moderados y “centristas” del extinto Juntos por el Cambio ayer dijeron presente en la masiva manifestación “lgbtinbq+ antifascista y antirracista”. Interesante paso, que habría sido más útil si varios de ellos no hubieran apoyado en el Congreso todo lo que a Milei realmente le importaba, con la excusa pueril de “darle las herramientas al Presidente”.
Las reminiscencias de la marcha de ayer con las dos manifestaciones universitarias (abril y octubre) y la del 24 de marzo fueron nítidas. Primero, por su masividad, y segundo, por la diversidad social y cultural que expresaron. La postal permite inferir un escenario que, bien leídas, dejan ver la mayoría de las encuestas. Existe un apoyo amplio al Gobierno, anclado en el hartazgo con ciclos políticos anteriores, la menor volatilidad económica y el odio a “la casta”, pero el rechazo que generan los hermanos Milei es de igual volumen y, acaso, mayor intensidad.
Anteayer circularon ríos interminables de personas por las calles de Buenos Aires, Rosario, Mendoza, Bariloche, Córdoba y Mar del Plata. Las manifestaciones también se hicieron sentir en Barcelona, Montevideo, Santiago, Roma y Ciudad de México, y muchas otras ciudades. Cientos de testimonios de a pie recogidos en elDiarioAR y otros medios dieron cuenta de convicciones profundas, bien elaboradas y mejor dichas, sobre los derechos y la vida en común. Lo contrario del vómito de las redes que tiene a Milei como uno de sus exponentes más desorbitados.
El Presidente, su aparato estatal, sus premios de cartón y sus medios pisan fuerte, con un sentido claro y una conducción política indiscutible. No ocurre lo mismo con el campo opositor, que marca presencia masiva en las calles y reclamos sectoriales, pero no encuentra un cauce político identificable.
Fuente: https://www.eldiarioar.com/opinion/rezo-post-fascista-milei-encuentra-respuesta-masiva-busca-cauce-politico_129_12013114.html - Imagen de portada: Dos asistentes a la marcha antifascista se manifiestan en Plaza de Mayo, el 1 de febrero de 2025 Lucía Merle