El futuro era la selva

Como en los últimos años, las noticias decían que llegaba la temporada de incendios, que la tierra seca y la ausencia de lluvias eran las condiciones óptimas para facilitar de forma irremisible la extensión de los fuegos. Los noticieros, como todos los años también, presentaban la catástrofe como un hecho más de un tiempo predecible. Venían a decir que era propio del ciclo natural sobre el que las personas poco o nada podían hacer. Jesús González Pazos Mugarik Gabe Sin embargo, las comunidades de la selva sabían que el equilibrio de la naturaleza había sido roto y que, por ello, los incendios no eran los propios de ningún ciclo natural. Ellas sabían que habían cuidado el bosque desde hacía cientos de años y por eso el equilibrio había persistido facilitando la supervivencia. Ellas sabían que los cambios profundos que habían empezado a adueñarse de la vida, y a transformar esta en muerte, tenían su raíz en la consideración del bosque, de la tierra, ya no como un ser vivo sino com...