Fiebre de Oro amenazan el Parque Patagonia en Chile:Minera Australiana Equus Mining pone en riesgo patrimonio geológico y arqueológico en Aysen

Dos visiones de futuro chocan hoy en la Patagonia: turismo, agricultura y conservación vs. minería. Pero no se trata de pequeña minería tradicional, de pirquineros, sino de mega proyectos cuyo historial, incluso en sus etapas de exploración, presenta ya irregularidades. Que, además, son potenciales peligros para la naturaleza y los intereses de la comunidad, en este caso de Aysén

Patricio Segura y Bruno Sommer

Hoy existe un proyecto minero de oro y plata con nombre concreto: “Los Domos”, que impulsa la australiana Equus Mining (EQE) a través de la sociedad Southern Gold en terrenos fiscales de alto valor geológico y paisajístico que pasarían a ser parque nacional. El área de concesión incorpora incluso algunos sectores que ya están dentro del actual área silvestre protegida Jeinimeni. A 20 kilómetros de la costa del lago General Carrera y menos de 10 de la frontera.A nivel global el patrimonio geológico es reconocido ya como un bien común. Visión que choca con el interés privado de Mark Lochtenberg, cabeza de Equus Mining, que a través de sus inversiones extractivas pretende avanzar sobre riquezas paisajísticas, arqueológicas y turísticas hoy presentes en la Patagonia. Casualidades del destino: Lochtenberg traducido al castellano sería algo así como “perfora montaña”.
Lobby con sed de Oro
“Hay sectores que no son de interés turístico, son cerros, rocas, pero que sí tienen un interés de desarrollo minero”.
La frase es de uno de los asistentes a la reunión del viernes 8 de junio en Chile Chico con el ministro UDI de Bienes Nacionales, Felipe Ward, convocada luego de la alianza tácita entre el alcalde DC Ricardo Ibarra, el senador UDI David Sandoval y el gobierno para abordar los cuestionamientos a los límites del Parque Patagonia, cuyo decreto de constitución se encuentra desde el 12 de febrero en Contraloría para toma de razón.
Los dichos son sintomáticos de la tensión de los últimos meses en la cuenca del lago General Carrera, en Aysén. En la cuenca del Chelenko, que como apunta un historiadora local –basada en el mapa de Juan de la Cruz de Cano y Olmedilla de 1775- habría sido el nombre que los pueblos originarios dieron al lago más grande de Chile y segundo en extensión de Sudamérica.
Minería, ganadería, turismo y conservación se enfrentan por el uso del territorio, en específico en un sector de terrenos fiscales que se anexarían a las actuales reservas nacionales Jeinimeni y Tamango, que junto a la ex estancia Valle Chacabuco conformarían la nueva área silvestre protegida Parque Patagonia, de 263 mil hectáreas. Sería este el buque insignia de la Red de los Parques, constituida por 17 de estos espacios y que nace de la donación de 400 mil hectáreas que el matrimonio Tompkins-McDivitt hiciera al Estado de Chile al final del gobierno de Michelle Bachelet.
El resultado del encuentro de junio fue la constitución de una mesa de trabajo que ha puesto como principal foco público las necesidades de un grupo de familias que históricamente han utilizado servidumbres de paso y veranadas en áreas fiscales que quedarían bajo protección oficial.
Sin embargo, en el último tiempo se ha develado que es la minería la que, mediante un intenso lobby, busca reducir la extensión del Parque Patagonia. En los últimos meses la empresa ha realizado sondajes en el sector de Quebrada Honda sin ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, al levantar 19 plataformas de prospección. En el caso de Aysén, la legislación obliga a someter a trámite ambiental este tipo de operaciones cuando son 20. Hecha la ley, hecho el resquicio.

Los trabajos de la empresa en la zona no han estado exentos de irregularidades.   En una presentación de Felipe Ward ante la Comisión de Medio Ambiente del Senado del 8 de mayo, el secretario de Estado informó que “se detectó la realización de actividad minera ilegal en terrenos fiscales al interior de la reserva nacional Jeinimeni” por parte de la compañía en junio de 2017, por lo cual el organismo “coordinará con el Consejo de Defensa del Estado la interposición de las acciones judiciales ambientales que correspondan”.
Casualmente Ward recibió previamente en su despacho, el 3 de mayo, a Damien Koerber y Sergio Romero (hijo del ex senador RN del mismo nombre) como representantes de Southern Gold (sociedad bajo la cual Equus Mining impulsa “Los Domos”) para dialogar sobre “exploración minera en bienes fiscales (Chile Chico, región de Aysén) susceptibles de ser incorporados a la actual reserva Jeinemeni y eventual futuro Parque Nacional Patagonia”.
A principios de agosto, en una respuesta a una solicitud realizada vía Ley de Transparencia para conocer si se concretaron las acciones judiciales comprometidas ante el Senado, la subsecretaria de Bienes Nacionales, Alejandra Bravo, informó que en una flash visita del 27 de julio de 2018 (a más de un año de los primeros antecedentes sobre actividad ilegal, a casi tres meses de la presentación de Ward ante la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Alta, y a más de 20 días de la denuncia pública en la prensa y la solicitud de antecedentes por Ley de Transparencia) “se constató que la faena minera se entiende por terminada, al no constatar maquinaria ni personal en el sector, no existiendo además ningún vestigio actual sobre los caminos nevados, respecto a movimientos y desplazamientos de maquinarias, por lo tanto no procede iniciar acciones judiciales al respecto”.
En dicho documento entregan un antecedente más, no conocido. La empresa estaría preparando una declaración de impacto ambiental, posiblemente para instalar más plataformas de prospección y así avanzar en certeza sobre la presencia del mineral y confeccionar el proyecto definitivo de explotación.
En paralelo, la mesa de trabajo liderada por el municipio, que ha articulado la oposición a la decisión del gobierno de Michelle Bachelet de constituir el principal hito de la Red de los Parques, y que tiene en la vocería a dirigentes mineros, ha seguido avanzando incluso con visitas a La Moneda, en coordinación con el senador Sandoval, relevando esencialmente el aspecto ganadero. Una instancia que dice representar los intereses de todos los sectores productivos de la zona, en circunstancias que una parte importante del turismo de la cuenca -a través de la Corporación Chelenko ligada a la ZOIT homónima que reúne a dirigentes de más de una decena de localidades lacustres- ha sido claro en señalar que “estamos disponibles para ver mecanismos de compatibilidad con múltiples actividades pero difícilmente para acciones que pongan en duda el proceso de conformación de parques que representan una oportunidad de futuro para Aysén y su gente, en concordancia con todas las organizaciones del sector turismo que se han pronunciado públicamente sobre esta materia”.
Recientemente los gremios de la Corporación de Desarrollo de Chile Chico tomaron distancia de la mesa, emitiendo un comunicado público en el cual señalan que “no estamos en contra del parque, ni del desarrollo minero, siempre que no incluya el polígono de desafectación del sector Quebrada Honda, ya que si se instala una minera en ese sector producirá más perdidas que ganancias, por la contaminación del valle de Chile Chico y del Jeinimeni, río binacional que afectaría a los agricultores y ganaderos de la Ciudad del Sol, estamos a favor de que se respete el uso de las veranadas, que se resguarde la cultura, las tradiciones y que se trabaje en conjunto con el parque”.
Y hace un par de semanas se descolgó definitivamente la AG de Turismo y Cultura Local de Chile Chico, precisamente por diferencias en la prioridad que da la mesa a excluir del polígono del parque el área que sería convertida en zona de sacrificio minero en el sector de Quebrada Honda.
Con estos antecedentes, la representatividad de la mesa municipal ha quedado en duda.
Recientemente se realizó una consulta convocada por el municipio local, sobre el rechazo o apoyo al Parque Patagonia. En la ocasión una parte importante de la población se restó (un 80 % de los posibles participantes no concurrió), asistiendo 918, de los cuales más del 90 % rechazó la nueva área silvestre protegida. Algo no extraño considerando que quienes públicamente no se sumaron cuestionaron que la pregunta haya sido tendenciosa, la falta de neutralidad de los convocantes, el padrón desconocido, el limitado plazo para generar un proceso de información, el nulo acceso de las voces disidentes a los medios controlados por un municipio que tiene una postura ya tomada y que así lo ha hecho saber.
El lobby que ha impulsado la empresa de Lochtenberg en Aysén y ante autoridades regionales y nacionales es feroz. El empresario australiano es conocido como uno de los barones del carbón a nivel mundial y dinero no le falta. Dos antecedentes: una de sus casas en Balmoral fue adquirida por la suma de 5,8 millones de dólares y en abril de 2015 vendió su mansión (sí, su mansión) en Sydney por 16 millones de dólares. Sin embargo, en Aysén el mensaje que difunden los sectores pro minería es que es el turismo el que está digitado por multimillonarios extranjeros.
Las piedras como patrimonio
El debate actual no es nuevo. Se sustenta en la constante discusión sobre el uso del territorio, del ordenamiento territorial acordado entre todos los actores que lo habitan y que, aunque no resuelve todos los conflictos, al menos entrega herramientas para resolver el choque de intereses. En este caso concreto, turismo y conservación vs. minería.
Geopatrimonio es un concepto nuevo a nivel mundial. Es definido por la ley española del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad como “el conjunto de recursos naturales geológicos de valor científico, cultural y/o educativo, ya sean formaciones y estructuras geológicas, formas del terreno, minerales, rocas, meteoritos, fósiles, suelos y otras manifestaciones geológicas que permiten conocer, estudiar e interpretar: el origen y evolución de la Tierra, los procesos que la han modelado, los climas y paisajes del pasado y presente y el origen y evolución de la vida”.
Recién en los años 70 se comenzó a utilizar, principalmente en Gran Bretaña, “donde se inició un estudio sistemático para el reconocimiento de lugares de interés geológico, el cual concluiría en los años 90’ con un inventario que presentaba fuertes tendencias conservacionistas” explica el geólogo David Valenzuela, quien realizó su tesis de grado en la materia.
Esta disciplina ha permitido no solo resguardar múltiples lugares para su preservación futura sino además generar importantes ingresos para el desarrollo económico local de diversas comunidades que ven en la conservación de sus rocas y piedras una mejor alternativa que su extracción.
En Aysén el mejor ejemplo es la capilla de mármol y sus cavernas circundantes, que podrían haber sido utilizadas fácilmente para construcción de calidad pero fueron preservadas al ser declaradas en 1994 Santuario de la Naturaleza. Los miles de zarpes de Puerto Río Tranquilo durante cada temporada son una muestra de lo acertada de la decisión.
Según la Sociedad Geológica de Chile ese sector corresponde a un “geositio”. Estos son definidos como “un afloramiento (pared de roca), o varios afloramientos vecinos, que contienen un objeto geológico de valor, que vale la pena preservar. El valor puede ser de muy diversa naturaleza: estrictamente geológico, mineralógico, paleontológico, estructural, petrológico, paisajístico, geomorfológico, etc. Su identificación y posterior preservación contribuirá a la difusión de los valores de la ciencia geológica en el país, y a preservar para generaciones futuras sitios importantes para la ciencia, la cultura y la sociedad”.
Este dato es pertinente considerando que la cuenca del lago General Carrera presenta un alto valor geomorfológico, reconocido a nivel nacional e internacional.
Según se desprende de la presentación del Ministerio de Bienes Nacionales en el Senado, al Parque Patagonia “se incorpora la totalidad de la zona fosilífera ubicada en propiedad fiscal entre las localidades de Puerto Guadal y Mallín Grande… lo que respondía a una petición expresa de las comunidades locales, junto con los valores propios de la zona, lo que llevó a evaluar favorablemente la solicitud”. También se decidió agregar “el área dañada ambientalmente por el proyecto Cerro Bayo en el sector ‘El Furioso’, con el objeto de su restauración natural”. Esto no es menor, dando cuenta que la minería no es particularmente una actividad inofensiva.
En 2015 la ex seremi de Minería de Aysén Ana Valdés, en conjunto con los investigadores José Benado y Felipe Andrade, presentó ante el XIV Congreso Geológico Chileno en La Serena una propuesta para constituir un geoparque en la cuenca del Chelenko, a postularse a la Unesco. En este tipo de lugares “se promueve el turismo responsable con el medio ambiente, las actividades de educación en ciencias de la tierra, y la puesta en valor y protección del patrimonio natural y cultural”, buscando “mejorar las condiciones de vida de la población que habita en su interior”.
Los argumentos para la postulación ante el organismo internacional son que el área “presenta una amplia y bella geodiversidad con más de 300 millones de años de historia. Entre los elementos y procesos de su paisaje destacan rocas carboníferas metamórficas, rocas cretácicas de origen volcánico, fósiles cenozoicos marinos y continentales, fallas que evidencian una intensa actividad tectónica y exuberantes morfologías glaciares, fluviales y kársticas, entre otras características”,
¿Un peladero?
Un caso concreto de geositio en el área de exploraciones de “Los Domos” es el Cerro Apidame, Colorado y/o Pirámide, ubicado 10 kilómetros al sur de Chile Chico al interior de la Reserva Nacional Jeinimeni. “Esta formación de lavas columnares de hasta 200 metros de altura representa un proceso geológico poco común de ver en esas dimensiones, comparable con una formación muy similar que se encuentra en Wyoming, Estados Unidos: la famosa Devil’s Tower, que fuera el primer monumento nacional declarado, sagrada para las tribus americanas nativas de los kiowa y los sioux lakhota”, explica Valenzuela en su investigación.
Para el escalador y fotógrafo argentino Rolando Garibotti, quien ha recorrido la Patagonia por más de 30 años y conoce esta área en profundidad, “en los últimos años el Cerro Apidame se ha transformado en un destino de escaladores nacionales e internacionales. La escalada es la actividad que ha puesto a Chile Chico en el mapa para muchos turistas. El cerro tiene esbeltas columnas hexágonales únicas e inusuales, con un ambiente circundante que es impactante”. Agrega que “es impensable que se dé permiso a que una minera destruya un ambiente natural tan único e inspirador. En la zona de ‘Los Domos’ hay más de un centenar de agujas de roca de una belleza sin igual. Un laberinto de torres llenas de agujeros y ‘hongos’ que asemejan al reconocido parque nacional norteamericano ‘Bryce Canyon’. Pero el valor incluso va más allá de lo geológico, ya que la zona es un habitat privilegiado para chinchillones (emparentado con la vizcacha), pumas y cóndores”. Su conclusión: “Cualquier persona que lo recorra se dará cuenta del valor que tiene como geopatrimonio y atractivo turístico”.
La Sociedad Geológica de Chile, gracias al aporte del mismo Valenzuela, también reconoce su relevancia, entre otros ámbitos, de tipo escénico, paleontológico y recreativo. “Una de las características por la cual destaca este geositio, es sus imponentes columnas subverticales que son observables en todo el cuerpo volcánico. La formación de estas columnas corresponde a un proceso bastante singular en la naturaleza, denominado disyunción o fracturamiento columnar, el cual debe su génesis a eventos sucesivos de fracturamiento causados por el enfriamiento de la roca (estrés generado cuando la contracción térmica excede la resistencia a la deformación de la roca)”.
Tanto llama la atención este verdadero tesoro rocoso, que ha sido considerado en diversas publicaciones científicas desde 1940, cuando Arnold Heim lo incluyera en un reporte publicado en el Eclogae Geologicae Helvetiae.
El cerro Apidame queda a solo 7 kilómetros al norte de las prospecciones de Southern Gold.
Otro sector fundamental en el área es el circuito turístico Piedra Clavada/Cueva de las Manos/Valle Lunar, al interior de la reserva Jeinimeni, donde existen milenarios vestigios rupestres además de impresionantes formaciones rocosas. Su acceso se encuentra a unos tres kilómetros al sur de las exploraciones de la empresa.
Según se consigna en una reseña publicada por Jaime Gajardo en el portal Ladera Sur, “el panorama aquí se asemeja a las altas pampas de la cordillera con formaciones vegetales que no superan el metro y medio y que sirven de alimento y refugio para animales residentes y otros en veranadas. Poco a poco, a lo lejos, comienza a aparecer una gran roca que se erige en forma de tótem justo en el medio del valle. Al acercarse se puede notar la magnitud de los 40 metros de roca sólida que son el último rastro de un pasado volcánico ya casi aniquilado por los elementos naturales”. Es la Piedra Clavada (o Enclavada, como se le llama también).
Siguiendo por el sendero, es posible llegar hasta el monumento arqueológico Cueva de las Manos del Arroyo Pedregoso, a más de mil metros de altitud y morada de habitantes pretehuelches de a lo menos 7 mil años hacia el pasado. Según el portal de la Municipalidad de Chile Chico, “las imágenes se encuentran abigarradas y generan un palimpsesto, una superposición de representaciones de distintas épocas”. Es posible divisar las típicas manos en negativo, así como imágenes de aves y guanacos de cuello largo, que fueron descubiertas a principios del siglo XX por el geólogo alemán Max Yunge.
El circuito desemboca en el Valle Lunar.   La descripción es de Jaime Gajardo: “Un gran número de rocas en tonos blanquecinos y cafés se levantan sobre el terreno dándole formas irregulares e irrumpiendo con sombras y luces sobre el paisaje”.
El área es de un amplio interés científico, por el importante número de fósiles que se han identificado en el sector. Así lo consignó recientemente el paleontólogo Enrique Bostelman, al conocer las prospecciones que se realizan para el proyecto “Los Domos”: “Parte de la zona demarcada es la que solicité para investigaciones científicas paleontológicas al Consejo de Monumentos Nacionales y que me fue otorgada a comienzos de 2017. Hasta la fecha esta compañía minera no se ha comunicado conmigo ni ha tomado consideración de los depósitos fosilíferos de la zona”.
Es en este territorio donde Equus Mining pretende concretar su mega proyecto minero, todo el movimiento de tierra, uso de explosivos, químicos, caminos, túneles, acopio de material y faenas en general involucradas, viendo el gobierno con buenos ojos su avance hasta la explotación. Tanto así que lo incluyó como la única iniciativa de Aysén priorizada por la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables bajo la leyenda “fase de exploración para un potencial proyecto minero de oro y plata que contemplará una inversión entre U$ 600-1400 millones”. El desembolso proyectado en esta primera etapa es de 4 millones de dólares, es decir, unos $ 2.300 millones sin evaluación de impacto ambiental.
A estos antecedentes se suma el patrimonio paleontológico identificado en las alturas de Mallín Grande, también parte de la cuenca, donde se descubrió en 2004 –pero se bautizó recién en 2015- el único dinosaurio chileno: Chilesaurus diegosuarezi. Un hallazgo de 150 millones de años de antigüedad
¿Solo conservación?
Según informaba Jaime Gajardo en su crónica en Ladera Sur, en 2015 no muchos visitantes mostraba la reserva nacional Jeinimeni. Pero ya en la temporada 2017/2018 se registraron 5.000 a la Cueva de las Manos, con 4.000 ingresos al área protegida. Y según el 7º Barómetro Turístico 2018 de Sernatur, el número de turistas en la reserva aumentó en un 27,7% con respecto al año previo, siendo una de las alzas más importante luego del Parque Nacional Cerro Castillo.
Más aún, y según el mismo instrumento, entre los residente de la región casi un 90 % apoya el turismo, un 73,4 % cree que la actividad incrementa las oportunidades de empleo en su entorno y un 70,6 % considera que promueve el desarrollo económico local.
Efectivamente el proyecto “Los Domos” representa una alternativa económica para la comuna de Chile Chico, por la que apuestan algunas autoridades locales, legisladores y el gobierno. Sin embargo, una de las esencias de la minería es ser un recurso no renovable, es decir, agotable. No así el turismo que, bien manejado, puede significar recursos indefinidos cuidando el patrimonio.
Algo que es coherente con el Plan de Desarrollo Comunal de Chile Chico (Pladeco), con vigencia hasta este año, 2018. En este se plantea como visión que el territorio será “capital regional del desarrollo sustentable, foco agrícola y turístico, cuyo progreso social, cultural y económico está basado en la accesibilidad a las diversas oportunidades por medio de los conocimientos de las personas asociado a su identidad y patrimonio para crear una comunidad respetuosa con el medioambiente”.
Agrega que “la fortaleza de la condición agro turística del territorio comunal está basada en la inclusión de toda la comunidad en este eje de desarrollo, desde las más diversas miradas que cada uno de los habitantes puede aportar. La consideración de sus capacidades asociadas convierte a la actividad en un polo inagotable de oportunidades construyendo así un alero firme y generoso para sustentar su propio desarrollo en el tiempo”.
Más aún, en una encuesta aplicada a sus habitantes un 60% prefirió el turismo como el potencial de desarrollo de la localidad, seguido atrás con solo un 20 % que prefirió la minería. La conclusión plasmada en el Pladeco es clara: “El llamado de la comunidad para dar prioridad al fortalecimiento de nuevas áreas de desarrollo productivo alternativas a la actividad minera, que en la actualidad concentra parte importante de los empleos en la comuna. Dando pie a la revitalización de actividades propias de la zona como son el turismo, la agricultura y la ganadería”.
Coincide con este aspecto la presidenta de la AG de Turismo de Puerto Guadal (localidad que depende del agua del mismo lago), Angélica Antiñanco, para quien “la minería simplemente viene a contaminar los espacios, los entornos en los cuales vivimos, los cuales defendimos tanto en nuestra Patagonia. Y menos aún en el lugar que se pretende intervenir, que atrae a tantos turistas en Chile Chico”.
Planteamiento que se están echando al bolsillo todas las autoridades involucradas en la campaña pro minería en la cuenca del Chelenko, posiblemente por aspectos ideológicos (la conservación sería solo una traba para cierto tipo de desarrollo) y de fuentes de trabajo inmediato, luego que Cerro Bayo cerrara por su propia responsabilidad, dejando un reguero de cesantía. Es este uno de los puntos relevantes sobre la discusión: la monodependencia productiva.
“No podemos pasar toda la vida dependiendo de una minera. Cada vez que la minera cierra, quedamos con pobreza social y la pelea entre si queremos seguir o no con minera. La mirada debe ir en desarrollarnos en otra cosa. En este minuto puede ser el turismo o desarrollar con mayor potencia la agricultura local y comunal” reflexiona Gloria Becerra, dirigenta de la AG de Chacareros y Ganaderos del Lago General Carrera y vecina de Chile Chico. Por ello también apunta a las definiciones que se digitan desde fuera: “No nos preguntan si queremos una minera en el río Quebrada Honda que desemboca en el Jeinimeni, que es un río binacional y con el cual regamos nuestros predios en Chile Chico y Los Antiguos (Argentina)”.
En este debate entró hace pocos días la Federación de Gremios de Turismo de Aysén. Sobre el sector señalan que este muestra una “empleabilidad directa de un 5,8%, solamente relacionada a hotelería y comida, y un 17% relacionado a comercio, cifras que distan mucho de la minería la cual solo cuenta con un 1,7% en nuestra región, según las bases del INE 2018”. Agregan que “el aporte del turismo a la economía regional, en base a la calidad ambiental, geológica, cultural y paisajística de Aysén, en la Patagonia, es fundamental. Esto se traduce en ingresos no solo para operadores y emprendedores del rubro, sino además para las áreas de alojamiento, transporte, alimentación y servicios, generando una cadena productiva virtuosa que apunta a fomentar el arribo de visitantes. Y todas las proyecciones señalan que este proceso seguirá aumentando en el futuro”.
Proyecciones coherentes con la Estrategia de Desarrollo Regional al 2050 donde uno de sus ejes principales es el turismo y la conservación de la naturaleza. Y los múltiples instrumentos de planificación y fomento que el Estado, además de la inversión privada, ha generado en los últimos años relevando las características ecosistémicas y culturales de la Patagonia chilena y Aysén en particular.
Es en este contexto que hacen sentido las palabras de Instituto Geológico y Minero de España: “El patrimonio geológico es un bien común, es parte de la riqueza natural de nuestro planeta. La destrucción de los lugares de interés geológico es casi siempre irreversible, por lo que la prevención y la planificación son fundamentales. La conservación del patrimonio geológico es también una responsabilidad: su destrucción deja a las generaciones futuras sin la posibilidad de su conocimiento y disfrute. Por ello, no debemos considerarnos propietarios, sino depositarios de este patrimonio que hemos heredado y que debemos conservar para las generaciones futuras. Así que la gestión del patrimonio geológico como parte importante del patrimonio natural y cultural es reflejo de una sociedad avanzada, responsable y respetuosa con su entorno”.
Las otras amenazas a la cuenca
Equus Mining no solo tiene intereses en Chile Chico. A escasos 11 kilómetros de Puerto Ingeniero Ibáñez (al otro lado de la cuenca del lago General Carrera), en el sector aledaño al cerro Pirámide y adyacente a los límites de la Zona de Interés Turístico (ZOIT) Chelenko, la empresa está realizando requerimientos para constituir los pedimentos Diablo 1, Diablo 2, Diablo 3, Diablo 4, Diablo 5, Diablo 6 y Diablo 7 por 2.100 hectáreas.
En las últimas semanas esta localidad se ha organizado en la Agrupación Puro Ibáñez, levantando una campaña en contra de los intereses de la minera australiana Laguna Gold, controladora de El Toqui. Esta intenta avanzar en sus operaciones en las cercanías del poblado a través de 101 plataformas de sondaje bajo el proyecto “Terrazas”: a solo 3,5 kilómetros de la localidad y actualmente en evaluación ambiental sin participación ciudadana. Laguna Gold ha presentado, en paralelo, las declaraciones de impacto ambiental de los proyectos “Santa Teresa” (97 plataformas en el área de Villa Amengual) y “Katterfeld” (100 plataformas circundantes a Rodeo Los Palos)..
“Quienes vivimos en los pueblos aledaños a estos proyectos debiéramos ser los primeros que nos enteremos. Los pueblos siempre se perjudican” dice la presidenta de la organización, Marlina Orellana.
A pesar de los controles que la minería informa tener, su preocupación se sustenta en que “de todas formas se afecta la vida silvestre, el ganado aledaño, las personas cercanas, como lo que está pasando en El Toqui”. Por ello miran con recelo lo que se pretende realizar en Chile Chico: “Se podría impactar toda la cuenca, no solo ese lugar, por mucho que digan que el lago es grande, que lo diluye todo, igual nos estamos contaminando”.
Los alcances no son infundados. En 2015 el Colegio Médico detectó altos niveles de arsénico, plomo y mercurio en aguas de Alto Mañihuales, donde opera la matriz de El Toqui y que ocasionó contaminación del suelo y muerte de animales de los campesinos del sector. Además, recientemente la Superintendencia de Medio Ambiente les multó con $ 1.000 millones, por diversos incumplimientos, entre ellos dejar a la intemperie un tranque de relaves con el riesgo de dispersión de polvo contaminado.
Y Cerro Bayo, que opera en Chile Chico y cerró el año pasado por la muerte de dos trabajadores que quedaron atrapados luego de inundarse la mina Delia 2, tiene en trámite ambiental la rehabilitación de la mina Javiera, abandonada en 2008 y que se emplaza en el Sitio Prioritario para la Conservación de la Biodiversidad Estepas Jeinimeni-Lagunas de Bahía Jara y adyacente a los límites de la Zona de Interés Turístico (ZOIT) Chelenko. El proyecto pretende extraer 580 mil M3 de agua desde sus galerías y depositarlos en la laguna Salitrosa, distante a 2,3 kilómetros, con lo cual triplicaría su volumen con el eventual riesgo de contaminar los cursos hídricos aledaños, según alertara la Dirección General de Aguas. Equus Mining pretende utilizar las instalaciones actuales de Cerro Bayo para su proyecto “Los Domos”.
“Nosotros conocemos Cerro Bayo con todo lo que significa la contaminación que está en este minuto viéndose todos los días, si uno pasa frente a la Laguna Verde uno ve cómo aparece el polvo del relave, además de la contaminación del lago con respecto a la mina de Puerto Cristal, que cerró hace muchos años y sin embargo se está conociendo ahora que están contaminando nuestro lago” concluye Marlina Orellana.

¿El oro vale más que la vida?
 1-   El mercurio y el cianuro, elementos utilizados para la explotación de oro, son altamente contaminantes.
2-   El primer perjudicado con el uso del mercurio es el minero, luego el medioambiente y, a través suyo, el resto de la población.
3-   El vapor de mercurio liberado por incineradores en la extracción del oro, al ser absorbido directamente por el minero provoca intoxicaciones que producen salivación excesiva, dificultad para respirar y fatiga, bronquitis, temblores e irritabilidad, cambios en la personalidad (por daños en el cerebro), sensación de dientes que flotan y dolor en los mismos, daño renal y respiratorio que puede conducir a la muerte.
4-   La contaminación de las aguas por los residuos puede llegar a los peces que no mueren al ingerir residuos de mercurio, sin embargo al recibirlo lo transforman en la fase más tóxica de este elemento llamada metilmercurio, que luego afecta a las personas que lo consuman.
5-   Los más vulnerables al metilmercurio son las mujeres embarazadas y los niños.
6-   El cianuro ingresa al ser humano por la piel y es altamente tóxico. La exposición de mujeres embarazadas puede provocar malformaciones fetales y la muerte.
7-   Si sus residuos llegan a las fuentes de agua, pueden provocar mortandad de peces, contaminación en el aire e intoxicaciones en quienes la consuman.
Altamente especulativo
Los proyectos mineros están asociados a una alta especulación en los mercados, en base a los recursos naturales no renovables hallados. En su respaldo las compañías levantan grandes sumas en la banca internacional que les sirven para sus actividades de lobby y otras previas a la etapa de explotación. En este cuadro se constata que la compañía Equus Mining tenía un valor de acción para mayo del 2017 de 0,01 centavos de dólar australiano (AUD), pero sincrónicamente por la época en que se conocieron los resultados de sus sondajes, el valor de las acciones se multiplicó exponencialmente. Con esto, sus accionistas obtuvieron ganancias especulando con los recursos naturales de la Patagonia, sin beneficio alguno para los habitantes de la región. Actualmente las acciones de Equus Mining van a la baja, aunque no está claro si es por el revuelo que está causando en la zona, lo cual podría complicar su viabilidad. Esto, en paralelo a sus efectos sobre el patrimonio natural, cultural y geológico de Aysén.

Leer en: https://www.elciudadano.cl/chile/fiebre-de-oro-amenazan-el-parque-patagonia/10/17/#ixzz5UEZl4kkA - Imagenes:
aquiaysén - WordPress.com - Linde Waidhofer (Western Eye) - Conservación Patagonia

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