Enormes cráteres aparecen en campos de Turquía

En lo que va del año, ya se ha registrado la aparición de unos 600 cráteres en los campos de Turquía que ponen en peligro la agricultura del país. Estos enorme hoyos estarían relacionados con el uso intensivo de las aguas subterráneas para el riego de los cultivos, en el marco de la sequía de las últimas temporadas. Los agricultores de la provincia de Konya dieron la voz de alarma ante la aparición de estos cráteres en los campos que ponen en riesgo los cultivos y asentamientos poblacionales cercanos.

La aparición del primer cráter se dio hace unos 15 años, pero la cantidad ha ido en aumento al punto que este año la situación ha llegado a ser alarmante porque desde enero se han registrado alrededor de 600 agujeros, frente a los 350 del año pasado, casi el doble que en 2020, según estimaciones del profesor Fetullah Arik que encabeza el Centro de Investigación de Hundimientos de la Universidad Técnica de Konya. Según datos del Centro de Investigación de Hundimientos de la Universidad Técnica de Konya.

 
La culpa la tiene el hombre
La provincia de Konya es conocida como el granero de Turquía debido al vasto mar de trigo que se extiende por todos lados. Pero, aunque la región sigue siendo el principal centro agrícola del país, la sequía persistente que azota esta zona desde hace años ha provocado un problema imprevisto que no ha hecho más que empeorar en los últimos años: los sumideros.

Agujero aparecido recientemente en la provincia de Konya.

Uso excesivo de las aguas subterráneas para el riego
Aunque nos recuerden mucho a los hidrolacolitos de Siberia, que son causados por la acumulación de gas metano en bolsas de permafrost descongelado, el caso de Turquia es totalmente diferente. Las causas del fenómeno se relacionan con el uso excesivo de aguas subterráneas para riego de tierras agrícolas en el marco de sequía que aqueja al país. Los nuevos hoyos se producen cuando las cavernas subterráneas que contenían agua, se hunden con el peso de las capas del suelo.
Turquía sufre dos tipos de sequía: la meteorológica por falta de lluvias y la hidrológica por los bajos niveles de agua de ríos y lagos, lo que acentúa la gravedad del problema.
Los agricultores se inclinan al uso de las aguas subterráneas para el riego de los cultivos porque resulta la opción más rentable frente a otras alternativas. Los pobladores intentaron encontrar soluciones para llenar los sumideros, pero al final, no pueden llenarse adecuadamente porque el vacío debajo de la tierra es más ancho que el que se ve a simple vista.
Es urgente que las autoridades aborden el problema dado que la sequía continuará y el impacto económico recaerá sobre agricultores y consumidores. Según el jefe de la Cámara de Ingenieros Agrónomos de Turquía, Baki Remzi Suicmez este problema podría ser incluso, peor que el de la pandemia.



                      Mapa que muestra los agujeros aparecidos durante este año en la provincia de Konya


En el marco de un foro sobre problemática del agua en Turquía realizado el pasado marzo, el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan se comprometió a “renovar y mejorar los sistemas de riego agrícola“. Mientras que el ministro de Agricultura, Bekir Pakdemiri, relacionó la sequía y la aparición de los agujeros con la crisis climática mundial.
De todas maneras, Suicmez asevera que sería erróneo echar toda la culpa a los eventos globales. “No podemos decir: ‘Oh, hay cambio climático, por eso hay sequía’, cuando hay razones concretas para ello“, aclaró el experto. “Los agricultores intentan encontrar soluciones para llenar los sumideros, pero al final, no pueden llenarse adecuadamente porque el vacío debajo de la tierra es más ancho que el que se ve a simple vista. Es mejor marcar el área con un cartel de sumideros para evitar accidentes”, dijo Fetullah Arik.

Gráfico que ilustra el espacio de estos agujeros bajo la superficie.
Centro de Investigación de Hundimientos de la Universidad Técnica de Konya

Aunque aún no han causado víctimas humanas, los agujeros cada vez aparecen más cerca de asentamientos humanos y el hecho de que los científicos no pueden predecir dónde ni cuándo ocurrirán significa que los riesgos son elevados.
Mientras tanto, la situación sigue dependiendo en gran medida de la cantidad de precipitaciones, ya que “si no llueve lo suficiente en esos meses (abril, mayo), en casi todas las zonas donde hay cultivos de secano, continuará el riesgo de sequía agrícola“, advirtió Suicmez. De todas maneras, si las lluvias llegan, él considera que el problema no quedará resuelto y no desaparecerá por completo.

Fuente: AFP.com

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