La Argentina tiene un nuevo Parque Nacional: Ansenuza

Está en Córdoba y comprende la reconocida laguna de Mar Chiquita, el mayor lago salado de Sudamérica y el quinto en el mundo, y los Bañados del río Dulce; conformando un enorme humedal de alrededor de un millón de hectáreas, que es considerado un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global. Es reconocido por albergar 380 especies, incluidos los tres tipos de flamencos que hay en Sudamérica
   
La creación del Parque Nacional Ansenuza en la laguna de Mar Chiquita y los bañados del Río Dulce, situados en la provincia de Córdoba, promete ser una oportunidad para desarrollar el ecoturismo y diversificar las economías regionales de la zona, así como también restaurar las poblaciones de fauna y flora nativas. La laguna de Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce conforman un enorme humedal de alrededor de un millón de hectáreas, que es considerado un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global.

El Parque Nacional será el tercero que se crea en la provincia, después del Parque Nacional Quebrada del Condorito y Parque Nacional Traslasierra y comprenderá la laguna de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, laguna salada de mayor superficie lacustre de la Argentina y la quinta más grande de Sudamérica, y los Bañados del río Dulce. Se trata de un enorme espejo de agua de salinidad y superficie variables, de alrededor de un millón de hectáreas, considerado un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global y en especial para las aves migratorias.
Según describió Aves Argentinas, la ONG ambiental más antigua de Latinoamérica y responsable del proyecto, es una cuenca cerrada alimentada por tres ríos: el Dulce también llamado Salí, el Primero denominado Suquía, y Segundo, conocido como Xanaes.

Este ecosistema complejo abarca una gran diversidad de ambientes que incluyen el enorme espejo de agua salina, los cauces de los ríos, lagunas permanentes y temporarias, playas barrosas, matorrales de arbustos y cardones, bosques de tipo chaqueño y espinal, salinas, amplios pastizales y sabanas inundables.
Estos ambientes componen una unidad integral y son reconocidos como escenario de gran valor ecológico, paisajístico, económico, cultural, científico y recreativo.
La laguna pertenece a la Red Internacional de Lagos Vivientes y es comparada con los lagos salados Mono Lake y Salt Lake, ubicados en Estados Unidos, ya que en los tres se posa un ave migratoria.
“Algunas poblaciones como los falaropos migran hacia Estados Unidos y Canadá, entonces sin la protección de la Mar Chiquita sería un desastre internacional”, explica Laura Josens, bióloga e integrante de la ONG Aves Argentinas. “Hay una biodiversidad única en áreas pequeñas hoy en día, si restauramos los ecosistemas habrá más”, sostiene sobre los avances que significaría declarar esta zona como parque nacional e impulsar políticas de conservación y restauración de flora y fauna autóctona.
El proyecto para conformar el parque nacional comenzó en 2017 en la Región de Ansenuza, donde se vienen desarrollando distintas actividades junto con las localidades que rodean este gran lago salado para estimular el turismo sustentable.
En relación a cómo se llevó a cabo el proyecto, la Fundación Wyss (Wyss Foundation) decidió apoyar a través de Aves Argentinas, el proceso de creación del Parque Nacional Ansenuza, y firmó un acuerdo en el que se comprometió con el aporte de 5.8 millones de dólares para la concreción del Parque Nacional, que incluirá infraestructura para la región. Asimismo, la Fundación se comprometió a financiar un documental de la National Geographic para promocionar el destino internacionalmente una vez que el Parque se encuentre conformado.
Actualmente se está trabajando en el desarrollo de la región a través de la conformación de un circuito que una a todas las localidades potenciando sus atractivos naturales y culturales.Una de las actividades de turismo sustentable que se destacan en la zona es el avistamiento de aves debido a que allí se concentran 380 especies donde resaltan las bandadas de flamencos. Asimismo, el turismo de naturaleza incluye también senderismo, cabalgatas y kayaks, mientras que en el turismo rural, el gastronómico y religioso son los puntos fuertes del lugar.
Aves emblemáticas
Las aves son quizás el grupo que alcanza los mayores niveles de diversidad y abundancia, ya que en la región se encuentra el 66% de todas las especies de aves migratorias y playeras registradas para la Argentina, y se concentran más de 320 especies, casi el 36% de la avifauna total del país. Por otro lado, Mar Chiquita alberga los tres tipos de flamencos que hay en Sudamérica. El austral es la especie más abundante y se la encuentra durante todo el año, con poblaciones de hasta 350.000 ejemplares.

Parinas y bandada de falaropos en la laguna de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, al noreste de Córdoba. Gentileza Pablo Rodas

Las otras dos especies son el flamenco andino o parina grande considerado como “vulnerable”, y la parina chica o flamenco de James, listado como especie “casi amenazada” según organismos internacionales. Los dos grupos son visitantes de invierno, y luego migran descendiendo de sus áreas de cría ubicadas en las lagunas altoandinas de la Argentina, Chile y Bolivia.


Fuentes: Pagina12-La Nación

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