Argentina, Córdoba: Ambientalistas rechazan ley de bosques aprobada sin consenso
Daniel Klocker (PRENSA RED)
La nueva ley permitirá sostener y ampliar la actividad agropecuaria. Habilita el rolado y la implantación de pasturas exóticas aun en la “zona roja” de bosques protegidos. Fuerte crítica de integrantes de la Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (COTBN).
A Marcelo Falo, parafraseando a su jefe político José Manuel de la Sota, solo le faltó decir ayer la frase “queridos cordobeses” cuando comenzó a argumentar su posición de apoyo al proyecto de Ley de Bosques para la provincia presentado entre gallos y medianoche por Unión por Córdoba, el radicalismo, parte del juecismo y aliados al oficialismo de bloques unipersonales.
El legislador y presidente de la Comisión de Asuntos Ecológicos (CAE), nada dijo que la nueva ley favorece a los ruralistas, que entre otros beneficios podrán extender la actividad ganadera en la zona noroeste del territorio cordobés a partir de condiciones más permisivas de restricción con respecto al denominado bosque nativo.
Candorosamente, Falo puntualizó que “todo esto nos deja como punto para celebrar que Córdoba tiene una ley de bosque, y que cada actividad que se desarrolle va a tener que ser sometida a un plan y debe estar autorizada por la Secretaria de Ambiente”.
Muy lejos del contemporizador punto de vista de Falo, los sectores opositores rechazaron con fuertes críticas la sanción de la Ley, y en ese sentido la legisladora Liliana Olivero (Izquierda Unida) fue la más dura en su posición y advirtió que buscará la inconstitucionalidad de la norma por no ceñirse a los requisitos mínimos de la ley nacional 26.331, conocida como “Ley Bonasso”, porque en la zona roja, se permite el aprovechamiento sustentable, no estipulado en la legislación nacional
Olivero afirmó que votó en contra del proyecto porque “surgió de un contubernio entre la mayoría parlamentaria y que más que preservar, se va a permitir a los sectores de la agricultura seguir avanzando sobre el bosque nativo”.
Por su parte, el investigador del Conicet, Fernado Barri calificó de “mamarracho” las modificaciones introducidas al proyecto original y responsabilizó por ese accionar al Poder Ejecutivo y expresó que “esta ley va a aumentar la degradación ambiental de la provincia”, .
Se impuso el proyecto "sojero"
El proyecto fue tratado durante toda la tarde-noche de ayer y el oficialismo, con la complicidad del radicalismo y el aval de entidades agropecuarias, lo aprobó pasada la medianoche, sin tener en cuenta los sustanciales cambios respecto a las restricciones que planteaba la iniciativa de la Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (COTBN).
La propuesta del oficialismo registró también algunos "retoques" aunque sin conformar a los sectores ambientalistas que criticaron le ley por la permisividad en la manipulación del bosque nativo que, según denunciaron, permite la flamante norma que beneficia a los sojeros por sobre el beneficio al conjunto de la sociedad.
Los puntos centrales de la ley tienen que ver con las denominadas zonas rojas y amarillas del mapa cordobés y que delimitan los tipos de bosques existentes y a proteger y las actividades que sobre ellos podrá realizarse.
Por lo pronto, la mancha roja y amarilla del proyecto sancionado, alcanza 3,8 millones de hectáreas (1,8 millones de bosque en zona roja), muy por debajo de las más de cinco millones de hectáreas del proyecto de la COTBN, apoyado por sectores opositores y que demandó casi dos años de debate entre distintas organizaciones y la CAE.
En la zona roja ahora se podrá avanzar también con el rolado y la implantación de pasturas exóticas, posibilidad que en la iniciativa de consenso de la Comisión de Bosques Nativos estaba absolutamente vedada.
Principales cambios
- La ley aprobada preserva dos millones de hectáreas menos que lo previsto. En la zona roja, se permite el aprovechamiento sustentable, no estipulado en la "Ley Bonasso".
- Se reducen las zonas de protección a los costados de ríos, lagunas y salinas. Con esta modificación, un millón de hectáreas, que el proyecto original consideraba en categoría “amarilla”, fueron catalogadas como “verde”, con lo cual se puede desmontar.
- Se cambia el concepto de “bosque nativo”: se incluye en el mismo sólo a los árboles maduros o viejos y no los tres estratos (hierbas, arbustos y árboles).
- Se permite el rolado y la siembra de exóticas, como el forraje para la ganadería, a las zonas consideradas como categoría “roja”.
- Se elimina la creación de un cuerpo voluntario de cuidadores del bosque nativo.
- Se elimina la obligación de convocar a audiencia pública para autorizar desmontes o cambios de uso del suelo.
