La producción de plátanos puede desaparecer en 10 años




África produce casi 30 millones de toneladas de plátanos al año, que se consumen, en su mayor parte, a nivel local. Pero la producción se está reduciendo de forma vertiginosa y puede acabar, por completo, en un plazo de tan sólo diez años, según advierte un reciente estudio científico. El motivo es la poca diversidad genética de las plantas existentes del plátano. Las enfermedades, hongos en concreto, pueden acabar rápidamente con regiones enteras de producción.

En un informe publicado este fin de semana por el semanal británico 'New Scientist', la experta belga Emile Frison advierte sobre las amenazas contra uno de los cultivos alimenticios más importantes de África. Frison es jefe de la Red Internacional para la mejora del Plátano y el Llantén (INIBAP) en Montpellier, Francia. 

La científica advierte que las enfermedades del plátano están llegando a ser cada vez más difíciles de controlar. "Tan pronto como se encuentra un nuevo fungicida, se desarrolla una resistencia" explica Frison. Esto no es ciencia ficción, ya que la historia lo demuestra. En los años 50, una enfermedad de hongos denominada como "Enfermedad del falso mal de Panamá" acabó con la entonces variedad dominante del plátano, "Gros Michel". 

Según INIBAP, el plátano que hoy encontramos en el supermercado, la variedad de "Cavendish", así como el 99,9 por ciento del resto de las variedades del plátano consumidas en todo el mundo, es descendiente de una amplia línea de las variedades que han sido seleccionadas por generaciones de cultivadores, haciéndola extremadamente vulnerable a las enfermedades. Al contrario que otros importantes cultivos, solamente una minúscula fracción de la cosecha mundial se produce de las variedades mejoradas que han sido creadas a través de programas de crianza y reproducción.

La epidemia de hongos 

Ahora, una nueva variedad de la "Enfermedad del falso mal de Panamá" es la responsable de las destrucciones de plátanos "Cavendish" que se producen a una velocidad cada vez mayor en todo el mundo. Lo que es aún peor, incluso, es la rápida expansión del hongo responsable, conocido como "Sigatoka negro" y que ataca a la propia planta del plátano. El Sigatoka negro ha reducido ya la producción de las cosechas en un 40 por ciento en Uganda, el segundo productor de plátanos a nivel mundial, después de India. 

La epidemia de hongos comenzó en Fiji en 1963 y ahora se ha expandido a todas las grandes regiones de producción de plátanos. "Tan pronto como se encuentra un nuevo fungicida, se desarrolla una resistencia" explicaba Frison. "Y una cosa de la que podemos estar seguros es de que el Sigatoka no perderá esta batalla". 

Capaz de atacar a todas las variedades importantes de plátanos y llantenes, el Sigatoka negro gira las hojas de las plantas y les da unos tonos amarillos, marrones y negros, impidiéndoles así la fotosíntesis, explica el investigador Michelle Hibler. "Desprovista de sus reservas de energía, la planta recorta su producción de fruta, a veces hasta la mitad. Para los exportadores, el Sigatoka negro conlleva la ruina: la enfermedad también causa la maduración prematura de la fruta. Aunque parecen normales, los plátanos de las plantas afectadas maduran y se estropean antes de llegar a los mercados". 

El problema se encuentra en el corazón de la industria. El plátano salvaje es, prácticamente, no comestible, pues se encuentra lleno de semillas. Se presume que, hace un par de miles de años, se encontró casualmente en el sureste de Asia una planta mutada que producía la fruta sin semillas, comestible, y que sería el antepasado de todas las plantas de plátano actuales. A través de este origen, el plátano fue introducido en África, Zanzíbar y Madagascar, hace unos 3000 años, y más adelante al resto del mundo. 

Las plantas mutantes son estériles. Al estar producidas a partir de recortes y no de semillas, casi todas las plantas son, virtualmente, clones de otra, representando un mínimo de variedad genética. A pesar de su importancia como uno fuente de alimento e ingresos para los países en vías de desarrollo, "se han hecho asombrosamente pocas inversiones en el pasado", denuncia INIBAP. Los intereses comerciales en la crianza de mejores tipos de plátanos "disminuyeron después de que muchas tentativas se viesen fracasadas" ya que la del plátano es una cosecha particularmente difícil por su esterilidad y carencia de semillas.

Escasez de alimentos 

En muchas regiones de África y otros países en vías de desarrollo, el plátano es la principal cosecha y se ha convertido en un alimento de primera necesidad. Del total de la producción global, menos de un 15 por ciento es exportado fuera del país en donde se produce, informa INIBAP. Si las plantas desaparecen, los científicos auguran que esto conllevará una mayor escasez de alimentos. 

La escasez se observa ya en la región de los Grandes Lagos, donde se localiza más de la mitad de la producción de plátanos de África. Kenia ha observado un rápido descenso en la producción de plátanos durante los últimos 20 años, sobre todo debido a parásitos y enfermedades. En Uganda, la producción se ha visto reducida a la mitad, y las tendencias son similares en Tanzania, Ruanda y Burundi; países donde el plátano es una importante fuente de calorías. 

La mayoría de los cultivadores de plátanos en la parte central y este de África son mujeres. Gracias a los beneficios de las ventas de sus cosechas de plátanos, estas mujeres han podido mejorar su bienestar socioeconómico, pagar los honorarios de la escuela para sus hijos, mejorar la nutrición de la familia y construir tanques para almacenar agua limpia, según un estudio de INIBAP. 

África Occidental, y en concreto Ghana, Costa de Marfil, Nigeria y Camerún, es la segunda zona más grande de producción de plátanos en África. También aquí, el consumo es sobre todo doméstico, y grandes partes de la sociedad dependen del plátano como fuente importante de alimento. Presente en África Occidental desde los años 80, el Sigatoka negro está causando ya pérdidas de entre un 30 y un 50 por ciento en la producción del plátano y del llantén en el sureste de Nigeria.

Nuevas variedades 

Sin embargo, queda una pequeña esperanza. En Honduras, científicos de la industria del plátano han realizado esquemas de crianza a gran escala, dando como resultado una nueva variedad, el FHIA. El plátano FHIA, además de ser resistente a las principales enfermedades y parásitos, también es altamente productivo y tiene buenas calidades para ser transportado. Las plantaciones utilizadas como prueba en el Caribe y África han resultado un éxito, especialmente en lo que se refiere al recorte de los costes de fungicidas y pesticidas. 

Si los propietarios del copyright de los genes del FHIA - el proyecto hondureño está financiado por la multinacional 'United Brands' - permiten la difusión libre de la variedad, FIAH puede significar una solución para las comunidades en los países en vías de desarrollo que dependen de los plátanos como fuente de nutrición. Las primeras estimaciones establecieron el precio del nuevo híbrido en unos 0,50 dólares por planta. 

Las pruebas en África están demostrando resultados positivos. En Tanzania y Nigeria, por ejemplo, la producción de FIAH y otras variedades están creciendo cada vez más, aumentando desde unos 5-20 kgs por manojo hasta unos 40-110. "Estoy convencido de que FHIA-01 doblará inmediatamente la producción para los 70 millones de africanos para quienes los llantenes son su alimento de primera necesidad", asegura Phillip Rowe, jefe del proyecto en Honduras. 

En los principales mercados de exportación - Europa y Norteamérica - los plátanos de FIAH, sin embargo, tendrán más dificultades. La nueva variedad tiene un sabor parecido al de la manzana.

Canarias y América Latina 

En Espãna, principal país de la Unión Europea productor de plátanos, las Islas Canarias es uno de los centros de producción más afectado por la "Enfermedad del falso mal de Panamá", aunque parece que todavía no hay casos de "Sigatoka negra" en las islas. 

Canarias produce anualmente 415.200 toneladas de plátanos, lo cual representa el 92% de la producción europea. En comparación con África, Canarias sería el productor número 12 del continente africano y toda su producción es de la variedad del Cavendish. Casi toda su totalidad se destina al mercado español peninsular. 

La situación es mucho más grave, en cualquier caso, para la producción de plátanos en América Latina, y principalmente debido a la expansión del "Sigatoka negra". Aquí el peor caso es Brasil. El 70% de la producción del Amazonas se ha visto quebrada.

Fuente: portaldelmedioambiente.net

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