México / No celebramos la Tierra: la defendemos con memoria, dignidad y resistencia.
La Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territori – APIIDTT, somos una organización comunitaria de base integrada por asambleas y autoridades; indígenas, tradicionales y agrarias, asambleas en resistencia civil, colectiv@s y cooperativas indígenas de la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, México.
En el Istmo oaxaqueño, no celebramos la Tierra: la defendemos con memoria, dignidad y resistencia.
Hoy, en el Día de la Tierra, no hablamos desde la celebración vacía ni desde los discursos institucionales. Hablamos desde nuestro territorio herido, desde los caminos que hemos abierto con lucha, desde el corazón profundo de nuestros pueblos que resisten. Aquí, en el Istmo de Tehuantepec, sabemos que defender la tierra es defender la vida, y que no hay justicia posible sin territorios libres y comunidades vivas.
Desde hace décadas, llegaron a nuestras tierras promesas de desarrollo que se transformaron en amenazas. Con la imposición de megaproyectos eólicos y, ahora, con el avance de la industrialización, han intentado arrebatarnos no solo el territorio, sino también el tejido que da sentido a nuestras formas de vida. Frente a eso, no hemos callado. Hemos respondido con organización, con cuidado colectivo y con la fuerza que brota de la memoria viva de nuestros pueblos.
Desde las tierras altas hasta la costa, nos hemos levantado: comunidades campesinas, pueblos indígenas, familias organizadas, personas mayores y juventudes. No para pedir permiso, sino para ejercer nuestro derecho ancestral a decidir sobre nuestro propio destino. Hemos defendido el cerro, el manglar, el río, las playas, el monte y nuestras tierras comunales como quien protege su propio cuerpo. Porque no hay separación entre la tierra y quienes la habitamos.
En los últimos años, nuestros caminos, veredas y asambleas han sido escenarios de una lucha profunda, digna y rebelde. Frente a los intentos de despojo, frente a la violencia sistemática, frente al olvido impuesto, hemos tejido redes de resistencia que no responden a partidos ni a intereses ajenos, sino a nuestro compromiso con la vida.
Las amenazas no son nuevas. Se repiten con otros nombres, con nuevas leyes, con uniformes distintos. Pero aquí, nuestra respuesta ha sido la misma: el cuidado colectivo, la organización desde abajo, la memoria como guía. En medio del dolor, de las pérdidas y de la represión, también hemos sembrado semillas de esperanza.
Hoy también reconocemos nuestras luchas que nacen desde los márgenes, desde quienes hemos sido históricamente ignorades: personas indígenas con identidades disidentes, cuerpos y voces que no se ajustan a las normas impuestas, pero que han sido fundamentales en nuestros procesos de defensa territorial. Su presencia no solo enriquece nuestra resistencia, sino que la transforma.
Sabemos que la violencia persiste. Que se siguen cometiendo crímenes contra quienes cuidamos el agua, la tierra y la vida. Que el miedo sigue rondando nuestras comunidades. Pero también sabemos que, a pesar de todo, seguimos aquí. Y que mientras haya organización, asamblea, memoria y dignidad, ninguna imposición será eterna.
En este Día de la Tierra, no pedimos permiso para existir. Hacemos memoria de quienes caminaron antes y reafirmamos nuestro compromiso con quienes vienen. Agradecemos a toda la ancestralidad que habita en nuestros cuerpos y territorios. Honramos las historias de lucha que han dado forma a lo que hoy somos.
No hablamos en nombre de nadie. Hablamos desde nuestro territorio. Y lo decimos claro: sin defensa del territorio, no hay futuro. Sin justicia para nuestros pueblos, no hay justicia para la Tierra.
Desde el sur, desde abajo, desde la raíz, seguimos defendiendo la tierra, defendiendo la vida, defendiendo el futuro.
Fuente: https://aplaneta.org/2025/04/26/no-celebramos-la-tierra-la-defendemos-con-memoria-dignidad-y-resistencia/