La muerte de un ballenero

Comentario por el Capitán Paul Watson - Nunca conocí a Hajime Shirasaki. Estoy seguro que de haberlo conocido no hubiéramos estado de acuerdo en mucho. Él fue un ballenero y yo detesto a los balleneros y estoy seguro que él nos detestaba a nosotros por nuestros esfuerzos por proteger a sus víctimas. Pero Hajime Shirasaki era también un ser humano con una familia y unos amigos y al que echarán de menos y por eso simpatizamos con su familia por su pérdida.
Hajime murió ayer. Su cuerpo fue reclamado por el Gran Océano Antártico y no hay posibilidades de que sea recuperado. Caer de un barco de noche en estas aguas significa muerte y cada marinero lo sabe. La temperatura del agua es de cero grados celsius. La muerte llega rápidamente en estos mares. Ver tu barco navegar mientras te quedas sin ayuda y congelándote en su estela es una experiencia aterradora.
Hajime era un hombre joven de 30 años. Desconocemos el por qué decidió unirse a la tripulación de un barco ballenero pero fue una decisión que tomó.
Al parecer Hajime, mecánico en el Kyoshin Maru No. 2, salió a echar un vistazo al barco ballenero vistiendo tan sólo un mono de trabajo. Nunca regresó.
Existen tres posibilidades. Accidentalmente cayera por la borda. Fuera empujado o se suicidara. Probablemente nunca lo sabremos. Lo que sabemos es que es la tercera víctima sufrida por la flota ballenera japonesa desde 2007.
Un miembro de la tripulación del Nisshin Maru murió en un incencio en Enero de 2007 y un segundo miembro de la tripulación del Nisshin Maru murió el verano de 2007 en un accidente industrial abordo del buque factoria. Fue aplastado en el convoy que cargaba la carne de ballena en el contenedor.
La industria ballenera japonesa ha estado gritando sobre de que Sea Shepherd es una amenaza para la seguridad en el mar, sin embargo en los cinco viajes que Sea Shepherd ha hecho para oponerse a la caza ilegal japonesa de ballenas, ningún ballenero japonés ha resultado herido y ningún miembro de la tripulación de Sea Shepherd ha resultado herido. Tenemos un registro de seguridad impecable. Me parece que la industria ballenera debería mejorar sus medidas de seguridad en lugar de culparnos por su falta de responsabilidad. La verdad es que Sea Shepherd no supone una amenaza a la tripulación de los buques balleneros. La industria ballenera mata ballenas y balleneros. Es una industria de muerte.
La tripulación del barco de la Sea Shepherd Conservation Society, Steve Irwin, envía sus condolencias a la familia de Hajime Shirasaki. Su muerte es una tragedia y la matanza de ballenas es también otra gran tragedia. ¿Cúantas ballenas y cuántos humanos más han de morir antes de que Japón derogue esta brutal y barbárica matanza anual de ballenas en el Santuario de Ballenas del Océano Antártico?.
(Fuente: Sea Shepherd Conservation Society) 
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