Miles de glaciares entran en su fase de extinción y ya tienen fecha: desaparecerían hasta 4.000 cada año
Durante miles de años, los glaciares han sido pilares silenciosos del sistema climático del planeta. Hoy, investigaciones científicas confirman que estas masas de hielo están entrando en una fase acelerada de desaparición conocida como extinción de glaciares, impulsada por el calentamiento global. No se trata solo de hielo que se derrite, sino de ecosistemas completos que dejan de existir. Comprender este proceso es clave para entender el futuro del agua, la biodiversidad y el equilibrio climático de la Tierra.
por Carolina Gutiérrez Argüelles
Extinción de glaciares: cuando el hielo deja de existir
La ciencia climática ha comenzado a utilizar un término contundente: extinción de glaciares. Un estudio internacional publicado en Nature Climate Change analizó el destino de cientos de miles de glaciares y concluyó que muchos no solo se están reduciendo, sino que desaparecerán por completo. Un glaciar se considera extinto cuando pierde casi todo su volumen o reduce su superficie por debajo de un umbral mínimo.
La magnitud del fenómeno es inédita. Según los modelos, el planeta se acerca a un periodo en el que desaparecerán miles de glaciares cada año. Esto no tiene precedentes en la historia reciente de la Tierra y marca un cambio profundo en los paisajes de montaña, las cuencas hídricas y los ecosistemas asociados al hielo.
El pico de extinción de glaciares y su relación con el clima
Los investigadores introducen el concepto de pico de extinción de glaciares, que describe el momento en que el número anual de glaciares desaparecidos alcanza su máximo. Este pico no indica el fin del problema, sino el punto en que la pérdida es más intensa. Después, la tasa disminuye porque muchos glaciares pequeños ya habrán desaparecido.
Con un aumento de temperatura limitado a 1,5 °C, el pico se produciría alrededor de 2041, con la desaparición de unos 2.000 en un solo año. En escenarios de 4 °C, el pico se desplaza hacia 2055 y la cifra se eleva hasta 4.000. Cada incremento térmico amplifica el colapso, reduciendo drásticamente las posibilidades de supervivencia del hielo.
Regiones críticas: Alpes, Andes y cordilleras del planeta
Los Alpes europeos ilustran con claridad este proceso. De los aproximadamente 3.000 glaciares actuales, solo una pequeña fracción sobreviviría incluso en escenarios de calentamiento moderado. Con 2 °C de aumento, apenas quedaría el 8 %, y con 4 °C, el hielo alpino se reduciría a unos pocos relictos.
En los Andes, una de las regiones más importantes para el suministro de agua en Sudamérica, el panorama es igualmente preocupante. Con altos niveles de calentamiento, se perdería más del 90 %. Las Montañas Rocosas y Asia Central muestran patrones similares. Esta extinción es un fenómeno global, que afecta tanto a regiones densamente pobladas como a zonas remotas.
Consecuencias ecológicas: agua, fauna y ecosistemas
Los glaciares cumplen una función esencial como reguladores naturales del agua. Liberan deshielo de forma gradual, sosteniendo ríos y humedales durante estaciones secas. Su desaparición altera este equilibrio, provocando primero excesos de agua y, posteriormente, escasez prolongada.
Los ecosistemas de montaña también se ven afectados. Muchas especies animales y vegetales dependen de las condiciones frías y estables que generan. Cuando el hielo desaparece, los hábitats cambian rápidamente, reduciendo la biodiversidad y fragmentando ecosistemas enteros. Esta extinción arrastra consigo una cadena de impactos ecológicos que va más allá del paisaje.
Preservar la memoria del hielo perdido
Ante la desaparición irreversible de muchos glaciares, científicos y organizaciones han impulsado iniciativas para conservar su memoria. La Lista Global de Víctimas de Glaciares documenta aquellos que ya se han extinguido, registrando su nombre, ubicación e historia. No es un gesto simbólico menor: es un reconocimiento de que el planeta está perdiendo elementos naturales que tardaron miles de años en formarse.
Casos como Pizol y Birch en Suiza muestran cómo el cambio climático transforma la geografía y la relación entre las personas y la naturaleza. Un glaciar extinto no puede recuperarse en escalas humanas de tiempo.
La extinción de glaciares representa uno de los indicadores más claros del desequilibrio climático actual. El concepto de pico de extinción permite entender que el planeta se aproxima al momento de mayor pérdida de hielo, con consecuencias directas para el agua, los ecosistemas y la estabilidad ambiental. Los glaciares han sido testigos de la historia natural de la Tierra; su desaparición plantea una pregunta crucial sobre el futuro del clima y la capacidad del planeta para sostener la vida tal como la conocemos.
Fuente: https://ecoosfera.com/noticias/pico-extincion-glaciares-calentamiento/






