Criminales políticos

La sociedad moderna en general razona en todos los espacios de las democracias occidentales de una manera certera y ponderada en relación a los límites de las ideologías trasladadas a la praxis política. De modo que cualquier sistema de doctrina o pensamiento político cabe en una democracia, con tal de que ese pensamiento o doctrina no haga apología de barbaridades o reclame su derecho a ser llevadas a la práctica mediante políticas específicas que chocan con los derechos universales del ser humano. Si la política es la guerra por medios pacíficos y la ideología extremista se ciñe al hemiciclo, al cuadrilátero o al círculo parlamentario, no debiéramos rasgarnos las vestiduras por las pronunciadas en la tribuna, se dice. Pero en estos tiempos la mente de las sociedades y las de los gobernantes han cambiado mucho. Vivimos tiempos en que parece que todo vale. Y hay un precedente. El de cómo Hitler y el nazismo devastadores llegaron al poder por vía democrática. La historia pare...