Lo que me enseñaron los animales sobre ser humana
Utilizamos a los animales como ideas para ampliar aspectos de nosotros mismos y los convertimos en refugios para cosas que sentimos y que a menudo no podemos expresar. Sin embargo, quizá el mayor consuelo está en saber que las vidas de los animales no se trata de nosotros en absoluto. Helen Macdonald Hace mucho tiempo, cuando tenía nueve o diez años, escribí un ensayo en la escuela sobre qué quería ser de grande: “Seré un artista y tendré una nutria como mascota”, anuncié con confianza, antes de añadir: “Siempre y cuando la nutria esté feliz”. Cuando mi profesor me regresó mi cuaderno de ejercicios, había escrito un comentario: “Pero ¿cómo podrías saber si una nutria es feliz?”. Me indigné. Sin duda, pensé, las nutrias estarían contentas si tuvieran un lugar suave para dormir, pudieran jugar, ir a explorar, tener una amiga (que sería yo) y nadar en los ríos para cazar peces. Los peces eran mi única concesión a la noción de que las necesidades de una nutria podrían no coincidir