Recuperando la historia de las plantas cultivadas en el Continente Americano

El momento y lugar en que ocurrió el proceso de domesticación de una especie particular, y por tanto su origen, han sido difíciles de precisar con exactitud. Aunque mediante el acopio y estudio de diferentes tipos de evidencias, como la distribución actual y pasada de sus parientes silvestres, restos arqueológicos, arqueobotánicos, usos y conocimientos pasados y actuales de una especie de planta o animal, entre otros, se han ido encontrando respuestas a la preguntas sobre su origen.

Probablemente Alejandro Von Humboldt (1769-1859) fue el primer autor que se refirió al origen de las plantas cultivadas en su obra Ensayo sobre la Geografía de las Plantas (1807). Sin embargo, el primer estudio que aborda esta temática mediante la revisión de las evidencias botánicas, arqueobotánicas, paleontológicas y filológicas disponibles, fue el libro Origen de las Plantas Cultivadas (1882) de Alfonso De Candolle (1806-1893). Uno de los principales aportes de este autor fue notar que donde una especie fue abundante no necesariamente es su centro de origen. Asimismo, fue el primero en indicar, si bien con poca precisión, algunas regiones donde tuvo lugar la domesticación de algunos cultivos (Zeven y de Wet 1982).

Sin duda, para entender el origen de la mayor parte de las principales especies cultivadas, la referencia fundamental es el trabajo sistemático, extenso, intenso y posiblemente único ― por lo menos por el momento en que se efectuó y la cantidad de material que reunió ― encabezado, dirigido y efectuado en gran parte por el brillante agrónomo y genetista ruso Nikolai I. Vavilov (1887-1943), entre las décadas de 1920 a 1940.  Durante las expediciones rusas llevadas a cabo se recabó una gran cantidad de información sobre la variación de las diferentes especies cultivadas para las necesidades de germoplasma de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Library of Congress
Prints & Photographs Division
NYWT&S Collection


Las especies que conocemos actualmente han tenido su origen en diferentes momentos de la historia de nuestro planeta. El origen de la mayor parte de esta diversidad se remonta a tiempos geológicos, así como a eventos y causas de diversa índole, como son la deriva continental, la dispersión y aislamiento de floras y faunas, la genética de las especies y su adaptación a diversos ambientes. Estos fenómenos dieron origen a las floras y faunas particulares de los continentes actuales.
A los espacios donde ocurrió el origen o la diferenciación de una especie o población particular se les ha denominado de manera general 
“centros de origen”.
Estas especies o poblaciones al dispersarse o diferenciarse por diferentes fenómenos, como migraciones, aislamiento geográfico o reproductivo, mutaciones, dieron origen nuevamente a otras especies o formas y así sucesivamente.
Una especie o un grupo relacionado de especies pueden diversificarse más en regiones diferentes a las de su origen, a las que llegan a dispersarse por los fenómenos o procesos citados. Así pues los “centros de diversificación" actuales pueden no ser precisamente el centro de origen de una especie o un grupo biológico particular. Un ejemplo clásico es el de los pinos con su centro de origen en el noroeste de China y su centro de diversificación en el territorio comprendido entre México, Guatemala y Honduras. De un total de 111 especies en el mundo, en México viven 49 especies de pinos (44 %).

Fuente: https://www.biodiversidad.gob.mx/genes/centrosOrigen/centrosPlantas1.html


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