Una propuesta para la construcción de un transdesarrollo global. Los Objetivos del Buen Vivir

El paradigma de bienestar del transdesarrollo moderno es aquel paradigma que persigue la satisfacción de las necesidades materiales e inmateriales de la sociedad por medio de un proceso de participación en el que se decidan, bajo los principios de satisfacción personal, equidad social y sostenibilidad ambiental, cuáles son dichas necesidades y qué medios deben emplearse para satisfacerlas. Bajo este paradigma, en el que la naturaleza, la sociedad y la persona ocupan el centro de las preocupaciones de la gente, los individuos se sienten parte de diferentes comunidades y parte de la naturaleza y, como partes de un todo, defienden la convivencia armónica entre los seres humanos y entre éstos y la naturaleza.

Ana Patricia Cubillo Guevara 

A los creen que otro mundo es posible y, en especial, a los que se esfuerzan por construirlo.

 Dicho paradigma de bienestar se corresponde con un paradigma cultural o cosmovisión denominado transmodernidad (Rodríguez-Magda), que podemos definir como una visión del mundo basada en el consenso intersubjetivo que busca las verdades consensuadas, que interpreta todos los aspectos de la vida a partir de la combinación emocionalmente inteligente de postulados basados en la fe, en la razón y en la imaginación, y persigue la realización de las múltiples expectativas de los diferentes individuos por medio de la construcción participativa de proyectos interculturales consensuados y social y ambientalmente armónicos para la construcción de una sociedad global poscapitalista.
Suele afirmarse que el transdesarrollo, como paradigma de bienestar, sólo es viable a escala local, como es el caso de las ecoaldeas (e.g., la ecoaldea de Findhorn en norte de Escocia) o de algunas comunidades indígenas (e.g., la comunidad indígena de Sarayaku en la Amazonía ecuatoriana) (Hidalgo-Capitán y Cubillo-Guevara, 2016). De hecho, también se afirma que los intentos por implementar el transdesarrollo como paradigma de bienestar a escala nacional en algunos países de América Latina han sido un fracaso (‘buen vivir’ en Ecuador, ‘vivir bien’ en Bolivia, ‘vivir bonito’ en Nicaragua y ‘socialismo del buen vivir’ en El Salvador) y que en realidad en estos países se han seguido implementado políticas desarrollistas que han profundizado su nivel de maldesarrollo.
No obstante, sigue habiendo algunos intentos y propuestas que no renuncian a que el transdesarrollo pueda tener implementaciones más allá del ámbito local. Entre ellas estaría la propuesta de una agenda global alternativa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, denominada los Objetivos del Buen Vivir (Hidalgo-Capitán et al., 2018).
La propuesta de una agenda global alternativa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible es el resultado de una investigación con el concurso de personas expertas en buen vivir, decrecimiento y transdesarrollo, mediante grupos internacionales de discusión y una encuesta a más de 100 personas expertas (académicos y académicas, investigadores e investigadoras, consultores y consultoras, cooperantes y activistas sociales). Esta reflexión no ha tenido la intención de destruir la propuesta institucional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sino la intención de ir generando una conciencia colectiva en la academia, en los movimientos sociales y en los actores de la cooperación internacional, que permita plantear una nueva Agenda Post-2030, a partir de unos objetivos que ni siquiera fueron incluidos en la Agenda 2030.
En nuestro caso, asumimos que el paradigma de bienestar al que debiera aspirar la Agenda Post-2030 sería el transdesarrollo transmoderno, una perspectiva epistemológica transmoderna y transdesarrollista que cuestiona abiertamente la modernidad (como paradigma cultural), cuestiona el desarrollo (como paradigma moderno de bienestar) y cuestiona el desarrollo sostenible (como variante de desarrollo alternativo moderno), y propone ir más allá de dichos paradigmas y variante, sin negarlos completamente, pero trascendiéndolos.
Los Objetivos del Buen Vivir se articulan como un conjunto de veinticuatro objetivos (tres de ellos objetivos generales y veintiún de ellos objetivos específicos) encaminados a la consecución de las tres armonías (personal, social y ambiental) que deben caracterizar el buen vivir global (o el transdesarrollo global).
Los objetivos generales del buen vivir a escala global serían: la sostenibilidad biocéntrica, que reflejaría la armonía con todos los seres de la naturaleza; la equidad social, que reflejaría la armonía con todos los seres humanos; y la satisfacción personal, que reflejaría la armonía con uno mismo o una misma.
Estos tres objetivos del buen vivir a escala global se encontrarían interrelacionados, de manera que sería imposible alcanzar el buen vivir si no se cumpliesen simultáneamente los tres; aunque existiría una jerarquía entre objetivos, por cuanto la sostenibilidad biocéntrica limitaría los medios para alcanzar la equidad social y la sostenibilidad biocéntrica y la equidad social limitarían los medios para alcanzar la satisfacción personal. Por tanto, en la construcción del buen vivir a escala global, primero, habría de tomarse en consideración a la naturaleza; segundo, a la sociedad; y tercero, a la persona, porque la persona es parte de la sociedad y la sociedad es parte de la naturaleza.
La consecución de los objetivos generales del buen vivir requeriría de la consecución simultánea de los objetivos específicos del buen vivir; sin que pudieran alcanzarse los tres primeros sin alcanzar simultáneamente los veintiún segundos. Además, los veintiún objetivos específicos del buen vivir presentarían fuertes interrelaciones entre sí, especialmente entre los que están relacionados directamente con alguna de las tres armonías.
Los objetivos específicos del buen vivir relacionados con la armonía con todos los seres de la naturaleza serían: el cuidado de los ecosistemas; la economía sostenible; la extracción sostenible; las transiciones por el clima; los derechos de la naturaleza; la economía circular; y los hábitats óptimos.
Los objetivos específicos del buen vivir relacionados con la armonía con todos los seres humanos serían: la producción local; la soberanía alimentaria; la democracia participativa y pacífica; la progresividad fiscal; las economías alternativas; la regulación de los mercados; y la discriminación positiva.
Los objetivos específicos del buen vivir relacionados con la armonía con uno mismo o una misma serían: la interculturalidad; las identidades diversas; la educación contextual; la vida sencilla; las espiritualidades; la plurinacionalidad; y la salud integral.
En la Figura 1 se recoge la articulación sistémica de los veinticuatro objetivos, mientras que en el Cuadro 1 se identifican y se definen los tres objetivos generales y los veintiún objetivos específicos del buen vivir a escala global, estructurados en los tres ejes definidos por las tres armonías.

Fig. 1: Los Objetivos del Buen Vivir a escala global. Fuente: Hidalgo-Capitán et al. (2018: 85).

OBJETIVOS GENERALES DEL BUEN VIVIR GLOBAL
ARMONÍA CON TODOS LOS SERES DE LA NATURALEZA
ARMONÍA CON TODOS LOS SERES HUMANOS
ARMONÍA CON UNO MISMO O UNA MISMA


1. SOSTENIBILIDAD BIOCÉNTRICA
Detener la pérdida de biodiversidad de ecosistemas, de biodiversidad de especies y de biodiversidad genética, acomodando al mismo tiempo la huella ecológica humana a la biocapacidad del planeta.
2. EQUIDAD SOCIAL
Reducir los niveles de desigualdad de capacidades y oportunidades de la población mundial, entre países, regiones, territorios rurales y urbanos, etnias, confesiones religiosas, clases sociales, géneros, identidades sexuales y personas, así como los niveles de desigualdad de bienestar social alcanzados.
3. SATISFACCIÓN PERSONAL
Aumentar los niveles de satisfacción de las personas con su propia vida, en sus diferentes contextos territoriales, reduciendo al mismo tiempo la distancia entre los niveles de satisfacción de las personas más satisfechas y las personas menos satisfechas.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL BUEN VIVIR GLOBAL
1.1. Cuidado de ecosistemas
Detener el deterioro de los ecosistemas acuáticos y terrestres de ámbito local, regional, nacional, transnacional y global, y poner en marcha procesos de recuperación de los mismos, por medio de políticas de restauración, de forma que se contribuya al desarrollo de entornos seguros para la vida.
2.1. Producción local
Fomentar el desarrollo de las actividades productivas de pequeña escala y de ámbito local, basada en los productos de cercanía, que contribuyan a reducir los niveles de pobreza e inequidad social en el interior de los países.
3.1. Interculturalidad
Reconocer, respetar y fomentar las diferentes identidades étnicas y prácticas culturales existentes en el interior de cada país y entre países, así como el derecho de movilidad transfronteriza y la convivencia armónica de los diferentes grupos étnicos bajo criterios de interculturalidad, de manera que contribuyan al florecimiento de todas las culturas.
1.2. Economía sostenible
Transitar hacia sistemas de producción, consumo y trabajo que generen un menor consumo de recursos naturales, una menor producción de residuos y una mayor disponibilidad de tiempo libre, de forma que permitan mejorar la calidad de vida de las personas y de los demás seres de la naturaleza.
2.2. Soberanía alimentaria
Implementar políticas productivas y comerciales, con criterios agroecológicos y culturales, que permitan una transición hacia la soberanía alimentaria de los países y de las comunidades locales.
3.2. Identidades diversas
Reconocer y respetar las diversas y plurales identidades de género, sexuales, étnicas y fenotípicas, despatriarcalizando, desheteronormalizando y decolonizando las relaciones sociales, de manera que disminuyan las discriminaciones sociales por identidad.
1.3. Extracción sostenible
Limitar la extracción de recursos naturales renovables y no renovables en los ámbitos local, regional, nacional y global, condicionándolos a la capacidad de reproducción de recursos naturales renovables sustitutivos en los mismos ámbitos, de forma que los stocks locales, regionales, nacionales y globales de recursos naturales se mantengan relativamente estables.
2.3. Democracia participativa y pacífica
Desarrollar mecanismos de participación política de las personas y de resolución pacífica de conflictos, en los ámbitos local, regional, nacional, internacional y global, que permitan transitar hacia una pluridemocracia participativa y pacífica adaptada a cada contexto social.
3.3. Educación contextual
Reconocer, respetar y fomentar las diversas formas de alfabetización, aprendizaje y educación a lo largo de toda la vida, en función de las capacidades específicas de las personas y de su contexto social y ambiental, de forma que éstas puedan realizarse como personas.
1.4. Transiciones por el clima
Poner en marcha transiciones hacia sistemas energéticos, basados exclusivamente en las fuentes de energía renovables, que contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático global y hacia sistemas de hábitat, producción y consumo que puedan adaptarse de manera no traumática a dicho cambio.
2.4. Progresividad fiscal
Implementar sistemas fiscales progresivos, que redistribuyan la renta generada en los mercados internos de los países, así como compromisos obligatorios de ayuda oficial al buen vivir entre países, que redistribuyan la renta generada en los mercados internacionales.
3.4. Vida sencilla
Reconocer, respetar y fomentar estilos plurales de vida sencilla, que permitan a las personas satisfacer sus necesidades humanas fundamentales en sus diferentes contextos territoriales.
1.5. Derechos de la naturaleza
Aprobar una Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza y reconocer constitucionalmente dichos derechos y sus mecanismos de tutela en el interior de cada país, de forma que se tomen en consideración los valores intrínsecos de la naturaleza.
2.5. Economías alternativas
Fomentar la satisfacción de las necesidades fundamentales de las personas, por medios alternativos al mercado que generen una distribución de la renta y la riqueza más equitativa.
3.5. Espiritualidades
Reconocer y respetar, bajo criterios de laicidad, las diversas confesiones religiosas y prácticas espirituales, así como la aconfesionalidad, de las personas y su derecho a desarrollarlas en el ámbito público y privado, sin condicionar las prácticas religiosas y espirituales de otras personas, de manera que todas puedan desarrollar libre y plenamente su espiritualidad.
1.6. Economía circular
Fomentar sistemas de gestión de los residuos de los procesos de producción y de consumo bajo criterios de economía circular, que contribuyan a reducir la presión sobre la capacidad de generación de recursos naturales y la capacidad de absorción como sumideros de los ecosistemas locales, regionales, nacionales, transnacionales y global.
2.6. Regulación de mercados
Regular los mercados locales, nacionales, transnacionales y globales por medio de los poderes públicos locales, nacionales e internacionales, que eviten la concentración del poder de mercado en manos de pocos actores.
3.6. Plurinacionalidad
Reconocer constitucionalmente y respetar las diversas nacionalidades y naciones, que pudiera haber en el interior de cada país o conjuntamente en el interior de varios países, así como su capacidad para autogestionar determinadas competencias políticas, de manera que aumenten los niveles de autonomía colectiva de los pueblos.
1.7. Hábitats óptimos
Optimizar la escala de los hábitats locales para aprovechar las economías de aglomeración y evitar las deseconomías de aglomeración, reduciendo la presión sobre la capacidad de carga de los ecosistemas locales.
2.7. Discriminación positiva
Implementar, en el interior de los países, políticas de discriminación positiva, que incrementen las capacidades y las oportunidades iniciales de las personas más desfavorecidas, y políticas de limitarianismo económico y social que reduzcan los ingresos y el bienestar final de las personas más favorecidas.
3.7. Salud integral
Reconocer, respetar y fomentar, bajo criterios de eficacia científico-social, las diversas formas de medicina, que contribuyan a mejorar, en cada contexto territorial, la salud de las personas, entendida como un concepto holístico.
Cuadro 1: Los Objetivos del Buen Vivir a escala global. Fuente: Hidalgo-Capitán et al. (2018: 86-90).


Referencias
    •    Hidalgo-Capitán, Antonio Luis y Cubillo-Guevara, Ana Patricia (2016): Transmodernidad y transdesarrollo. El decrecimiento y el buen vivir como dos versiones análogas de un transdesarrollo transmoderno. Huelva: Ediciones Bonanza.
    •    Hidalgo-Capitán, Antonio Luis, García-Álvarez, Santiago, Cubillo-Guevara, Ana Patricia, y Medina-Carranco, Nancy (2018): Los Objetivos del Buen Vivir a escala global. Una crítica de los Objetivos de desarrollo sostenible y una propuesta alternativa transmoderna. Documentos de trabajo del Proyecto OBV-ODS. Huelva: Ediciones Bonanza.
    •    Múnera López, María Celia (2016): “Resignificar el desarrollo en la era del postdesarrollo: propuesta hacia un ‘trans-desarrollo’”, en Carlos Andrés Arango, Desarrollo y territorio, pp. 17-47. Río Negro, Colombia: Fondo Editorial de la Universidad Católica de Oriente.
    •    Rodríguez-Magda, Rosa María (2004): Transmodernidad. Barcelona: Anthropos.
   
    •    Fuente https://www.15-15-15.org/webzine/2019/04/13/una-propuesta-para-la-construccion-de-un-transdesarrollo-global-los-objetivos-del-buen-vivir/
Texto de Antonio Luis Hidalgo-Capitán & Ana Patricia Cubillo-Guevara. Proyecto OBV-ODS financiado por la AACID.
Imagenes: ‪Camminar domandando - WordPress.com‬ - ‪Decrecimiento‬ - ‪Ecoportal‬ - ‪redlatinasinfronteras.wordpress.com‬


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