Papel a costa de las comunidades y la naturaleza en Brasil

La empresa papelera Suzano ha recibido miles de millones de dólares en préstamos para ampliar sus operaciones en Brasil. Las comunidades locales, sin embargo, temen pagar el precio medioambiental y social: En enero de 2023, miembros de la comunidad de Curvelandia, pertenecientes al estado nororiental de Maranhao, en Brasil, crearon una barricada en el camino de tierra rojiza que atraviesa su aldea, compuesta por unos 1.200 habitantes. Querían que Suzano -el mayor productor de pulpa de eucalipto de América Latina- pavimentara y gestionara el camino de tierra y redujera el número de camiones que circulan dirigiéndose a plantaciones de eucalipto cercanas.

Sarah Sax | Mauricio Angelo


También instaban a que la empresa brasileña se ocupara de los problemas medioambientales y territoriales derivados de la construcción de la carretera, que según Sandro Lucio, miembro de la comunidad, se construyó en tierras de Curvelandia, donde está su propiedad.
"No hubo ningún acuerdo. No pagaron nada a nadie", dijo. "Quitaron la valla de mi terreno y el camión pasó por encima y mató a mi caballo. También instalaron sistemas de agua sin decir si tenían permiso del Estado para sacarla de los manantiales".
Curvelandia no es un caso aislado. DW investigó ocho conflictos socioambientales en curso sobre el terreno en Brasil, y habló con funcionarios, líderes comunitarios y representantes sindicales que dieron información sobre al menos 40 conflictos más. Según los documentos que Suzano debe presentar a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, la empresa se enfrenta a 262 procedimientos civiles y medioambientales y a 2.449 de laborales, todos posibles y probables.
Las reclamaciones contra la empresa van desde el uso indiscriminado de pesticidas y la contaminación de los cursos de agua hasta el acaparamiento de tierras y la falta de consulta con las comunidades locales sobre proyectos de infraestructuras.
Por su parte, Suzano, que gestiona más de un millón de hectáreas de plantaciones de eucalipto en todo el país -con previsiones de duplicarlas en la próxima década-, ha logrado alcanzar calificaciones ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) altas y atraer miles de millones en inversiones “supuestamente verdes”(?).
Muchos claroscuros de la financiación respetuosa con el medio ambiente
A escala mundial, las finanzas verdes son el sector financiero de más rápido crecimiento, y el Banco Mundial prevé que pasen de 100.000 millones de dólares (90.000 millones de euros) en los próximos tres años a 10 billones de dólares en 2030. Y Suzano ya se está beneficiando de ello. La multinacional ha recibido miles de millones de grandes actores, como el grupo bancario francés Credit Agricole o el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega.
Según el análisis de Forest & Finance, una coalición de organizaciones que hacen un seguimiento de las materias primas y las empresas con riesgo forestal, Suzano es la mayor receptora de créditos de todas las empresas que comercian con estos bienes. Entre ellos se incluyen el ganado, la soja, el aceite de palma, el cacao, el caucho y los productos derivados de la madera, como el papel, todos ellos relacionados con la deforestación, una de las principales causas del calentamiento del planeta.
Suzano también ha sido capaz de atraer financiación verde en forma de bonos de carbono ASG. En 2016, la empresa se convirtió en una de las primeras de una economía emergente en emitir bonos verdes y en 2020 empezó a emitir bonos vinculados a la “sostenibilidad”. Estos bonos supeditan la financiación externa a determinados objetivos medioambientales y sociales, como la reducción de emisiones, la intensidad del uso del agua y la diversidad de género en la gestión.
Todo cambió cuando llegó el eucalipto
Celio Pinheiro Leocadio, que preside Volta Miuda -una comunidad formada por descendientes de africanos que escaparon de la esclavitud-, está asombrado de que el gigante de la celulosa haya sido capaz de atraer tanta “financiación verde”:
"Suzano comete racismo medioambiental. Desprecia y no respeta la historia de nuestro pueblo, nuestra ascendencia negra y el sufrimiento que experimentamos", afirmó.
Alrededor del 90% de las 6.500 hectáreas del territorio de Volta Miuda, situado en el extremo sur del estado brasileño de Bahía, está cubierto por plantaciones de eucalipto que Suzano administra o posee. Los árboles crecen entre las casas de los miembros de la comunidad, quienes afirman que las plantaciones han provocado la reducción de los niveles de agua subterránea en su territorio, mientras que los productos agroquímicos han contaminado sus cursos de agua.

Los residentes de Curvelandia bloquearon una carretera de transporte principal utilizada por Suzano en protesta por las acciones de la empresa. Imagen: Ingrid Barros

"Toda esta región era antes rica en todo", afirma Pinheiro Leocadio. "Todo cambió en el momento en que llegó el eucalipto. Los manantiales empezaron a desaparecer. Perdimos los bosques". Mientras tanto, Suzano está construyendo una carretera que atraviesa Volta Miuda y otras localidades. Pinheiro Leocadio y otros miembros de la comunidad afirman que destruirá no sólo su “Mata Atlántica” (Selva nativa) sino también los caminos tradicionales y los lugares de recolección que han utilizado durante generaciones.
En enero, Volta Miuda y otras comunidades que llevan varios años luchando contra Suzano enviaron una carta al Ministerio Público Federal y a la Defensoría del Pueblo local pidiendo que se paralizara la construcción de la nueva carretera. "Nos están ignorando", afirmó Pinheiro Leocadio. "Han violado nuestro derecho a ser consultados".
En respuesta a la solicitud de DW de pronunciarse sobre el tema, Suzano dijo que "el compromiso está en el centro de nuestro enfoque". Eso incluye, continuó la empresa, "nuestro compromiso con el emplazamiento de Volta Miuda y la comunidad de Curvelandia".
Nueva planta de celulosa
A finales del año pasado, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), brazo privado del Banco Mundial, aprobó un préstamo de 600 millones de dólares a Suzano para construir una nueva fábrica de celulosa en el estado de Mato Grosso do Sul, al sureste del país. Será la mayor fábrica de producción de celulosa de eucalipto del mundo. También será una planta que producirá la celulosa de madera dura más barata del sector con un impacto medioambiental mínimo, según Suzano.
El proyecto provocará más conflictos sociales, mientras que las plantaciones de eucalipto a gran escala "disminuyen la riqueza de la biodiversidad", afirmó Karen Vermeer, de Environmental Paper Network, una ONG que trabaja por una industria papelera realmente sostenible.

(aa/ers)
Fuente: https://www.dw.com/es/papel-a-costa-de-las-comunidades-y-la-naturaleza-en-brasil/a-66007832   - Imagen de portada: En enero, los habitantes de Curvelandia protestaron contra el uso por parte de la empresa Suzano de su carretera principal para el transporte de eucaliptos.
Imagen: Ingrid Barros

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