En la defensa de la Tierra, ¿quiénes cuidan a los que cuidan?
Comunidades indígenas enfrentándose a las motosierras para proteger sus bosques, vecinos resistiendo el avance del cemento de una hidroeléctrica sobre el río que les da vida, un pueblo incapaz de volver a cultivar debido al desgaste de la tierra, obligando a muchos a marcharse. Imagina también perder padre o madre, desaparecida por las amenazas de una empresa, como ocurrió con la familia de Julia Chuñil, en Chile. ¿Cómo se sentiría eso? Piensa en la soledad que acompaña a quienes resisten, en el peso que cargan sobre sus hombros y en las noches que pasan en vela, preocupados por la seguridad de los suyos. Ellos, los defensores de la Tierra, entregan su vida para proteger la naturaleza. Sin embargo, ¿quién cuida de ellos?
Texto por Francisca López Espinoza
En una región como América Latina, donde el 85% de los asesinatos de defensores ambientales tienen lugar, según Global Witness, la pregunta resuena con más fuerza. Estrés, burnout, trastornos psicológicos y ataques directos los acompañan en una lucha que, muchas veces, parece interminable. Sin embargo, el costo más grande no siempre es el que se mide en estadísticas, sino el que se vive en el silencio: la fatiga emocional, el aislamiento y el duelo por aquello que se pierde, día tras día.
Joanna Macy, filósofa y pionera de la ecología profunda, lo define con claridad: “Sentir dolor por el mundo es un signo de conexión, no de debilidad”. Según Macy, quienes están en la primera línea de defensa de los ecosistemas no solo enfrentan adversidades externas, sino que también cargan con el peso interno de un planeta herido, y esa conexión emocional puede ser devastadora si no se transforma.
“Sentir dolor por el mundo es un signo de conexión, no de debilidad” (Joanna Macy).
Si bien, las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, reconocen sus derechos y hacen esfuerzos por brindarles seguridad, no dan abasto para cubrir sus necesidades emocionales y cotidianas. La consecuencia inmediata es que muchos activistas deben abandonar sus causas, dejando a comunidades enteras a la deriva.
Se trata, además, de un problema poco estudiado y mayoritariamente invisibilizado: hay escasas investigaciones que aborden el desgaste emocional, físico y espiritual que implica enfrentar las múltiples amenazas que acechan a defensores de la Tierra. Sus emociones y bienestar psicológico son una fuerza fundamental que sostiene comunidades enteras a lo largo del tiempo.
Desde Ciudad de México, Polina Rud reflexiona sobre este mismo dolor. Fundadora de la ONG El Mundo Duele, dedicada al cuidado emocional de defensores y defensoras ambientales, asegura que ellos son “quienes desafían incesantemente el status quo y alzan la voz, incluso cuando el silencio parece más seguro”. Para ella, estas personas no solo defienden territorios; sostienen, con su labor, la esperanza de que un futuro justo y habitable todavía es posible.
Sin embargo, ese esfuerzo tiene un límite. Polina relata cómo muchos activistas, en ocasiones, se sienten desgastados en sus luchas, incluso, muchas veces incapaces de continuar. En su trabajo, ha aprendido que el cuidado mutuo es la única forma de resistir. “Los activistas nos recuerdan que no todo está perdido, pero ellos también necesitan que alguien les recuerde que no están solos”, afirma.
Monserrat Lepé, cofundadora de la ONG, terapeuta especializada en intervenciones somáticas y psicoterapéuticas para el tratamiento del trauma, reflexiona: “Sanar a quienes cuidan la Tierra es también sanar la Tierra misma. Creo que es posible transformar el sufrimiento en semillas que germinen en territorios fértiles, beneficiando a toda forma de vida”.
La defensa de la vida no es solo una tarea técnica o legal; es una expresión profunda de cuidado hacia el otro y hacia el entorno que compartimos. Ese cuidado mutuo es la base misma de la vida. “En tiempos de crisis, cuidar a los cuidadores no es un lujo, sino una responsabilidad ética de la sociedad. Es lo que mantiene viva la esperanza y asegura el futuro de los ecosistemas y las comunidades que dependen de estas luchas para sobrevivir”, comenta Lepé.
Este cuidado mutuo, que se traduce en activar los recursos emocionales, psicológicos y espirituales necesarios para actuar en beneficio de la gran comunidad de la Tierra, es lo que Joanna Macy describe en “El Trabajo que Reconecta». En su visión, la sanación del mundo está profundamente entrelazada con la sanación de quienes lo defienden. Para Macy, el dolor compartido no nos destruye; nos despierta. Nos recuerda que somos parte de una red más amplia de vida, y esa conciencia nos fortalece.
En una de sus obras más destacadas, Esperanza Activa, Macy nos invita a no huir del sufrimiento, sino a enfrentarlo con gratitud, reconociendo en nuestro sentimiento de interconexión un portal hacia la acción y la regeneración. “Ellos (los defensores y defensoras de la vida) nos cuidan a todos. Sus emociones, su fuerza y su capacidad de resiliencia son el pilar que sostiene las luchas que muchas veces damos por sentadas. Si no los cuidamos, las causas que representan se debilitan”, comenta Jonatan Schutz, otro de los fundadores de la ONG.
En medio de un panorama global incierto, Macy nos deja una importante reflexión sobre El Gran Giro, el cambio esencial de nuestro tiempo, desde una sociedad de crecimiento industrial hacia un mundo que sustenta la vida. Para ella, esto comienza cuando nos permitimos sentir, cuando nos permitimos actuar desde la compasión y el cuidado. Esa es la tarea de nuestro tiempo: sostener a quienes sostienen la esperanza, reconocer su labor como una interdependencia vital que nos incluye a todos y todas.
¿Qué es El Mundo Duele?
El Mundo Duele es una ONG que busca ofrecer un servicio gratuito a activistas ambientales, defensores de derechos humanos, agentes de cambio social y político, así como a auxiliares en situaciones emergencias humanitarias y catástrofes que, en muchos casos, carecen de los recursos necesarios para subsistir y no pueden costear terapias. Para ello, la organización ha creado una red de profesionales de la salud mental y terapeutas de diversas disciplinas, comprometidos a brindar atención directa y gratuita a quienes están en la primera línea de defensa del planeta.
El núcleo de esta organización lo conforman tres profesionales con trayectorias diversas pero complementarias en el ámbito psicosocial y terapéutico. Polina Rud, nacida en Rusia, se formó en relaciones internacionales y es doctora en historia del arte. A través de su trabajo ha explorado la creatividad como resistencia en América Latina durante las dictaduras de los setenta. Jonatan Schutz, sociólogo argentino con una historia familiar marcada por el terrorismo de Estado, llevó su compromiso con la conciencia y activismo ambiental lo llevó a viajar por el mundo y radicarase en México, donde profundizó en tradiciones culturales y místicas. Monserrat Lepé, chilena y fonoaudióloga, se especializó en terapias integrativas y tratamiento del trauma, acompañando estos procesos durante el estallido social en Chile y manteniendo un fuerte compromiso con la justicia social y ambiental.
Es en esta confluencia de visiones y saberes que El Mundo Duele invita a la colaboración de aliados, voluntarios y donantes, para responder colectivamente a un llamado que cada vez se hace más urgente: ofrecer un espacio seguro para cuidar la salud mental de quienes luchan por la Tierra, y con ello, cuidar también la salud del planeta. Una apuesta apremiante en un mundo que necesita individuos conscientes y firmemente comprometidos con su protección.
Este 8 de febrero a las 9 am de México, 12 hrs de Chile/Argentina, la ONG participará en el webinar “Peace Dialogues”, organizado por la Cumbre de los Premios Nobel de la Paz, con la ponencia: “¿Puede la Conciencia Eco-Social ser Psicológicamente Sostenible?”, que estará disponible en inglés, con traducción al español. Además, la organización desarrollará una conferencia virtual abierta al público: “Desafíos Psicosociales frente a un mundo en crisis, programada para el miércoles 12 de febrero a las 20 hrs de chile/argentina y 17 hrs de México. Para ser parte de estas instancias y obtener más información sobre la organización, te invitamos a visitar sus redes sociales y página web.
Fuente: Revista Endémico https://endemico.org/en-la-defensa-de-la-tierra-quienes-cuidan-a-los-que-cuidan/ - Imagen de portada: El Mundo Duele también reafirma la idea de que es posible transformar este sufrimiento en semillas que germinen en territorios fértiles y beneficien a toda forma de vida. ©ONG El Mundo Duele