La caída masiva de satélites Starlink podría afectar la atmósfera terrestre: ¿Un problema fuera de control?
El número de satélites Starlink que reingresan a la atmósfera está alcanzando niveles sin precedentes. Con más de 120 reentradas solo en enero de 2025, los astrónomos advierten que la acumulación de metales en la atmósfera podría afectar la capa de ozono. ¿Qué consecuencias tiene este fenómeno y por qué irá en aumento?: Desde el lanzamiento del primer lote en 2018, SpaceX ha colocado más de 7000 satélites Starlink en órbita para su red de internet global. Sin embargo, el proceso de renovación ya está en marcha, lo que significa que los satélites más antiguos están comenzando a descender.
Por Martín Nicolás Parolari
Según el astrónomo Jonathan McDowell, del Centro de Astrofísica de Harvard, la tasa de reentradas ha llegado a 4 o 5 satélites por día, algo sin precedentes en la historia de la exploración espacial.
Más de 500 Starlinks de primera generación (Gen1) han salido de órbita hasta ahora, y la tendencia continuará a medida que SpaceX despliegue versiones más avanzadas.
Impacto en la atmósfera: una amenaza creciente
Aunque los satélites Starlink se desintegran antes de tocar el suelo, dejan una huella en la atmósfera terrestre. La reentrada de estos objetos genera partículas metálicas que permanecen en las capas superiores, con efectos aún no completamente comprendidos.
Un estudio de 2023 reveló que en las capas altas de la atmósfera ya se detectan residuos de aluminio y otros metales provenientes de la quema de satélites.
• En febrero de 2023, la NASA envió un avión WB-57 a 18.3 km de altura sobre Alaska para recoger muestras de aerosoles. Los resultados fueron alarmantes: el 10% de las partículas contenían aluminio y otros compuestos liberados en la desintegración de satélites.
• Se estima que cada satélite Starlink Gen1 libera 30 kilogramos de óxido de aluminio, un material que puede contribuir a la erosión de la capa de ozono.
• Entre 2016 y 2022, la concentración de óxidos metálicos en la atmósfera se ha multiplicado por ocho, y con el ritmo actual de reentradas, el problema podría agravarse aún más.
¿Qué pasará en el futuro?
A medida que la constelación de Starlink sigue creciendo y la renovación de satélites se intensifica, la cantidad de material metálico en la atmósfera aumentará. Esto plantea interrogantes sobre su impacto en el equilibrio químico del planeta y el posible deterioro de la capa de ozono.
Los astrónomos consideran que lo que estamos viendo es un experimento no controlado en la química atmosférica, cuyas consecuencias podrían sentirse en las próximas décadas.
¿El lado positivo? Más bolas de fuego en el cielo
Cada reentrada de un Starlink crea una impresionante bola de fuego, que puede ser visible desde diferentes partes del mundo. A medida que el número de satélites desintegrándose aumenta, las probabilidades de observar uno en el cielo nocturno también crecen.
Para conocer los próximos eventos de reentrada, se pueden consultar las predicciones en Aerospace Corporation.
¿Un problema sin solución?
Mientras SpaceX continúa con el despliegue de miles de nuevos satélites, la comunidad científica advierte que es urgente estudiar los efectos de este fenómeno. Hasta el momento, no existen regulaciones internacionales que limiten la contaminación atmosférica causada por la reentrada de satélites, lo que deja abierta la incógnita sobre las consecuencias a largo plazo.
Lo que parece claro es que la humanidad ha dado inicio a una nueva era de contaminación espacial, cuyos efectos podrían ser más profundos de lo que imaginamos.
Fuente: https://es.gizmodo.com/la-caida-masiva-de-satelites-starlink-podria-afectar-la-atmosfera-terrestre-un-problema-fuera-de-control-2000148517 - Imagenes: © Starlink.