Reflexiones sobre la tendencia al crecimiento infinito

Foro Crashoil

A pesar de las señales cada vez más claras de un declive energético, se persiste en la convicción de un crecimiento exponencial como único camino posible.
El futuro de los cornucopianos se circunscribe exclusivamente a  seguir expandiendo esta civilización hasta límites grotescos, pues no hay mesura a la hora de la producción y explotación de toda clase de recursos renovables como no renovables. La explotación intensiva de los recursos renovables los convierte en no renovables. La construcción incesante de inmuebles, que hacen parte de la infraestructura, también contribuye al colapso. Todo esfuerzo implica un gasto de energía y los sacrificios por expandir la base material de esta mega sociedad están agotando aceleradamente los recursos finitos del planeta. Además, el derroche y la ineficiencia energética son normas, por ese motivo en el último informe de la AIE se exhorta a una mayor eficiencia.
Ahora es relativamente fácil ocultar el peligro energético pues aunque disminuye la energía neta disponible, todavía hay suficiente como para presumir de abundancia. El cortoplacismo, las millonarias inversiones en exploración y desarrollo de nuevos campos de petróleo y la fe ciega en la tecnología como instrumento mágico, ocultan la evidencia de un mundo abocado a la escasez. La industria de la energía atraviesa momentos de expectativas desbordadas que son un indicio claro de por donde discurre este sector estratégico.
Como bien dice Gail Tverberg, usualmente se explotan los recursos que implican un menor esfuerzo y un mayor rendimiento, a medida que el elemento explotable va agotándose es necesario invertir más energía para conseguir la misma cantidad. Es una deducción elemental que una y otra vez es puesta en entredicho por la visión exaltada de un ser humano, que motivado, no posee obstáculos infranqueables y donde el sofisma del “todo es posible” se convierte en el slogan autocomplaciente.
¿Hasta cuándo el BAU (sigla en inglés: "Business as usual" O sea:  Negocios como de costumbre) mantendrá la tendencia del crecimiento infinito? Pienso que permanecerá siempre, pues es la esencia de esta sociedad derrochadora de energía. Por esa razón se dificulta entender el mensaje del Peak Oil y del Peak Everything. Mi anhelo es que las generaciones nacidas en este milenio, sean más receptivas con las tesis de los que creemos en el fenómeno del Peak Oil y en las predicciones sombrías del Crash Oil.
Hoy por hoy, no se puede hablar de que existe una mayor concienciación acerca del tema energético ni del posible colapso de esta sociedad compleja tal y como la conocemos. Pienso que es muy apresurado afirmar que existe una preocupación genuina y mayoritaria por estos asuntos. El transcurso del tiempo juega a favor de nuestros pronósticos por mucho que los cornucopianos busquen más conejos en la chistera. Es justo reconocer del BAU los encomiables esfuerzos en inversión, tecnología y campañas informativas tecno-optimistas, para afianzar la fe cuasi religiosa de que continuaremos experimentando una fase expansiva energética-económica de forma ilimitada. 
Resultan curiosas las predicciones demográficas para mediados de este siglo “las últimas proyecciones de las Naciones Unidas indican que la población mundial se estabilizará en aproximadamente 10.000 millones de personas en el año 2062”. Se da por hecho que la población se auto regulará debido, aunque no se cite expresamente, a una merma importante de recursos no reconocida oficialmente. La tendencia actual es de un crecimiento demográfico exponencial sin indicios de un cambio drástico. De los 232 países que actualmente existen, únicamente 41 experimentarán un descenso poblacional dentro del período 2013-2050. Pienso que incluso con crisis económica la población seguirá incrementándose, es un fenómeno que no se puede manipular a voluntad como el índice de precios al consumo. Aquí entran en juego factores culturales, religiosos y políticos. La población no se regula por sí sola, tiene que haber un factor externo que la ajuste. Es injustificado prever un censo máximo de 10.000 millones ya que perfectamente podemos seguir creciendo hasta los 12.000 millones o más.
El BAU se aferra a datos provisionales verídicos para aseverar augurios de cornucopia. El incremento de la producción de petróleo de lutitas por medio de la fractura hidráulica, la extracción del crudo en aguas ultra profundas, el petróleo extraído de las algas, las energías alternativas como las placas fotovoltaicas o los molinos de viento, son parte de sus argumentos para seguir con la dinámica actual. Si observamos estos hechos desde una perspectiva crítica, enseguida nos damos cuenta que efectivamente son esfuerzos loables pero que cada vez requieren más inversión energética para ser implementadas, y lo más importante, los petróleos no convencionales no poseen la escalabilidad, ni la TRE del bien que pretenden sustituir. En cuanto a las energías renovables no tienen la versatilidad, ni la escalabilidad, ni la regularidad de suministro del petróleo convencional. Como opciones marginales, que mitiguen en una modesta proporción el declive de los combustibles fósiles, son viables.
Hay una industria clave para poder comprender todas las repercusiones positivas de esta civilización. Me refiero a un acontecimiento que cambió el mundo y al que apenas casi nadie presta la atención que se merece. El mundo mutó y nosotros con él cuando nació<ahref="http://hystorypetroquimica.blogspot.com/"> la industria petroquímica a finales del siglo XIX. La mayor parte de los productos petroquímicos se fabrican a partir de un número relativamente pequeño de hidrocarburos. La petroquímica floreció al amparo de una materia prima barata y abundante, alcanzó niveles de productividad y consumo extraordinarios dando satisfacción a miles de millones de personas. ¿Cómo será esta civilización masificada consumidora de innumerables productos petroquímicos sin los enormes recursos accesibles de hidrocarburos?
Diversas cuestiones vitales a veces obtienen una respuesta plana y dogmática. Se transmite constantemente la idea de un avance continuo y lineal sin retrocesos. Sinceramente creo que esta visión es la dominante en la sociedad contemporánea. No hay un planteamiento alternativo que por lo menos abra un debate riguroso acerca del futuro energético a escala global, al contrario, hay brotes de euforia y optimismo con los combustibles no convencionales. Seguramente hasta la próxima década no sea posible una discusión solemne, que abarque a toda la opinión pública y a los estamentos oficiales, relativa a la disminución significativa de las reservas de los combustibles fósiles.
Muchas veces he reflexionado si los seguidores del Crash Oil no nos hemos adelantado a nuestro tiempo ocupándonos de un problema que muy probablemente deberá solucionar la posterior progenie. La crisis energética es un desequilibrio gestado e incubado por generaciones anteriores y por la coetánea, pero que no nos corresponderá resolver. Se podría decir que  estamos sustrayendo a la siguiente generación las dificultades por las que tendrán que pasar debido al meritorio afán del BAU de evitar el Crash Oil ahora. Intuyo que el poder político y  económico lo entienden de esa forma saben que llegará ese día pero, los responsables actuales, para ese entonces ya no estarán.
El anterior párrafo suscita la cuestión ineludible de la responsabilidad con nuestros descendientes para dejarles un mejor planeta. Este planteamiento, aparentemente tan noble, abre un debate hipócrita. Trabajar dentro del BAU (agotamiento de recursos, cambio climático y contaminación) para legar un mejor futuro, es un contrasentido, un oxímoron, una inversión de las leyes de la naturaleza de incierto significado. ¿Realmente nos creemos que dentro del BAU estamos construyendo algo mejor para nuestros hijos? Es una ambigüedad explicita, una armonía discordante.
Si  efectivamente queremos ser coherentes y legar un mundo mejor a nuestros herederos deberíamos renunciar al BAU. Tarea imposible de realizar a menos que elijamos la auto-exclusión viviendo en la marginalidad estilo preppers radicales. ¿Es una opción válida? ó, ¿es inevitable proseguir en el BAU  dentro de la cuadratura del círculo?
Juan Carlos - Crashoil.Blogspot.com - Imagenes: sardatanas.wordpress.com - lacasaenelarbol.net

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