Al narrar la devastadora escena, a la bióloga Valeria Falabella le tiembla la voz. Era octubre de 2023, cuando ella y su equipo acababan de descender a la playa de Punta Delgada, en Península Valdés, un rincón remoto y majestuoso de la Patagonia central de Argentina. Aunque sabían que en ese momento la gripe aviar avanzaba desde el Pacífico, nada los había preparado para lo que estaban a punto de encontrar. En el primer harén de elefantes marinos del sur (Mirounga leonina) que apareció ante sus ojos, algo no encajaba: entre los grandes animales, algunas crías yacían sin vida. Por Astrid Arellano “En ese momento no eran muchas, pero al seguir caminando vimos el primer adulto muerto”, dice Falabella, directora de Conservación Costero Marina para WCS Argentina. “Desde que empecé a trabajar caminando en las playas y contando elefantes, nunca había visto uno muerto, fue shockeante”, agrega. A pocos metros, encontraron algunos gaviotines sudamericanos (Sterna hirundinacea) retorciéndose en ...