«El ‘rewilding’ rompe con la soberbia humana»
El rewilding o resilvestración es un concepto creado por el conservacionista estadounidense David Foreman en 1990. Esta idea que aboga por una retirada del ser humano de muchos espacios naturales para que se regenere y ayude a paliar la crisis de biodiversidad y climática, convirtiendo estos lugares en sumideros de carbono y áreas donde la naturaleza se recupere.
En Barcelona se ha organizado el primer congreso de rewilding marino llamado Seawilding 2025. El programa multidisciplinar ha reunido a científicos naturales, periodistas, juristas, economistas, activistas… y también a filósofos y expertas en ética: Fabiola Leyton, filósofa moral y profesora del Máster en Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona especializada en éticas animales y derechos de animales no humanos conversó sobre la desconexión entre la humanidad y la naturaleza con Cristian Moyano, filósofo e investigador posdoctoral Juan de la Cierva en el Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En esa mesa discutieron cómo repensar nuestra relación con la naturaleza desde la naturaleza. Moyano, autor del libro Ética del rewilding (Plaza y Janés, 2022), ha recibido a Climática en un descanso del congreso celebrado en la Facultad de Biología de la Universitat de Barcelona.
Entrevista de Fermín Grodira
¿Por qué empezó su intervención con una poesía?
Hay muchas formas de comunicar las humanidades y la filosofía. La poesía es una herramienta muy poderosa porque utiliza metáforas e imágenes escritas que transmiten a veces mucho más valores, cosmovisiones y pensamientos que un ensayo. La poesía es una herramienta para transmitir la filosofía de manera muy directa.
¿Qué pueden aportar la filosofía y las humanidades a las ciencias naturales?
A nivel de ontología, de nuestra manera de concebirnos a nosotros mismos, ayuda a replantearnos cómo queremos concebirnos a nosotros como humanidad y cómo concebimos el mundo que nos rodea. A nivel de ética nos ayuda a repensar los valores que tenemos las sociedades humanas en nuestra relación con las demás especies, nuestros comportamientos y nuestras actitudes.Es un punto palanca para cambiar paradigmas en la forma en la que nos relacionamos con la naturaleza.
¿La ecología es antropocéntrica?
No es intrínseco el antropocentrismo a la ecología, que se mueve justamente por un paradigma en teoría ecocéntrico, de poner los ecosistemas en el centro del pensamiento moral. Pero al final quien estudia la ecología somos seres humanos y arrastramos sesgos antropocéntricos constantemente, muchas veces sin darnos cuenta. Como ciencia o como ideología no está el antropocentrismo de fondo, pero a la hora de aplicarlo y llevarlo a la práctica se pueden colar perjuicios antropocéntricos.
Como hablar de servicios ecosistémicos.
Sí. La ecología es un método de conocimiento científico hecho por los humanos y ahí se cuela esa mirada instrumental de los ecosistemas que habla de recursos naturales y servicios ecosistémicos. A veces se dice que es cl caballo de Troya del antropocentrismo. Al final solo es una mirada de cómo la naturaleza nos beneficia a nosotros, a los seres humanos. Hay críticas que afirman que hay que dar un paso más allá y pasar de una ecología superficial a una ecología profunda, que propusieron autores como Arne Næss que nos decían que hay que valorar la naturaleza por sí misma a margen de la utilidad que nos da a nosotros. Dentro de la ecología como marco científico y aplicado coexisten muchas visiones filosóficas distintas.
¿Cuáles son las éticas del rewilding que hablas en su libro?
Al igual que con la ecología, el rewilding es plural. Cuando el rewilding es dinamizado por los humanos, pueden haber distintas tendencias éticas, más hacia el antropocentrismo, el biocentrismo o el ecocentrismo.
Aunque en general el rewilding se mantiene fiel a una ética ecocéntrica, que mantiene la preocupación moral centrada en los ecosistemas, en las funcionalidades ecosistémicas y los procesos naturales. Pero también es biocéntrico, porque no solamente reconoce el valor intrínseco de los ecosistemas, sino también el de las especies, los animales, los seres y los individuos que conforman estos ecosistemas.Lo hace al reconocer la agencia y la autonomía de lo no humano.
Este es el distintivo ético del rewilding respecto a otras éticas conservacionistas más tradicionales, que también han reconocido el valor intrínseco de la naturaleza en un sentido amplio, pero no que la naturaleza también tiene agencia y autonomía para desarrollar por sus propias funciones, a su propia manera, con sus capacidades diversas.
¿Puede incidir el rewilding en la separación artificial entre humano y naturaleza, cuando somos naturaleza también?
Esto se ha criticado muchas veces tanto del rewilding como de la conservación más tradicional, cuyo modelo de conservación-fortaleza se basaba en un dualismo ontológico, una idea de separación de los seres humanos y la naturaleza, como si nosotros no fuéramos naturaleza.El rewilding pretende defender una mirada más holística donde nos concebimos como seres naturales y parte de una comunidad multiespecie. Incluso podemos hacer rewilding a nosotros mismos teniendo en cuenta nuestra microbiota interna, que se altera según el espacio naturales en el que estamos. Creo que justamente el rewilding aporta a la ruptura de ese dualismo que ha predominado tanto en la filosofía moderna como en algunas iniciativas de conservación más tradicional.
¿Cuánto daño ha hecho la filosofía de René Descartes, con su dualismo y mecanicismo?
Los autores de la modernidad, como Bacon y Descartes, han realzado la agencialidad y el razonamiento humano, y han contribuido a no reconocer las inteligencias, voluntades y capacidades de los seres vivos no humanos. Han hecho mucho daño al cosificar la naturaleza, de considerarla como un instrumento, algo pasivo e inerte y que somos los únicos agentes que podemos gestionarla. También han contribuido a un comportamiento de nuestras sociedades, que se ve incluso en las políticas conservacionistas de una consideración orgullosa de nuestra propia gestión y demasiado paternalista. El rewilding rompe con esta actitud de la soberbia humana y dice que hay que ser humildes, porque más allá de nuestra inteligencia hay muchas otras inteligencias no humanas y hay que escucharlas. Hay muchas más capacidades más allá de nuestro alcance humano y tecnológico.
¿Se puede ser ecologista y consumir animales?
Esta es la gran pregunta que separa y crea muchas polémicas entre los movimientos animalistas y ecologistas.
Hay diferentes posicionamientos más abolicionistas o antiespecistas que dicen que no porque una de las principales causas que deterioran las redes ecológicas es el consumo desmedido de animales que llevamos a cabo las personas. Está bien fundamentado, pero que esto sea escalable de manera global, a todas las sociedades, es muy difícil y tampoco sería realista porque hay comunidades más tradicionales que no pueden cultivar alimentos vegetales y necesitan proteínas animales para subsistir si no quieren depender de un comercio global de alimentos, con todo el impacto ecológico que tiene. La tendencia del ecologismo debería ser abandonar el consumo de animales, sobre todo en los países más enriquecidos económicamente, donde tenemos muchas opciones para alimentarnos de otras maneras. Pero hacerlo obligatorio para todas las comunidades a corto plazo puede ser irrealizable y hasta contraproducente desde un punto de vista de justicia social. Hay que negociar diferentes valores y, sobre todo, hacer un análisis siempre contextual de a qué comunidad estamos dirigiéndonos, en qué condiciones se encuentran, qué oportunidades tienen y a qué retos se enfrentan.
Fuente: https://climatica.coop/entrevista-cristian-moyano-filosofo-rewilding/ - Imagen de portada: Rewilding Argentina


