Los ecuatorianos votaron por detener la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní

 

Ecuador marcó este domingo un precedente a nivel mundial, al decidir mediante un plebiscito detener la explotación de petróleo de uno de sus mayores yacimientos, situado en el Parque Nacional Yasuní, al que se le considera el corazón de la Amazonía ecuatoriana y uno de los epicentros mundiales de biodiversidad. El 59,14 % de los ecuatorianos votó “Sí” a cesar las operaciones del Bloque 43-ITT frente al 40,86 % que votó “No” a detener la actividad del yacimiento que opera la empresa estatal Petroecuador.

Por Fernando Gimeno

El resultado constituye un rotundo triunfo de Yasunidos, el colectivo ambientalista que impulsó esta consulta nacional con el objetivo planteado por ellos de proteger el Yasuní, un área extremadamente sensible a cualquier derrame de crudo, y también a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario que habitan en el Parque Nacional.
También es una victoria para el movimiento indígena, que se había manifestado mayoritariamente a favor del “Sí”, en especial el pueblo indígena de los waorani, la etnia más numerosa que habita el Yasuní, una área natural protegida de un millón de hectáreas de extensión.
En el interior de esta reserva natural se han encontrado más de 2.000 especies de árboles y arbustos, 204 de mamíferos, 610 de aves, 121 de reptiles, 150 de anfibios y más de 250 de peces, y también es el hogar de los tagaero, taromenane y dugakaeri, pueblos indígenas en aislamiento voluntario.


El referéndum sobre el destino de la Amazonía se realizó en conjunto con las elecciones generales de Ecuador. (REUTERS)

Con este resultado se abre un período de incertidumbre para el país, que deberá prescindir de un yacimiento donde se producen a diario 55.000 barriles de petróleo, lo que equivale al 11 % de la producción nacional de crudo, uno de los granes pilares de la economía ecuatoriana.
Un año de plazo
De acuerdo al fallo de la Corte Constitucional que dio luz verde a la realización del plebiscito, el Estado tiene un año de plazo para desmantelar las instalaciones, un tiempo que, según Petroecuador, es materialmente imposible por los trabajos y protocolos que hay que aplicar para cerrar pozos y desarmar estructuras.
Según los cálculos del Gobierno, el cese de operaciones en el Bloque 43-ITT causará un perjuicio al Estado de 1.200 millones de dólares al año en beneficios por la venta del crudo, lo que en el periodo de 20 años puede ascender a 13.800 millones de dólares.
Las estimaciones del Ejecutivo también contemplan un coste de 500 millones de dólares para desmantelar unas instalaciones cuya construcción costó cerca de 2.000 millones de dólares.
Sin embargo, los colectivos ecologistas mantienen que el impacto económico será mucho menor y que la operación de un crudo pesado como el de Yasuní puede dejar de ser rentable en pocos años a medida que descienda el precio del petróleo, por lo que creen que esos ingresos podrían compensarse con un impuesto a la riqueza. 

Una década de lucha

El resultado es una victoria para el movimiento indígena, que se había manifestado mayoritariamente a favor del “Sí”. (EFE)

El Parque Nacional Yasuní—ubicado en la Amazonía ecuatoriana, en las provincias de Napo y Orellana— fue declarado en 1989 como Reserva de la Biosfera. Es una de las zonas con mayor biodiversidad por metro cuadrado del planeta, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). En sus más de un millón de hectáreas alberga más de 300 especies de anfibios y reptiles, casi 400 tipos de mamíferos y 600 especies de aves. Además, es el hogar de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario: los Tagaeri y Taromenane.
Salvar el Yasuní ha sido el trabajo de una década de un grupo de ambientalistas: los Yasunidos. Se conformaron en 2013, cuando el presidente Rafael Correa puso fin a la campaña para dejar el petróleo bajo tierra: la iniciativa Yasuní ITT. Un proyecto que intentaba evitar la explotación petrolera a cambio de una compensación de 3.600 millones de dólares por parte de la comunidad internacional. Se habían recaudado 13 millones de dólares, apenas el 0,37% de lo esperado. “No era caridad lo que pedíamos, era corresponsabilidad en la lucha contra el cambio climático. El mundo nos ha fallado”, dijo entonces Correa en una cadena de radio y televisión.
Sectores sociales se unieron para recolectar firmas e impulsar una consulta popular para que los ecuatorianos decidan si explotar o no esta zona. En abril de 2014, se lograron recolectar más de 757.623 firmas, pero las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) de ese entonces, encargado de verificar la autenticidad de las firmas, anularon la mitad de ellas. Y se bloqueó la consulta. Y, en 2016, empezó la explotación petrolera de los campos Tiputini y Tambococha a cargo de la compañía estatal Petroecuador. En 2018, las nuevas autoridades del CNE realizaron una auditoria del proceso y comprobaron que sí se habían entregado las firmas necesarias. Dos años después, el organismo electoral otorgó un certificado de legitimidad, un requisito para efectuar la consulta. Y en mayo de este año, la Corte Constitucional falló a favor de consulta popular y aprobó la pregunta propuesta que decía: “¿Está de acuerdo en que el Gobierno ecuatoriano mantenga las reservas de petróleo del ITT, conocido como Bloque 43, en el subsuelo de forma indefinida?”.
La jornada de votación se desarrolló en coincidencia con las elecciones generales extraordinarias. La votación se llevó a cabo sin incidentes de importancia, salvo problemas en la plataforma informática para el voto telemático de los ecuatorianos empadronados en el extranjero que, según el Consejo Nacional Electoral (CNE) fue objeto de ciberataques de países como India, Bangladesh, Pakistán, Rusia, Ucrania, Indonesia y China. EFE

Ecuador votó por detener la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní. (REUTERS)

“Con esta consulta hemos demostrado que el pueblo ecuatoriano, hoy y hace 10 años, siempre ha estado a favor de mantener el petróleo bajo tierra. Cuando no hay naturaleza, no se puede comer, el dinero no se puede tomar, comer, respirar... Lo que nos da el Yasuní es más importante que ese supuesto progreso que nunca llega”, dice emocionado a EL PAÍS Pedro Bermeo, portavoz del colectivo Yasunidos, que ha comandado la defensa legal de esta área protegida. Bermeo atribuye esta victoria al apoyo de un centenar de organizaciones, movimientos sociales y, en especial, a los pueblos y nacionalidades indígenas. “Son ellos quienes han estado viviendo el extractivismo y saben lo que es la minería, el petróleo, las enfermedades por la contaminación, el índice de cáncer tres veces mayor... Son esas personas las que han hecho esta campaña”.

Fuente: EFE - El País -Publicado en: https://www.infobae.com/america/america-latina/2023/08/21/plebiscito-ambiental-los-ecuatorianos-votaron-por-detener-la-explotacion-petrolera-en-el-parque-nacional-yasuni/#:~:text=Con%20casi%20un%2058%20%25%20de,opera%20la%20empresa%20estatal%20Petroecuador.
 

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